Guerra a muerte por los pisos okupados en la urbanización de los horrores de la A-2

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Guerra a muerte por los pisos okupados en la urbanización de los horrores de la A-2

En los números 3, 5 y 7 de la calle de Lola Flores nada es lo que parece. El tétrico aspecto del edificio, ‘adornado’ de grafitis y ventanales reventados contrasta con la aparente calma que reina en el lugar. Al menos de puertas para afuera, donde un retén de patrullas de la Policía Municipal vigila de cerca cualquier movimiento extraño . Pero más allá de eso, todo sigue igual: vecinos con bolsas de la compra que acceden al único bloque que resiste con cierta dignidad, y grupos de jóvenes que nunca se sabe si van o vienen, si están allí asentados de forma ilegal o simplemente acuden para otro tipo de quehaceres. Lo mismo da que da lo mismo.En apenas un año el mal llamado ‘hotel’ okupa (el antiguo Aragón Suites solo llegó a funcionar como una urbanización de apartamentos en alquiler) ha registrado dos asesinatos, un secuestro liderado por uno de los asesinos de Sandra Palo , la muerte dulce de una venezolana por inhalar el monóxido de carbono del generador que usaba para calentarse, diversos apuñalamientos entre okupas y una guerra soterrada por el control de los pisos usurpados que amenaza por llevarse por delante lo poco que queda del enclave.Sin ir más lejos, el viernes, el argentino de 28 años que acuchilló hasta en diez ocasiones a su ‘casero’, un peruano de 52, lo hizo supuestamente tras una discusión por el precio del alquiler de una habitación. La bronca, que en realidad comenzó entre la pareja de la víctima y el subarrendado por los okupas se saldó con la muerte del mayor y las detenciones del más joven por homicidio y de la mujer por lesiones. Ninguno de los tres dudó en emplear armas blancas. El presunto asesino huyó malherido hasta la calle Provisional Iveco, donde, dado el control que los Cuerpos Nacional y Municipal vienen realizando en el perímetro, fue interceptado.Noticia Relacionada estandar No El capo de los okupas de los pisos de lujo ordenó una paliza a un joven que se negó a pagar Carlos Hidalgo Detenidos seis jóvenes, uno de ellos menor, que podrían ser de una banda latina y que ‘trabajan’ para el cabecilla de la promoción usurpada en San Blas, junto a la A-2Este hecho se une al ocurrido solo tres días antes, cuando fueron arrestadas once personas (diez colombianos y un venezolano) por enzarzarse a puñetazos en una pelea multitudinaria, por suerte esta vez saldada con dos heridos leves. En la requisa posterior, los agentes encontraron un cuchillo de cocina, un cúter y un martillo, armas de diversa índole que corren como la pólvora entre las sombras de una urbanización fallida. Con todo, los cerca de treinta vecinos que aún poseen los contratos antiguos, y que dejaron de pagar en 2022 tras borrarse del mapa los administradores, siguen en permanente contacto por WhatsApp para evitar la conquista total del bloque.Son conscientes de que los casos de realquiler de pisos destrozados, que algunos okupas cobran a otros por usurparlos, están a la orden del día. No es de extrañar, por tanto, que el pasado 5 de noviembre un joven salvadoreño fuera apaleado a manos de un grupo trinitarios por expreso deseo de uno de los supuestos capos del negocio okupa. ¿El motivo? La posible negativa de la víctima a pagar por instalarse en un piso; un extremo que allí nadie se atrevía a confirmar. «Lo que ocurrió es que el salvadoreño ocupó el piso del hombre y no se quería ir, así que llamó a su hijo, que es de los Trinitarios, y vino con sus amigos y le agredieron», incidía entonces una de las testigos.Sea como fuere, lo cierto es que el devenir de los acontecimientos ha convertido al viejo Aragón Suites en un polvorín sin pocos visos de mejora. «Tenemos las ventanas taponadas para que no entren», aseguraban los residentes más cívicos, convencidos de que el último bastión de lo que un día fue su hogar no tardará mucho tiempo en caer.

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