Arabia Saudí ha completado su desembarco en Telefónica . Hoy la operadora STC ha anunciado al regulador bursátil de Estados Unidos que ya controla el 9,97% de la compañía, tal y como le autorizó el Gobierno español hace dos meses. Con esto, la empresa árabe se convierte en el tercer mayor accionista del grupo, casi al mismo nivel que la SEPI y Criteria Caixa, y abre la puerta a solicitar un sillón en el Consejo de Administración. Esta noticia llega apenas una semana después del accidentado -y forzado- relevo de José María Álvarez-Pallete al frente de la compañía para ser sustituido por Marc Murtra, hombre más afín al Ejecutivo que preside Pedro Sánchez. Noticia Relacionada estandar Si Murtra intentará que Telefónica integre Minsait, la tecnológica de Indra, este año María Jesús PérezUna noticia está relacionada con la otra, porque, precisamente, el anuncio de las intenciones de los saudíes de hacerse casi con un 10% de Telefónica, en 2023, fue el pretexto para que el Estado comprara un 10% y luego CriteriaCaixa hiciera lo propio para formar un ‘núcleo duro’ de un 20% de acciones españolas. Al arranque de esa operación, hace ya 17 meses, STC solo pudo hacerse con un 4,9% del accionariado, a la espera de la autorización del Gobierno para convertir en acciones directas el 5% que tenía en derivados y alcanzar el 9,97%. Cuando esa autorización llegó, lo hizo bajo ciertas condiciones que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no hizo públicas, aunque a todos era evidente que el asunto central estaba en el riesgo para la seguridad nacional que podía suponer la entrada de un país extranjero en una compañía estratégica. Sin dar más detalles, entonces el ministro de Economía Carlos Cuerpo anunció que las condiciones estaban relacionadas con garantizar la operativa de la empresa española, la salvaguarda de los intereses nacionales y las infraestructuras críticas, y hoy el Gobierno ha vuelto a insistir en este extremo a través de unas declaraciones de la ministra de Defensa en RTVE.Margarita Robles ha asegurado que «en ningún caso la seguridad nacional puede verse afectada . Hay ese acuerdo de confidencialidad. Negociamos con el objetivo de la seguridad nacional y cualquier acuerdo va a ser respetando ese compromiso«. Es importante que haya sido Robles la primera que ha reaccionado, pues su Ministerio fue el último en dar el visto bueno a la ampliación accionarial de STC, por ser una empresa clave para la seguridad nacional. La operación necesitó el beneplácito de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), un órgano interministerial creado tras la pandemia para informar sobre adquisiciones empresariales estratégicas por parte de inversores extranjeros, y luego del Consejo de Ministros, tras largas conversaciones entre Riad y Madrid. Ninguna de esas condiciones era la no-entrada en el Consejo de Administración. De hecho, en el documento transmitido a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) estadounidense, STC, o más bien la luxemburguesa Luxco -la instrumental que STC ha usado para la compra- incluye como una de las justificaciones de la operación el establecimiento de «discusiones con el emisor -léase, Telefónica- para obtener un puesto en el Consejo de Administración». Por lo que se lee en ese documento, por el momento los saudíes no tienen intención de ser un accionista correoso, aunque se reservan el derecho de asumir más protagonismo en el futuro : «Aunque no existe intención actual de hacerlo, las personas informantes (STC) pueden, de vez en cuando, entablar conversaciones con el directorio del emisor (Telefónica) o miembros del equipo de gestión del emisor sobre, sin limitación, posibles combinaciones de negocios y alternativas estratégicas, el negocio, las operaciones, la estructura de capital, la gobernanza, la gestión, la estrategia del emisor y otros asuntos relacionados con el emisor. Las personas informantes se reservan el derecho de cambiar su propósito y de formular o implementar planes o propuestas con respecto al emisor en cualquier momento». Es decir, que STC querría hacer valer esa posición en el Consejo, pero, de nuevo, hoy la ministra de Defensa ha recordado las condiciones: «Cualquier movimiento que se haga debe ser siempre dentro del marco del respeto de ese acuerdo». «Por eso se firmó un acuerdo y unas reglas clarísimas en las que, en ningún caso, la seguridad nacional puede verse afectada, es un acuerdo que se asumió y fue uno de los compromisos para que el Consejo de Ministros diera la autorización para que entrara Saudí Telecom», ha dicho la titular de Defensa.
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