«La Organización Mundial de la Salud nos estafó, todo el mundo estafa a Estados Unidos. No va a ocurrir más». Con estas palabras, Donald Trump ha cumplido la amenaza de su primer mandato y ha firmado una orden ejecutiva para salir de la OMS, la agencia sanitaria de Naciones Unidas. Su salida obedece a su desencuentro con el organismo por la gestión de la pandemia de Covid a quien acusó de encubrir la expansión del virus en China y a las elevadas aportaciones que lleva haciendo desde su fundación. Como el proceso de retirada dura un año, el presidente Joe Biden pudo revocar la decisión cuando tomó posesión en enero de 2021. Ahora, con Trump de nuevo al frente de la Casa Blanca, solo el Congreso estadounidense podría tratar de bloquear la medida, y probablemente habrá intensos esfuerzos diplomáticos para mantener a Estados Unidos a bordo. Si todo fracasara, la orden de salida entraría en vigor como muy pronto en enero de 2026. Entonces, Estados Unidos sería junto con Liechtenstein, el único país miembro de la ONU que no formaría parte de la OMS.Con su salida, el organismo que vela por la salud mundial, perdería a su principal donante. Estados Unidos es el país que más contribuye al presupuesto de la organización, seguido de la Comisión Europea, Alemania o Francia, más allá de grandes contribuyentes privados como la fundación Bill&Melinda Gates. Noticias relacionadas estandar Si Trump 2.0: la ofensiva por una transformación esencial y urgente de América Javier Ansorena estandar Si Explican por qué el norovirus, el ‘Ferrari’ de los virus se está extendiendo por España Rafael Ibarra¿Qué programas de salud están en juego?Sin ese presupuesto hay programas de salud y vacunación global que estarían en juego, con epidemias que no entienden de fronteras. Preocupan especialmente los programas contra el VIH, la malaria y la tuberculosis , así como la intervención rápida ante emergencias sanitarias y nuevas epidemias. «Muchas enfermedades ahora controladas seguramente volverán con más fuerza si cabe. Se pone en riesgo la salud y la vida de muchas personas, sobre todo en zonas vulnerables donde la función de la OMS es crítica», lamentaba la catedrática de Inmunología, África González-Fernández a SMC.Europa ya ha manifestado su intención de aumentar su contribución «dentro de los límites de sus propios presupuestos». Al igual que China, que dispuesta a ocupar el espacio de Estados Unidos, ya ha declarado su apoyo a la OMS «en el cumplimiento de su misión», en palabras de Guo Jiakun, portavoz del gobierno chino. Pero preocupa el efecto arrastre con otros países, incluidos los de la Unión Europea donde también empiezan a proliferar las voces escépticas hacia la OMS.Adiós a la colaboración con organismos científicosLa caída de financiación no es lo único que preocupa. La salida de Estados Unidos también rompería los vínculos de la OMS con organismos oficiales científicos de primer orden, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA, la Agencia de Medicamentos, que asesoran a la OMS y también reciben a cambio información crucial para la seguridad sanitaria mundial. El propio director de la OMS ya advirtió a Estados Unidos a finales de año: «Creo que los líderes estadounidenses entienden que Estados Unidos no puede estar seguro a menos que el resto del mundo lo esté».China ocupará el hueco de Estados UnidosEl país perdería su influencia en la Asamblea Mundial de la Salud, donde se elige al director general además de establecer políticas globales en cuestiones clave como la erradicación de enfermedades, el control del tabaco y el acceso a las vacunas. Es probable que China asuma un papel mucho más importante entonces. La salida también tendría efecto en la salud de los propios estadounidenses. Sin contribución, Estados Unidos no podrá acceder a los servicios prestados por este organismo en materia de prevención de enfermedades, vacunas o intercambios de expertos internacionales.Estados Unidos perdería influencia, aunque también la propia agencia sanitaria de Naciones Unidas, recuerda Óscar Zurriaga, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología. «El riesgo más importante es la pérdida de influencia de la propia OMS, que, en ocasiones, ya no es la que debería ser; y el cuestionamiento constante de las cuestiones multilaterales en el ámbito de la salud. Yo creo que es una muy mala noticia y que afectará a la salud mundial, principalmente a los países que están en peor situación, que verán programas importantes desabastecidos. Si a eso le unimos que el nuevo Secretario de Salud en EEUU no está a favor de programas capitales como son las vacunaciones, podemos tener un empeoramiento de la salud mundial», cuenta a SMC.¿Podría el Congreso bloquear la retirada?Estados Unidos se adhirió a la OMS mediante una ley conjunta del Congreso en 1948. Por consiguiente, el Congreso podría tener que intervenir en caso de retirada. Cuando el Congreso se ha adherido a una iniciativa, normalmente es necesario que apoye la decisión presidencial de abandonarlo. La escasa mayoría de los republicanos en ambas cámaras significa que unos pocos disidentes podrían bloquear la medida de Trump.
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