La investigación abierta al fiscal general del Estado por presunta revelación de secretos sigue avanzando en el Tribunal Supremo con declaraciones de testigos que pueden ser cruciales para reconstruir el «papel preeminente» de Álvaro García Ortiz la tarde-noche del 13 de marzo del año pasado. Fueron las horas en la que se filtró el correo de la defensa del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, al fiscal Julián Salto asumiendo dos delitos fiscales a cambio de evitar el juicio. La declaración de la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y del fiscal Salto pueden apuntalar este jueves los indicios de ese papel principal que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil atribuye al fiscal general -y que el juez asumió en su auto este lunes- en esos momentos cruciales. Sobre todo el testimonio de la primera, que si mantiene, como se espera, lo declarado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), pondrá en una situación más que comprometida al fiscal general, cuya implicación directa en ese caso, su interés y sus prisas en hacerse con los correos y en difundir la nota de prensa en contra del criterio de la propia Lastra está documentado en su móvil a través de llamadas y mensajes. Se trata de comunicaciones que, a diferencia de García Ortiz , Lastra no borró en virtud de ese supuesto protocolo de seguridad al que se alude desde Fiscalía General y que tampoco debió tener en cuenta la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, en su caso imputada, pues también conserva los mensajes. Las acusaciones tienen previsto pedir al juez que autorice su descarga, algo a lo que la propia Lastra no se opuso ante el TSJM pero que, según fuentes jurídicas, no se llegó a hacer al pasar el caso de este tribunal al Supremo. En el auto del pasado 26 de diciembre, en el que el juez Ángel Hurtado citó a los nuevos testigos, ya avanzó que, aunque la declaración de Lastra «puede resultar reiterativa» respecto a lo relatado en el TSJM, lo que le interesa de ella es la información que pueda aportar en relación «con el intercambio de mensajes que mantuvo con el fiscal general, así como valorar el ofrecimiento que hizo para el volcado de los correos electrónicos y [mensajes de] WhatsApp que mantuvo con la Fiscalía General».Noticia Relacionada estandar Si El juez implica a Moncloa y a García Ortiz en una «dinámica delictiva» Nati Villanueva El mail sobre el novio de Ayuso salió de Fiscalía General destino Presidencia y desde allí «se hicieron gestiones» para publicarloEn su declaración ante el primer juez de instrucción, a la que ha tenido acceso ABC, Lastra relató cómo el 13 de marzo a las 20.30 horas su jefe de prensa la llamó diciéndole que distintos periodistas estaban contactando con él para que confirmara si era cierto que el fiscal del caso había recibido «órdenes de superioridad» para retirar un acuerdo de conformidad. Como ni la fiscal decana de Delitos Económicos, Vilna Alonso; ni la jefa de la Fiscalía Provincial ni ella habían dado tal orden, sí vio necesario desmentirlo. De hecho fue Lastra la que llamo al fiscal general para comunicarle que ninguna de las tres habían dado una instrucción en ese sentido. García Ortiz le aseguró que él tampoco y que había que desmentir esa noticia . Lastra le dijo que el jefe de prensa y ella misma asumirían esa comunicación, como en las más de 300 notas de prensa que se habían difundido en los tres años que llevaba en el cargo. Lastra contactó con Salto, que estaba en un partido de fútbol y, como había mucho ruido y no había prisa, le tranquilizó y quedaron en hablar al día siguiente. Pero García Ortiz reveló sus prisas: llamó a Lastra y le dijo que «quizá fuera bueno tener esos correos». Ella le respondió que «no los necesitaba para nada» porque tenía «cumplida cuenta» de cómo se habían producido los antecedentes. La siguiente noticia que tuvo fue la llamada de Salto, «contrariado» porque le había llamado la fiscal provincial, Pilar Rodríguez, para que «inmediatamente» le remitiera los correos. Salto le comunica que se los ha enviado tanto a Rodríguez como a ella. Lastra se disculpó con Salto diciéndole que lamentaba que le hubieran «importunado» y que «se podían haber esperado». A continuación Rodríguez contacta con ella para informarle de que le ha pedido los correos a Salto y que se los ha mandado ya al fiscal general. Lastra le dice que no hacía falta, que era tarde, y que al día siguiente abordarían el asunto. «Es imperativo»La siguiente noticia que tiene es a las ocho de la mañana del día 14 (la noche anterior ya se filtraron extractos de los correos en la Ser y en la web de la Sexta), cuando el jefe de prensa de la Fiscalía de Madrid le dice que Fiscalía General le ha mandado la nota informativa redactada y que se resiste a publicarla porque no está de acuerdo con su contenido. Lastra comparte esta opinión porque «desvelaba datos de una negociación confidencial» entre fiscal y abogado. Al ver que no se publica, García Ortiz empieza a llamarla de forma insistente. Lastra no le coge el teléfono porque estaba reunida con Policía Judicial y el fiscal general termina escribiéndole un mensaje de WhatsApp a su móvil particular: «Almudena, hay que sacar la nota ya. Es imperativo». Ella dejó constancia de que lo hacía obligada. Se difundió como nota de prensa de la «Fiscalía Provincial», la de Pilar Rodríguez.
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