Blue Origin, compañía aeroespacial del multimillonario Jeff Bezos , ha lanzado por primera vez su flamante cohete New Glenn este jueves en su segundo intento en menos de una semana. La lanzadera para transportar carga pesada, cuyo vuelo inaugural fue pospuesto el lunes por un fallo provocado por una tubería congelada, pretende competir con los Falcon de SpaceX y robarle parte del pastel espacial a Elon Musk, que actualmente colabora con la NASA para el transporte de astronautas y mercancías a la Estación Espacial Internacional (ISS).El vuelo inaugural estaba previsto para el lunes, durante una ventana de tres horas que se abrió a las siete de la mañana. La hora de lanzamiento se retrasó varias veces antes de cancelarla definitivamente pasados diez minutos de las nueve. Blue Origin explicó que había un problema en el subsistema del vehículo. Horas después, reveló que se trataba de la formación de hielo en una tubería que alimenta los sistemas hidráulicos del cohete y se anuncio una nueva fecha de lanzamiento al día siguiente que tampoco se cumplió. Ese mismo día, el vuelo se retrasó hasta este jueves pro la mañana. Elon Musk ha felicitado a Jeff Bezos por el hito conseguido: «¡Felicidades por alcanzar la órbita en el primer intento!», ha dicho.Noticia Relacionada La «navaja suiza» del espacio estandar No Abortan el primer lanzamiento del megacohete New Glenn por un problema técnico ABCCon una altura equivalente a 30 pisos, New Glenn, que lleva el nombre de John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra en 1962. está clasificado como un «lanzador de carga pesada», capaz de colocar cargas útiles importantes en la órbita baja de la Tierra. Se espera que transporte hasta 45 toneladas en órbita. Eso es más del doble de la capacidad del Falcon 9 de SpaceX, que puede levantar alrededor de 22 toneladas, aunque no alcanza la capacidad de 63,8 toneladas del Falcon Heavy.Sin embargo, New Glenn tiene una ventaja única: su carenado de carga útil más ancho, que puede acomodar objetos más grandes. «Tiene la mayor capacidad para poner objetos en el espacio, objetos grandes», gracias a su carenado de carga útil más amplio, explicó Elliott Bryner, profesor de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle. Esta versatilidad significa que New Glenn podría convertirse en una «navaja suiza» de cohetes, capaz de desplegar una amplia gama de cargas útiles en órbitas bajas y altas.Competencia de StarlinkSi tiene éxito en su debut, New Glenn puede luego comenzar a lanzar la constelación de satélites de Internet de banda ancha de Amazon, Kuiper, que rivalizará con la red Starlink de SpaceX, acelerando la competencia en otro frente.«New Glenn también tiene potencial para transportar naves espaciales tripuladas», señaló George Nield, presidente de Commercial Space Technologies. «Otro uso potencial es el de las estaciones espaciales comerciales», añadió. La Estación Espacial Internacional se desmantelará en 2030, por lo que se ha iniciado la carrera para desarrollar sustitutos. Blue Origin se encuentra entre los contendientes que compiten por construir la primera plataforma de gestión privada.Al igual que el Falcon 9 de SpaceX, New Glenn cuenta con un propulsor de primera etapa reutilizable (diseñado para hasta 25 vuelos) y una segunda etapa descartable. Pero para reutilizar el cohete, Blue Origin primero debe aterrizarlo. La empresa domina la técnica con su cohete New Shepard, mucho más pequeño, que toca tierra firme. Sin embargo, para reutilizar New Glenn será necesario un aterrizaje exitoso en un barco no tripulado estacionado en el océano Atlántico.No es una hazaña fácil: SpaceX tardó seis años en perfeccionar la maniobra con el Falcon 9 después de su lanzamiento debut en 2010. «Hacer aterrizar un cohete como este, de la manera en que lo están haciendo, no es nada sencillo», dijo Bryner. «El nivel de tecnología que se requiere para hacerlo es increíble».MÁS INFORMACIÓN noticia Si Hallan pruebas del poder de las mujeres celtas hace 2.000 años noticia No SpaceX lanza con éxito dos nuevas misiones a la Luna en un mismo coheteBlue Origin lleva años lanzando y aterrizando su cohete New Shepard, mucho más pequeño y reutilizable, hacia y desde el borde de la atmósfera terrestre. Sin embargo, en los 25 años que han pasado desde que Bezos fundó la empresa, todavía no ha enviado nada a órbita. Eso podría cambiar este mismo jueves.
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