Gabriel Cualladó (1925 -2003) es un referente incuestionable de la Historia de la Fotografía española, estrechamente ligado al IVAM, que ya en 1989 le dedicó una antológica. La memoria suele ser olvidadiza y conviene tener presente la consideración estética que gozaba la foto en esas fechas. Como en otros aspectos, el IVAM fue pionero en equiparar la disciplina con otras hermanas mayores bastante antes del boom internacional que vivió y que se pudo corroborar (en el caso hispano) en las consecutivas ediciones de ARCO donde fue la principal protagonista. En 2003, la obra de Cualladó volvió a disfrutarse en este espacio tan caro a su figura, esta vez como homenaje póstumo.Noticias relacionadas estandar Si CRÍTICA DE: ‘Suspensión de la incredulidad’, en el IVAM: las identidades nómadas de Simone Fattal Juan Bautista Peiró estandar Si CRÍTICA DE: Juana Francés y Rosario de Velasco, dos ‘excepcionales excepciones’ Juan Bautista PeiróDesde esta perspectiva cabe aproximarse a esta magnífica y singular exposición, fruto de un concienzudo trabajo de investigación de la comisaria Sandra Moros. Aprovechando la estructura arquitectónica en dos plantas, se ha desplegado un doble escenario que recoge eficazmente la complejidad de este artista coleccionista, espíritu inquieto, viajero, estudioso, apasionado hasta la médula por la foto en todas sus dimensiones: desde la procedimental / experimental hasta sus posibilidades expresivas, pasando por el análisis histórico y contemporáneo de artistas que llevaron la técnica a batallar sin complejos en las turbulentas aguas y movedizas arenas de la vanguardia: Man Ray, Dorothea Lange (con quien inició su colección), Edward Weston, August Sander, Cartier-Bresson… Pero también del hombre de su tiempo que seguía las publicaciones de moda como ‘Vogue’ o visitaba semanalmente el Rastro madrileño observando con ojos carentes de prejuicios. Sin perderse tampoco la última exposición del momento o asistiendo con regularidad y participando activamente en la Real Sociedad Fotográfica. Buena parte de este caleidoscopio se muestra en la planta baja: su colección fotográfica en las paredes, su inquietud investigadoramente insaciable, insaciablemente investigadora, en las vitrinas.En todos los frentes. En las imagenes, entradas del archivo de Cualladó (junto a un autorretrato), que ahora se exhibe en parte en el IVAM Miguel LorenzoYa en la planta superior, sale a relucir el fotógrafo de raza, la persona convencida de la libertad como máxima creativa y existencial que se manifiesta en sus series más personales, algunas de ellas inéditas. Vaya por delante que la poética de Cualladó entronca con solidez subjetiva en esa épica de lo cotidiano que podemos rastrear en el romance castellano, en el corrido mexicano, en el cancionero de Lorca… Como tantos grandes artistas, Cualladó sabía que solo partiendo de lo individual se puede ser universal, que en el detalle está la totalidad, que el instante puede ser eterno. Así, e n un reportaje de boda de unos grandes amigos, Cualladó transgrede las convenciones y articula un recorrido espacio-temporal que escandalizaría a la mayoría al tiempo que cautiva a quienes miran y ven sin orejeras pretéritas. Así, en sendos encargos institucionales, Cualladó es capaz de conectar con los personajes y los escenarios que conforman un contexto social, cultural, territorial representativos de un tiempo, de una época (La albufera y La Safor). No es ni mucho menos casual el protagonismo medular que las personas ocupan en su ideario fundacional.Gabriel Cualladó ‘Archivo / obra’. IVAM. Valencia C/ Guillén de Castro, 118. Comisaria: Sandra Moros. Hasta el 27 de abril. Cuatro estrellas.Incluso la selección de fotos de la Real Sociedad Fotográfica incide en esa mirada subjetiva, inquisitiva, cuestionadora de Cualladó que se aleja de la representación centrada en el protagonista y se adentra en la exploración de juegos especulares, espaciales, simétricos, de espacios que aluden al trabajo de artistas presentes en su colección fotográfica. Una vez más, la experiencia vivida y la historia conocida se dan la mano para configurar ese perfil polifacético que se recoge con solvencia y sensibilidad en esta cita.
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