«Existen registros que demuestran que el terminal ejecutó diversos procesos maliciosos reconocidos del programario Pegasus ». Así reza el informe de los Mossos d’Esquadra, al que ha tenido acceso ABC, que certifica que uno de los teléfonos móviles del jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, fue infectado con el programa espía . Según la Policía catalana, al menos desde octubre de 2019, cuando Fernando Grande-Marlaska ya estaba al frente del Ministerio del Interior. El laboratorio de informática forense ha detectado el rastro del ‘software’ israelí en el citado terminal, un iPhone 8, hasta junio de 2020. Entre estos, indicadores de compromiso con posibles conexiones de origen que ayudaron a infectar el teléfono, apuntan los investigadores en sus conclusiones. Un documento solicitado por el Juzgado de Instrucción 4 de Barcelona, tras la querella que formalizó el propio Alay por el espionaje por revelación de secretos. Así, a lo largo de 24 páginas, los Mossos recuerdan que Pegasus es un programa espía propiedad de la empresa NSO, utilizado «exclusivamente» por agencias gubernamentales para luchar contra el crimen organizado y el terrorismo, que se puede instalar de manera «sigilosa» en un teléfono inteligente. Es decir, sin autorización del propietario, aprovechando vulnerabilidades no conocidas por los fabricantes. El ‘software’ permite acceder a todos los datos y comunicaciones de los usuarios, incluida su cámara, micrófono o localización. Detectar la infección es «difícil», recogen los peritos, porque Pegasus se diseñó para no tener persistencia en el terminar , es decir, que no se guarde en la memoria del teléfono para evitar se detectado. Fue Citizen Lab, laboratorio adscrito a la Universidad de Toronto, el primero que, en 2016, tuvo acceso a un móvil infectado, lo que permitió monitorizar el comportamiento del terminal. De ese análisis se descubrieron vulnerabilidades y ficheros vinculados a Pegasus que permitieron establecer indicadores de compromiso válidos para analizar otros teléfonos que pudiesen haber sido infectados. Noticia Relacionada estandar Si Primera querella contra la Guardia Civil por el espionaje con Pegasus Elena BurésEn base a esos indicadores, ahora los peritos de la Policía catalana, tras el análisis de dos móviles de Alay, certifican que uno de ellos sí ha sido infectado con Pegasus . Entre estos, a través de dominios relacionados con el programa espía, que el afectado recibió a través de una decena de mensajes que, en teoría, enlazaban noticias de algunos diarios digitales, agencias o el acceso a notificaciones de la Tesorería General de la Seguridad Social. Del análisis del terminal, concluyen que al menos 3,2 GB de información fueron extraídos del móvil de Alay , aunque no han podido determinar su destino. Fue tras formalizar este una querella , cuando el Juzgado de Instrucción 4 ordenó recuperar los teléfonos del jefe de la oficina de Puigdemont, que habían permanecido en poder de la Guardia Civil desde octubre de 2020, cuando fue detenido en el marco de la operación Voloh, a cargo de Instrucción 1, cuyo titular es Joaquín Aguirre. Cabe recordar que, hace unas semanas, los Mossos también avalaron el espionaje con Pegasus a Jordi Sànchez , quien fuera presidente de la ANC y ex líder de Junts. Y, tiempo atrás, hicieron lo propio con el de Pere Aragonès, durante el periodo que ejerció como vicepresidente de Quim Torra. En este último caso, un juzgado de Barcelona mantiene imputada a la exdirectora del CNI Paz Esteban por la monitorización del terminal. Después que de que en abril de 2022 Citizen Lab publicase un informe denunciando el espionaje a 65 políticos y activistas independentistas, el CNI admitió la monitorización a 18 de ellos, entre los que se encontraban Aragonès, Sànchez y Alay. En todos los casos, según apuntó Esteban durante su comparecencia a puerta cerrada a la comisión de Secretos Oficiales, con autorización judicial.
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