La exposición ‘Ramón Masats. El fotógrafo silencioso’, comisariada por Pepe Font de Mora en la Fundación Foto Colectania, ofrece un recorrido que revisa la obra de uno de los grandes narradores visuales de nuestro país. Masats (1931-2024), conocido por su capacidad para capturar la esencia de lo humano con un equilibrio entre humor, ironía y respeto, presenta en esta muestra una lección sobre cómo el arte puede revelar lo extraordinario en lo cotidiano.La exposición, compuesta por 140 imágenes revisadas por el propio autor antes de fallecer el pasado año y por su hija Sonia Masats, responsable del archivo, aporta autenticidad a una propuesta que incorpora una veintena de obras inéditas.Noticias relacionadas estandar Si Crítica de: ‘Babel’, en el Centro del Carmen de Valencia: el vocabulario manejado por la Colección Kells Javier Díaz-Guardiola estandar Si CRÍTICA DE: ‘Le quedan muchas canciones a mi corazón’, de Dis Berlin en Guillermo de Osma: El hedonismo como programa Javier Rubio NomblotDesde sus inicios, Masats mostró un interés particular por transformar los tópicos en nuevas narrativas visuales. Tal como apunta Jaume Fuster en los textos de sala, su habilidad para «retorcer y expandir» los tópicos es especialmente evidente en las 15 imágenes sobre la Rambla de 1956. En estas fotos, rescatadas de su archivo y religadas originalmente con una simple grapa aún perceptible, Masats construye un relato que alterna entre lo festivo y lo crítico. Selección y ordenación original del autor que conforma un interesante panel para asomarse a la realidad de la Barcelona de la época desde una mirada moderna y peculiar. Una de las imágenes más memorables muestra parcialmente a dos monjas, sus cabezas pasan furtivas por la cuadrícula perfecta de la Iglesia de Belén que capta toda la atención del objetivo, demostrando su el salto de su interés desde las formas al reportaje. A su vez, el contraste entre lo sacro y lo mundano encapsula la ironía sutil que caracteriza su obra.Sin artificiosLa capacidad de Ramón Masats para extraer narrativas de lo cotidiano también se manifiesta en una foto de una calle de Arcos de la Frontera de 1959. A simple vista, la escena parece lúdica, pero en realidad encierra una crítica sutil a la sociedad española de la época, marcada por tradiciones arraigadas y tensiones políticas en las que el paseo supone todo el divertimento del momento en época de opresión. Este enfoque permite al espectador ir más allá de lo evidente, revelando las complejidades ocultas en los detalles más simples.El término ‘fotógrafo silencioso’ que da título a la muestra alude tanto a la discreción de Masats en su proceso creativo como a su habilidad para capturar el silencio interior de sus sujetos. En la serie ‘Neutral Corner’, dedicada al mundo del boxeo, los cuerpos marcados por el esfuerzo y la fatiga transmiten una intensidad emocional que va más allá de la superficie. Estas fotografías son un testimonio de su respeto hacia los protagonistas, presentándolos con dignidad y sin artificios.Masats poseía un don único para la ‘imagen de síntesis’: esa capacidad de eliminar lo superfluo y concentrarse en los elementos esenciales que definen una escena o un sujeto. En la foto de un guardia civil armado acompañado por un niño de espaldas, Masats encapsula toda una época y un contexto sociocultural. La ironía sutil de esta imagen ilustra cómo su trabajo combina crítica y humor de manera magistral. Otro ejemplo de esta destreza compositiva se encuentra en sus retratos para ‘Gaceta Ilustrada’. En uno de ellos, el bailarín Antonio Gades aparece con una mirada penetrante que atraviesa al espectador. Masats logra trascender la apariencia física de sus sujetos para capturar algo más profundo: su historia y su humanidad. Incluso en trabajos por encargo, impuso su estilo y creó obras atemporales.Mil ojos. De arriba abajo, ‘Excursión con la Real Sociedad Fotográfica’; ‘San Fermines’ (1957-60), y retrato de Antonio Gades del rodaje de ‘Con el viento solano’, de Mario Camus, en 1964 Ramón Masats / VEGAPLa exposición también aborda la relación entre la obra de Masats y el contexto político de la dictadura franquista. Durante ese período, muchos fotógrafos se enfrentaron a la censura externa y a la autocensura. A pesar de estas restricciones, Masats consiguió reflejar las tensiones sociales de su tiempo mediante una foto honesta y realista. Uno de los ejemplos más icónicos de esta época es su imagen de los micrófonos de Franco en Burgos en 1961, una composición inquietante y conceptual que refleja el peso simbólico del poder. Aunque evitó la crítica frontal, Masats usó la sutileza para crear imágenes que invitan a la reflexión y que, incluso hoy, resuenan con fuerza. La imagen de los juzgados y las corbatas colgadas para escenificar los juicios, el seminarista con su vuelo congelado atrapando el balón o la presencia de tricornios y caballos son algunos de los elementos clave que pueblan sus instantes decisivos amplificados en el tiempo.El recorrido expositivo sigue un esquema temático que permite explorar la evolución técnica y conceptual de Masats. Las fotografías, positivadas con una calidad excepcional, resaltan los matices tonales y la geometría compositiva que definen su estilo. Además, los textos de sala, las citas y cartelas ofrecen un contexto histórico que enriquece la experiencia, haciendo de esta propuesta una herramienta educativa tanto para conocedores como para neófitos. La muestra se completa con un audiovisual que pasa página a página la primera edición de Tusquets de ‘Neutral Corner’, así como de una selección muy interesante en vitrina que conecta a Masats con la esfera fotográfica.’Ramón Masats. El fotógrafo silencioso’ no solo celebra a un autor imprescindible, sino que también reflexiona sobre el papel de la foto en la construcción de la memoria colectiva. En un momento histórico donde las imágenes se consumen rápidamente, su obra nos recuerda el poder de la pausa y la observación. Ramón Masats ‘El fotógrafo silencioso’. Fundación Foto Colectania. Barcelona. Paseo Picasso, 14. Comisario: Pepe Font de Mora. Hasta el 25 de mayo. Cuatro estrellas.Cada una de sus imágenes es una ventana a un mundo lleno de significados. Con esta muestra, la Fundación Foto Colectania reafirma su compromiso con la preservación y difusión del patrimonio fotográfico, ofreciendo al público la oportunidad de sumergirse en el universo de un autor cuya obra es tan relevante hoy como lo fue en su tiempo. Ramón Masats, con su mirada silenciosa pero profundamente elocuente, continúa hablándonos desde cada una de sus fotografías.
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