Donald Trump regresa a la Casa Blanca con un torrente de decretos, un ambicioso paquete de medidas que incluyen endurecer la política migratoria, revertir regulaciones ambientales y laborales, y reformar drásticamente la burocracia federal para implementar su visión de ‘América Primero’.Entre las medidas más destacadas, figura un decreto para terminar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, reinterpretando la Constitución para excluir a los hijos de inmigrantes en situación irregular. Esta iniciativa ha sido criticada por expertos legales, quienes consideran que sería inconstitucional y planean llevarla a los tribunales. También declarará Trump el estado de emergencia nacional en la frontera sur para desplegar tropas y reforzar la seguridad. Además, Trump planea reactivar políticas de su primer mandato, como la construcción del muro fronterizo y el programa de devoluciones en caliente que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar fuera de Estados Unidos mientras se procesan sus casos.Noticia Relacionada estandar Si Los últimos minutos de Joe Biden: más indultos David Alandete | corresponsal en washington El presidente saliente se ha despedido protegiendo a los críticos de Trump a los que este había prometido encausarOtras medidas incluyen la designación de cárteles de droga como organizaciones terroristas extranjeras, y una intensificación de las deportaciones, dando prioridad a inmigrantes con antecedentes penales o vínculos con organizaciones delictivas. Sin embargo, se otorgará a los oficiales de inmigración amplia discreción para detener a cualquier persona en situación irregular.El equipo de Trump prepara además unas redadas masivas en ciudades como Chicago para detener inmigrantes indocumentados y ha solicitado un aumento significativo en el presupuesto de servicio de extranjería para implementar estas políticas. Paralelamente, el gobierno trabajará para eliminar programas establecidos por la Administración de Biden que permitían vías legales para migrantes a través de permisos humanitarios y asilo.En energía y medio ambiente, Trump prioriza la explotación de recursos naturales al anunciar la eliminación de restricciones para la extracción de petróleo y gas en áreas protegidas, como el Refugio Nacional del Ártico, un gran proyecto de Biden. Asimismo, suspenderá los contratos de energía eólica marina y revertirá las políticas que impulsan los vehículos eléctricos, afirmando que estas medidas son una carga para los estadounidenses y carecen de eficacia en la lucha contra el cambio climático.Otra medida destacada es su intención de conceder indultos a algunas de las personas procesadas por su participación en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, a quienes describió como «rehenes» de un sistema judicial politizado. Este paso, que ha generado divisiones incluso entre sus aliados, refleja la profundidad de su desafío al status quo en temas de justicia.El nuevo gobierno de ha diseñado también un plan para reformar la burocracia federal y propuestas legislativas destinadas a reducir la influencia de los empleados públicos y recortar beneficios históricamente protegidos.Entre las medidas más controvertidas, destaca la eliminación de la negociación colectiva de sindicatos en agencias clave como Veteranos, Transportes y Defensa, bajo el argumento que esas negociaciones ponen en riesgo la seguridad nacional. Esta estrategia también incluye una nueva clasificación laboral que convertiría a los trabajadores federales en empleados de libre despido, alterando los términos de la estabilidad laboral y facilitando su reemplazo por personal más leal al gobierno.Los recortes propuestos en beneficios afectarán directamente al sistema de pensiones. Los funcionarios deberán aportar más a sus fondos, mientras que se eliminarán los complementos salariales para jubilados anticipados. Además, se modificaría la base de cálculo de las pensiones, ampliando de tres a cinco años el periodo salarial considerado, lo que reduciría significativamente las cuantías finales.El teletrabajo también será restringido, con órdenes para que los empleados públicos federales regresen a las oficinas, salvo que estén protegidos por contratos sindicales.La Administración Trump apunta, además, a desmantelar las políticas de diversidad, equidad e inclusión femenina y de minorías raciales impulsadas por Biden. Estas iniciativas serán revertidas como parte de un enfoque más amplio para reestructurar la fuerza laboral federal y reducir su tamaño mediante el Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por los tecnólogos Elon Musk y Vivek Ramaswamy.El presidente ha solicitado por medio de intermediarios la renuncia de numerosos diplomáticos de carrera en el Departamento de Estado antes de su toma de posesión, marcando un cambio drástico con respecto a la Administración Biden. Entre los funcionarios obligados a dimitir están John Bass, subsecretario de Gestión y Asuntos Políticos, y Geoff Pyatt, secretario asistente para Recursos Energéticos, tal y como ha anunciado el diario ‘Washington Post’.Este movimiento afecta a veteranos del servicio diplomático que sirvieron bajo administraciones demócratas y republicanas, reflejando el deseo de Trump de remodelar el departamento con aliados que compartan su visión de «América Primero».Trump busca desarmar lo que él llama el «estado profundo», acusando a la burocracia federal de obstruir su agenda. Esto incluye eliminar protecciones laborales y depurar a funcionarios percibidos como enemigos políticos. Al mismo tiempo, líderes republicanos en el Congreso, como Brian Mast, han prometido investigar y despedir a burócratas «radicales».
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