Las exclarisas de Belorado se enfrentan a penas de prisión por cobrar la pensión de una monja fallecida

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Las exclarisas de Belorado se enfrentan a penas de prisión por cobrar la pensión de una monja fallecida

Más de trece mil euros cobrados irregularmente y una posible condena de dos años de prisión a la exabadesa si se demuestra el dolo. La trama de Belorado suma un nuevo episodio en el que dinero vuelve a estar por delante del supuesto conflicto doctrinal que generó el cisma. En este caso, la comisión gestora nombrada por el comisario pontificio, Mario Iceta, ha detectado que desde mayo de 2022, dos años antes de que anunciaran su ruptura con la Iglesia, las exreligiosas de Belorado han estado cobrando la pensión de una monja fallecida . La cantidad supera los trece mil euros y, al tener conocimiento, la comisión gestora ha solicitado a la Seguridad Social su reintegro, que será asumido por los fondos de la Federación de Clarisas.Según ha confirmado ABC de fuentes cercanas al caso, la comisión gestora ha podido constatar que la religiosa, una nonagenaria procedente del monasterio de Derio, falleció en abril de 2022 pero su pensión se siguió cobrando en la cuenta del monasterio. Sin embargo, la entonces responsable de la comunidad y autorizada en las cuentas, la exabadesa Laura García de Viedma , nunca comunicó el error a la Administración General del Estado.La primavera de 2022 fue un momento difícil para la comunidad, pues en unos pocos meses perdieron a tres de las hermanas más mayores a causa del covid-19. Así, según han reconocido en una nota de prensa hecha pública este viernes, «en relación con el fallecimiento de algunas hermanas de la comunidad, la Seguridad Social ingresó por error pensiones en las cuentas bancarias correspondientes a sus nombres». «No obstante -continúa la nota-, esta irregularidad fue corregida rápidamente por la Administración, que recuperó los importes indebidamente ingresados». «Es importante señalar que no se ha abierto ningún expediente ni se han impuesto sanciones por esta situación».Noticia Relacionada Por 1.000 euros estandar Si Los libros litúrgicos de las clarisas de Belorado, a la venta en ‘Milanuncios’ José Ramón Navarro-Pareja El seminarista que acompaña en el monasterio al obispo sedevacantista brasileño ofrece en internet un breviario de 1957 «en perfecto estado» por mil eurosSin embargo, la nota no aclara el caso específico de la pensión de una religiosa fallecida en abril de 2022. Tenía 93 años y, aunque en aquel momento residía en Belorado, procedía del monasterio de Derio . Según ha comprobado la comisión gestora, en la cuenta intervenida en la que se reciben las pensiones de las mayores, desde mayo de 2022 sigue apareciendo un ingreso mensual de la Seguridad Social de 395 euros. El hecho de que el ingreso apareciera, como es lógico, con el nombre civil de la clarisa, su procedencia de Derio y la negativa de la exabadesa a facilitar información sobre el monasterio -se le ha requerido hasta en cinco ocasiones según manifiesta el arzobispado de Burgos- dificultó la identificación del ingreso. Sin embargo, una vez comprobada la procedencia la comisión lo notificó, a mediados de enero, al Instituto Nacional de la Seguridad Social, junto con el compromiso de asumir su devolución. Por su parte, la Administración pública ha iniciado ahora una investigación para esclarecer si las religiosas, hoy excomulgadas, eludieron notificar la muerte de su compañera . La legislación vigente establece un plazo de 30 días naturales para aportar el certificado de defunción de un familiar que cobra una pensión. Según han explicado fuentes del monasterio de Belorado a ABC, las exreligiosas «seguían un protocolo a la muerte de cada monja y ese trámite lo hacía la funeraria».Lo cierto es que la Seguridad Social siguió ingresando la pensión de la fallecida en la cuenta de la comunidad. Un extremo que niegan las exreligiosas : «En este momento, no consta que, desde el fallecimiento de las hermanas hasta la fecha actual, la Seguridad Social haya ingresado pensiones en las cuentas de la comunidad a nombre de alguna difunta». Y argumentan que, «para verificarlo sería necesario revisar los movimientos bancarios correspondientes, algo imposible debido a la negativa del arzobispo a permitir el acceso a dichas cuentas». Aluden a que las cuentas se encuentran intervenidas por el comisario pontificio desde junio de 2024, aunque la irregularidad se remonta a dos años antes. Sin embargo, las exreligiosas sí que tienen acceso a la documentación de la gestoría que llevó sus cuentas hasta la intervención . Preguntado por ABC sobre esa contabilidad, el entorno del monasterio dice desconocer lo que aparece en ella. Frente a la afirmación de las exclarisas, este diario sí ha podido comprobar la existencia de esos ingresos y del escrito presentado por la comisión gestora a la Seguridad Social. La cuestión es clave. Si finalmente la Seguridad Social reclama la cantidad satisfecha indebidamente y demuestra que hubo dolo por parte de las exreligiosas al no avisar del cobro irregular, podría catalogarse como un delito de estafa e implicaría una condena a la devolución de las cantidades y una pena de dos años de prisión para la persona responsable. En este caso, todo apunta a la exabadesa puesto que era la responsable de la comunidad y quien tenía acceso a las cuentas.«Prostitución, lesbianismo, hijos o relaciones secretas»Pero la nota de prensa de las exreligiosas, lejos de aclarar su responsabilidad en el cobro irregular de la pensión, opta por embarrar la cuestión y encuadrar esta información entre «los continuos ataques de denigración que han sufrido», que denuncian. Y elevan el tono al afirmar que entre estos ataques se incluyen también «publicaciones y rumores infundados que las vinculan con actividades como prostitución, lesbianismo , hijos o relaciones secretas, supuestos delitos, cobro indebido de pensiones, y la existencia de supuestas ‘abadesas rivales’ que desconocemos». Además, añaden a ello las «campañas de reseñas negativas en Internet desde cuentas falsas o de reciente creación, la aparición de drones y cámaras no autorizadas en el entorno del convento, seguimientos en espacios públicos y ciberataques a sus cuentas de correo electrónico».Pasan después a afirmar que «el término «monjas de Belorado» ya es uno de los más atacados y vilipendiados del mundo virtual, pero al mismo tiempo está cosechando un amplio número de simpatizantes y seguidores que crece de manera constante e imparable en todo el territorio». Y parecen sumarse a la teoría de la máquina del fango del presidente Sánchez al afirmar que «a pesar de estos ataques, las hermanas han encontrado un amplio apoyo en los medios de comunicación», pero a la vez lamentan «que una minoría de periodistas no haya mostrado el rigor o la ética profesional necesaria, publicando bulos o informaciones sin pruebas suficientes. Consideramos estas acciones como ‘ataques de denigración’ que van en contra de los códigos deontológicos periodísticos de nuestro país».Un texto que parece más un ejercicio de contradicción , pues son las exreligiosas quienes no aportan pruebas de sus afirmaciones , pudiéndolo hacer, como en este caso, al acudir a los registros de su gestoría, que ahora aseguran no tener constancia. Conviene recordar que las exclarisas ocultaron cuestiones clave como la hipoteca del monasterio de Derio -que nunca comunicaron a las autoridades eclesiásticas- o el intento de constitución de dos entidades civiles a las que pretendían transferir la propiedad y actividades de los monasterios, que sólo han salido a la luz tras las investigaciones de la prensa, como las realizadas por este diario.No falta en su argumentación una velada acusación a los obispos cuando señalan su rechazo a «la difusión de rumores o información infundada, que sólo demuestran la desesperación de ciertos responsables eclesiásticos al saber que el monasterio nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá». En ese sentido, no es la primera vez que acusan a los obispos, en concreto a Mario Iceta , de querer quedarse con la propiedad de los monasterios. Una afirmación desmentida en todo momento, pues el comisario pontificio siempre ha reconocido que los inmuebles pertenecen a la comunidad legítima de clarisas, constituida por las cinco religiosas mayores, que nunca han sido excomulgadas, y por otras tres que han salido en varios momentos del cenobio por desavenencias con la exabadesa.Graves problemas económicosEn el momento en que se produjo la muerte de la religiosa quedaban apenas unos meses para que acabara la moratoria de dos años que habían pactado tras la compra del monasterio de Orduña y las exreligiosas se encontraban en una difícil situación económica. Habían acometido una reforma de los tejados de Orduña y no contaban con dinero para asumir el primer pago semestral (de 75.000 euros), que vencía en noviembre. De hecho, la situación les llevaría a hipotecar el monasterio de Derio , que pretendían vender. Consiguieron con esa hipoteca consiguieron 720.000 euros en efectivo que, según ellas, fueron destinados a pagar la reforma de los tejados. Nunca pagaron ninguna de las cuotas semestrales de Orduña.MÁS INFORMACIÓN noticia No Las exclarisas de Belorado cobraron la pensión de una monja fallecida noticia No Sor Isabel, la exabadesa de Belorado: «Ególatra y dogmática»Por otra parte, la subida de los precios del chocolate y la pandemia habían mermado los beneficios de su principal fuente de ingresos, la venta de trufas y bombones, y se habían visto obligadas a cerrar la casa rural junto al monasterio de Derio -en la que habían hecho una gran inversión- porque carecían de licencia municipal. Además, también habían fracasado sus intentos de vender sus trufas a un importante centro comercial y de exportarlas a Japón.

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