La forma de ligar ha cambiado radicalmente en los últimos años. Si hace años era impensable conocer a alguien a través de internet y las personas apostaban más por los encuentros fortuitos en persona, cada vez más ciudadanos escogen las aplicaciones de citas para conectar con intereses amorosos . Entre las más conocidas y usadas para buscar el amor, se encuentran algunas como Bumble o Tinder , que no han dejado de ganar suscriptores desde hace un tiempo.Sin embargo, los hay que son más escépticos con el funcionamiento de estas plataformas después de haber vivido alguna que otra mala experiencia que no olvidan. Es el caso de Emilio ( @emiliovmanzano en TikTok ), un joven que reside en Madrid y que ha contado ahora una de las historias más surrealistas que le ocurrió durante una cita con un chico al que conoció en una de estas aplicaciones.Noticias relacionadas estandar No Un chino que vive en España explica qué tenemos que comprar en los supermercados asiáticos: «Para prevenir el envejecimiento» Inés Romero estandar No Un latinoamericano, sin palabras por cómo ha sido tratado en España tras perderse en el Metro Inés RomeroPara él, lo que vivió entonces fue «un buen susto» y, aunque sucedió hace más de tres años, durante su primer año independizado, lo cierto es que no ha llegado a superarlo jamás. A pesar de que en aquel momento se había hecho Tinder por insistencia de sus amigas tras abandonar su pueblo, llevaba un tiempo sin usarlo por pereza hasta que recibió un email por parte de la aplicación.Hizo match con un chico en Tinder y quedaron para cenarEn este correo le advertían al protagonista de esta historia que debía volver a usar la aplicación si no quería que le borraran la cuenta . Una amenaza que Emilio no se tomó a la ligera y que le obligó a volver al mundo de las citas para no perder algunas de las conversaciones que tenía en Tinder: «Esos chats no se podían perder porque me daban la vida», explica ahora el creador de contenido, que regresó sin pensárselo dos veces a la aplicación.Una vez de vuelta en Tinder, Emilio explica que hizo match «con un pedazo de tío» : «Ese era para mí. Era mi prototipo de hombre perfecto, tenía los mismos intereses que yo, era guapo, tenía un cuerpazo …», recuerda el joven, al que este chico no tardó nada en hablar después de conectar. «Me quedé yo tieso y me puse manos a la obra a hablar con él», cuenta ahora.A pesar de que su pretendiente le parecía muy atractivo, el tiktoker no es de los que «queda de la noche a la mañana con un tío», por lo que estuvieron varios días hablando antes de decidirse a quedar definitivamente. Fue entonces cuando su admirador le invitó a comer algo en su casa , algo que el joven no pudo rechazar: «A mí si me invitan a cenar, encima gratis … yo dije que sí, a mí todo lo que sea gratis…», asegura el chico, que aceptó la invitación encantado.Su cita le echó un laxante en la copa de vinoUna vez en casa de su match en Tinder, Emilio vivió lo que se considera la velada perfecta, con una copa de un buen vino. Lo que no se esperaba es que el regustillo extraño que el vaso de alcohol le dejaba tras cada sorbo no fuera parte de la bebida: « ¡Me había echado laxante en la copa! ¿Cómo iba a pensar yo que ese tío, con el buen lustre que tiene, me iba a echar laxante en la copa? Se me pasaba por la cabeza de todo, menos esa opción…», cuenta.Al tiempo de ingerir sin querer este medicamento, por supuesto, al creador de contenido le entraron unas «ganas terribles» de acudir al baño : «Me llegó a quedar dos minutos más en esa silla y me cago en lo alto», bromea al hablar del dolor de barriga que comenzó a sentir durante la cita. Sin pensárselo dos veces, le pidió a su pretendiente que si podía decirle dónde estaba el aseo y fue corriendo sin echar la vista atrás.Sin saber lo que le ocurría, Emilio pasó un buen rato en el baño «expulsando todo el veneno que tenía dentro», pensando que se habría puesto malo. Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar: « Voy a tirar de la cisterna y no va . Yo ya me estaba poniendo nerviosito, no quería dejarle al muchacho el pastel », continúa explicando, recordando que dio muchas vueltas por el baño buscando una solución sin demasiado éxito.Decidió entonces salir del baño y, a pesar de la vergüenza que esto le producía, contarle lo sucedido a su cita. El joven no tardó en restarle importancia a la situación y le dijo que iba a ver lo que pasaba con la cisterna rota , a lo que Emilio le esperó en la mesa. «Pasaba ya el rato y el muchacho no venía, se tiró como 10 o 15 minutos en el baño y yo ya me mosquéé», recuerda el tiktoker, que decidió acudir al aseo a ver si le había pasado algo a su cita.No era la primera vez que a su cita la denunciaban en la PolicíaAl abrir la puerta, Emilio se encontró con una de las peores escenas que podía haberse imaginado. «Me quedé tieso. Me encontré al tío comiéndose mi mierda , de rodillas frente a la taza del váter. No me podía mover, estaba como si hubiese visto un fantasma», explica al hablar de lo que sintió al ver a su cita en esa posición. Fue entonces cuando el joven tiktoker temió por su integridad física y salió corriendo del piso para denunciar lo que le había pasado ante la Policía . No obstante, al llegar al cuartelillo, se enteró de que n o era la primera vez que su cita hacía algo así con una persona: «Digo el domicilio y me dicen que ya habían venido muchos chicos y chicas como tú a quejarse de este hombre . Nos coincide el domicilio y el relato que nos estás contando», le contestó el agente entonces, dejando a Emilio más sorprendido aún.A pesar de que admite que esta fue «la peor experiencia de su vida» , el creador de contenido ha explicado que le ha servido para aprender una valiosa lección para su vida actual: «En resumidas cuentas, no os descarguéis estas aplicaciones, que hay mucho loco suelto . Igual que me pasó a mí te puede pasar a ti», ha concluido en este vídeo, que supera los cuatro millones de reproducciones en las últimas horas.
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