El pasado 6 de junio, Europa giró a la derecha y el Partido Popular se convirtió en la indiscutida primera fuerza de las instituciones comunitarias. Las consecuencias políticas, estratégicas y discursivas de esos comicios van lentamente plasmándose sobre una realidad cada vez más asfixiante para una socialdemocracia menguante, y por extensión para Pedro Sánchez , que a finales de este mes será uno de los escasos tres gobiernos socialistas de la UE, junto a Dinamarca y Malta , siempre que se cumpla la pronosticada derrota del SPD en las elecciones alemanas del día 23. Enfrente se encuentra Alberto Núñez Feijóo, que lidera la formación del PP Europeo que cuenta con mayor porcentaje de voto en generales (33%) y en europeas (34,2%) y es el segundo en eurodiputados (22). El líder de la oposición en España está haciendo valer en Europa el respaldo social de su partido y juega sus bazas a su estilo.Desde el verano, Feijóo ha intensificado su gira internacional , aprovechando como gancho la inmigración. En septiembre estuvo en Atenas (13) y Roma (19); en octubre, en Varsovia (11), Bruselas (17) y Berlín (18); y ya en enero, de nuevo en Alemania (17). En esta estrategia internacional va ganando peso Ildefonso Castro , un diplomático de su confianza que fue secretario de Estado de Exteriores con Mariano Rajoy y que ha sido ascendido a secretario ejecutivo de Internacional. Junto a él, el vicepresidente del Parlamento Europeo Esteban González Pons, hombre de confianza del líder popular, muñidor de buenas relaciones en la Eurocámara, aunque recientemente ha generado un problema a Feijóo al calificar a Donald Trump de «ogro naranja» .Y Dolors Monserrat , jefa de filas del PP en Bruselas, que está rentabilizando el peso de su partido, como demuestra que el presidente andaluz, Juanma Moreno, vaya a ser presidente del Comité de las Regiones (CDR) en virtud de un acuerdo con Socialistas y Demócratas. «Dolors y Esteban tienen una actividad parlamentaria muy intensa en Europa. Lo de Ildefonso es el ámbito diplomático y, sobre todo, también para relaciones fuera de Europa teniendo en cuenta que él sí tiene experiencia de gestión», explican en Génova. Hombre de EstadoMientras en España la opinión pública se debate en el cortoplacismo de si el PP debe presentar una moción de censura a Pedro Sánchez , con tres de cada cuatro votantes del PP y Vox a favor -según la tercera entrega de la reciente encuesta de GAD3 para ABC-, en la Unión Europea la estrategia del PP va por otro lado. Más agenda continental para rentabilizar la preponderancia del partido tras las elecciones del pasado mes de junio, y más medio plazo: « Conviene no precipitarse y hacerle el juego a Sánchez », explican a ABC desde el partido. Noticias relacionadas estandar Si Encuesta de GAD3 para ABC (III) Los votantes de PP y Vox, a favor de una moción de censura con Junts J. Casillas estandar No Pons llama «ogro naranja» y «macho alfa de una manada de gorilas» a Trump y Vox exige su cese al PP ABC En términos de prestigio exterior, a Feijóo le ha penalizado la operación de señalamiento de Teresa Ribera , porque en Bruselas y Estrasburgo se digiere mal que los partidos nacionales eleven a debate europeo las cuestiones locales . Es una estrategia que el PP español no sólo utilizó para poner contra las cuerdas a Ribera, que finalmente no cayó a la lona y fue elegida vicepresidenta de la Comisión pese a que los populares sí lograron vincularla negativamente con la desastrosa gestión de la dana en la Comunidad Valenciana.En la pasada legislatura continental, Génova también recurrió a la UE para poner en evidencia los excesos del Gobierno en términos de Estado de derecho con la ley de Amnistía o los ataques al Poder Judicial . Fue sintomática la omnipresencia del entonces comisario de Justicia Didier Reynders, que llegó a sentarse con González Pons y el ministro del ramo, Félix Bolaños, para desbloquear las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras cinco años de bloqueo. «Feijóo se centra en poner sobre la mesa lo malo que es Sánchez. Eso impide que le vean como un gran estadista»Con independencia del rédito que esta estrategia le ha dado al PP para desgastar a Sánchez en España, lo cierto es que no ha contribuido a fortalecer la imagen exterior del presidente del PP. «Si es verdad que Sánchez es como dice la oposición en España, que habrá que verlo, Feijóo no da la imagen de un hombre de Estado », aseguraba a ABC esta semana una embajadora europea en Madrid. «En las reuniones del Partido Popular Europeo (PPE) previas a los Consejos Europeos, los demás líderes esperan escuchar su visión de los problemas de Europa y qué estrategias plantea para abordarlos, pero Feijóo se centra en poner sobre la mesa lo malo que es Sánchez. Eso impide que le vean como un gran estadista que puede aportar soluciones o ideas, y que le puedan escuchar más que a Sánchez, con quien dentro de los Consejos Europeos sí discuten de esas cuestiones. Al llevar persistentemente España a Bruselas, su perfil allí se hace pequeño». Nuevas alianzasFuentes del Grupo Popular español en Europa admiten que, con la nueva legislatura, batallas como las de la amnistía se darán pero con más calma. Si hace unos meses era un asunto prioritario y emplazaban al pasado septiembre como mes clave, ahora toca esperar a que los nuevos comisarios se consoliden y tratar de incorporar las advertencias a España en el informe anual sobre el Estado de derecho que se publica en el mes de julio. Sin embargo, desde Génova se insiste en que el PP ha demostrado que es un partido fuerte que es capaz de votar en contra de una vicepresidenta europea, como así sucedió finalmente. «Feijoo está entablando una excelente relación con Merz»Así las cosas, la actual estrategia europea de Feijóo tiene mucho que ver con las nuevas alianzas que se están forjando en la UE, y que están desequilibrando la balanza muy favorablemente hacia la derecha y, en particular, hacia el PPE, aunque también a las formaciones más a su derecha: con la caída de Olaf Scholz, pronto serán 15 los gobiernos del Partido Popular en la Unión Europea frente a los tres de los socialistas. Además, es previsible que el nuevo canciller alemán sea el líder de la conservadora CDU, Friedrich Merz, lo que significa que Feijóo ganará un gran aliado en la primera potencia europea al tiempo que Sánchez perderá a Scholz. Pero hay algo más: Mertz es el jefe de filas de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen , lo que, según explican fuentes del PP a ABC, puede despejar todas las dudas sobre la supuesta buena sintonía de ésta con Pedro Sánchez y suponer un nuevo problema para el presidente del Gobierno de España. « Feijoo está entablando una excelente relación con Merz », trasladan a este periódico desde Bruselas. En este nuevo tablero, claramente favorable a la derecha europea, se vislumbra la irrupción de un nuevo eje de poder formado por Berlín y Roma, dado que París se encuentra inmerso en una coyuntura de inestabilidad. Es cierto que Alemania no pasa por su mejor momento en términos económicos, pero eso no implica que pierda su posición política preponderante en la Unión. Y también es cierto que Giorgia Meloni no está en la familia del PP Europeo, pero eso deberá gestionarse en el ámbito de la Comisión: la presidenta Von der Leyen con la primera ministra Meloni, que mantiene una excelente relación con Trump. El enlace con TrumpAsí, a largo plazo, desde el PP se ve como una opción deseable la consolidación de un segundo eje formado por Polonia y España , si Feijoó consigue gobernar, como ya hace su correligionario polaco Donald Tusk. Es más, y a modo de ejemplo, en Europa a la derecha del PP empiezan a participar en los gobiernos e incluso liderarlos. Es el caso de Finlandia, República Checa, Países Bajos, Suecia, Austria y la Italia de Meloni. Precisamente, el PP español hace gala en Bruselas ante sus socios de que Feijóo no sólo ganó con claridad las elecciones a los socialistas, pese a que no logró formar Gobierno, sino que ha logrado contener el crecimiento del partido a su derecha, algo que no pueden afirmar la gran mayoría de sus formaciones hermanas en la UE.Noticia Relacionada estandar Si Alfombra roja a Abascal en el nuevo Washington de Trump David Alandete El líder de Vox se ve con ministros, asesores y legisladores que serán muy influyentes en el nuevo mandato en EE.UU.Llegados a este punto, la siguiente pregunta es cuál es la relación que Europa va a mantener con la Administración Trump . Encima de la mesa hay una disyuntiva: forjar unas buenas relaciones lideradas por las instituciones europeas o lo que el periodista Andrea Rizzi define en su reciente ensayo ‘La era de la revancha’ como «las relaciones bilaterales acomodaticias». En términos de política española, esta cuestión es relevante porque el presidente de Estados Unidos invitó a Santiago Abascal , presidente de Vox en su calidad de líder de Patriots, y no a Núñez Feijóo, a su toma de posesión el pasado 20 de enero, de modo que el líder del PP juega en doble desventaja para convertirse en un aliado estratégico bilateral de Trump: ni gobierna ni es su principal amigo español .Esta situación, de momento, solo puede salvarse, y el PP lo sabe, desde el paraguas comunitario. «Sánchez apadrina una forma de entender la relación entre Europa y Estados Unidos, que es la del o tú o yo, y nosotros planteamos el tú y yo. Y crezcamos juntos». El problema es el reciente exabrupto de González Pons, que obligó a Feijóo a desmentirle y señalar que la relación con Estados Unidos tiene que ser «siempre excelente». «No hace falta que seamos sus mejores amigos [de Trump], pero tampoco podemos posicionarnos como un enemigo»Este episodio afloró un asunto que ya preocupaba de manera interna en el Partido Popular, conscientes en Génova de la disparidad de discursos en torno a la figura de Trump que hay dentro de la formación y de la necesidad de unificar de alguna manera esa posición, informa Emilio Escudero . «No hace falta que seamos sus mejores amigos, pero tampoco podemos posicionarnos como un enemigo», explica a ABC un dirigente territorial, que apunta al « modelo Meloni » como el ejemplo perfecto a seguir para acercarse al presidente americano.«Meloni ha conseguido posicionarse como una dirigente cercana a la derecha radical y, al mismo tiempo, mostrarse próxima también al Partido Popular Europeo y por ahí tendríamos que ir», señala esta misma persona, convencida de que no puede ser bueno para el PP dejar todo ese espacio como aliado de Trump al partido de Santiago Abascal . «Hay que compartir con Vox esa cercanía», insiste. La pregunta es cómo llegar a un Trump dispuesto a apretar las tuercas a la Unión Europea. En este punto adquiere un papel relevante la primera ministra italiana, que se sitúa como la principal socia del presidente de Estados Unidos en el Viejo Continente. Con ella se va a alinear el previsible canciller alemán, que está endureciendo la política de inmigración (hasta el punto de enervar a la excanciller Angela Merkel) y aboga por fortalecer la defensa a nivel europeo.Estos son dos asuntos que enlazan directamente con la estrategia del Partido Popular europeo y van en dirección contraria a las políticas de Pedro Sánchez, que no ha mostrado interés alguno por abrir ninguno de estos debates en España. En el futuro deseable que se plantea en la calle Génova los países fuertes de la nueva Unión Europea serán Alemania e Italia , y a ese equipo se sumarán dos países más: la Polonia de Donald Tusk y la España de Alberto Núñez Feijóo. Ese es, al menos, su plan, alejado ya de la traslación a Europa de los problemas locales españoles.
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