La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya tiene tomada la decisión de cuánto subirá el salario mínimo interprofesional (SMI) en 2025: este sueldo base de referencia se incrementará en 50 euros al mes , lo que supone elevarlo hasta los 1.184 euros a repartir en 14 pagas. Se trata del mayor alza recomendada por el comité de expertos designado por el propio Ministerio, dentro de una horquilla que partía de los 39 euros. Díaz ha anunciado cuál es la postura que va a tomar el Gobierno después de una última reunión que ha mantenido este mismo miércoles con los representantes del diálogo social , sindicatos y empresarios. Aunque sus posturas han sido completamente antagónicas. La patronal se ha descolgado del acuerdo, después de haber pedido una subida del 3%. Las organizaciones empresariales han recordado que el SMI acumula un incremento del 50% en los seis últimos años -en 2018 se encontraba fijado en 735 euros al mes-, a lo que hay que unir los costes sociales, que elevan esa cifra en un 60% durante todo este periodo. Por su parte, los sindicatos CC.OO. y UGT han avalado la medida, aunque se queda lejos de su petición de elevar el salario mínimo hasta el entorno de los 1.200 euros al mes. Aunque en ningún momento de la negociación habían anticipado una posible rechazo a los 1.184 euros en los que finalmente quedará fijado tras el encuentro definitivo de esta mañana en Trabajo. Con la propuesta de Díaz encima de la mesa, el Consejo de Ministros abordará la subida del SMI. Aunque previsiblemente no será en el de la próxima semana, sino hacia mediados de mes. En cualquier caso, su aplicación tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero , con lo que los beneficiados verán incrementadas sus nóminas en esa proporción aunque hayan transcurrido ya varias semanas de este 2025. En este caso, el Ejecutivo no precisa del aval del Congreso de los Diputados al tratarse de una cuestión que se valida directamente desde el Consejo de Ministros. La duda que reside ahora en torno al SMI es el pago de impuestos. Porque todavía no está claro si los tres millones de trabajadores que se encuentran englobados en este colectivo que cobra el sueldo mínimo legal tendrán que tributar por este nuevo incremento. Desde el Ministerio de Hacienda no tienen decidido aún cuál será la decisión final. Mientras que Díaz ha rechazado de plano esta posibilidad, al igual que los sindicatos, que habían anticipado su negativa a la subida si incluía el pago del IRPF. Será el departamento dirigido por María Jesús Montero el que tenga que decidir si aplica una tributación que dejaría el incremento del SMI en unos 400 euros al año, o 28 euros al mes. Porque de aprobarse esta medida fiscal, los trabajadores tendrán que tributar por un incremento de 700 euros al año (los 50 euros al mes aprobados) en los que el IRPF impacta con un tipo marginal elevado que supera el 40%, según las estimaciones de los analistas tributarios. Impacto en las empresasEl comité de expertos del SMI ha advertido en su informe de que el número de trabajadores que van quedando incluidos en el colectivo que cobra el SMI es cada vez mayor con el «peligro potencial» , indica el texto, que esa realidad supone de que «personas trabajadoras experimentadas» o «con una cualificación media» se queden dentro de la banda de sueldos acogidos al salario mínimo. Este cónclave insiste en señalar en su informe que «el rápido aumento del SMI» que se ha ido aprobando desde 2019 provoca un efecto cuanto menos llamativo: el aumento de la «concentración de trabajadores en una estrecha banda salarial en torno al salario mínimo«.Frente a los 1.184 euros previstos ahora, el sueldo medio de los españoles no ha creciendo en esa proporción en ese periodo: hace cinco años era de 24.000 euros (unos 1.750 euros mensuales) y supera los 26.000 euros (cerca de 1.900 euros). Esto es, un 12% en el periodo. De esta forma, cada vez más parte de las plantillas se ven absorbidos por los del SMI. Algo que para el consejo es arriesgado ya que, como recuerdan en su informe, «el salario mínimo debería ser la referencia para las personas trabajadoras sin cualificación o sin experiencia«, apuntan. Ese peligro tiene «potenciales implicaciones en materia de gestión de los recursos humanos» sobre los que insta a analizar de cara al futuro. Porque la mínima brecha entre unos trabajadores -los formados- frente a otros -los de menor perfil profesional- puede provocar problemas tanto a la hora de retener talento , por ejemplo, como al ficharlo desde otras compañías , con la consiguiente pérdida de productividad. Además, desde Cepyme han advertido de que esta nueva subida tendrá «un impacto muy superior» en el coste salarial mensual de las empresas, en torno a los 80 euros más por trabajador. El coste salarial mensual para un salario mínimo de 1.184 euros, en 14 pagas, con las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (que cada año ascenderá hasta 2029), se sitúa entre los 1.816 y los 1.903 euros , dependiendo del tipo de cotización por accidentes de trabajo.
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