Donald Trump dio ayer un paso atrás en su guerra comercial contra sus principales socios comerciales. A pocas horas de que entraran en vigor los aranceles para castigar a los productos que llegan a EE.UU. desde México, Canadá y China, previstos para hoy, el presidente paró las medidas para sus dos países vecinos a cambio de concesiones en el refuerzo de las fronteras. Pero, al mismo tiempo, dejó claro que piensa utilizar medidas punitivas para imponer su política exterior. Y que el próximo afectado podría ser el gran socio trasatlántico de EE.UU., la Unión Europea: «Han abusado de nosotros durante muchos años», dijo el presidente estadounidense, que deslizó la posibilidad de imponer al bloque un arancel del 10%.El primer acuerdo al que se llegó fue con México, el principal socio comercial de EE.UU., sobre el que se cernían aranceles del 25% a sus exportaciones a la primera potencia mundial. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció ayer por la mañana a través de X que había acordado con su homólogo estadounidense el retraso en un mes de la entrada en vigor de las medidas anunciadas por Trump el sábado.El mandatario estadounidense había justificado los aranceles por la entrada masiva de droga por la frontera sur -en especial el peligroso fentanilo -, por la «invasión» de inmigrantes indocumentados y por el déficit comercial negativo que mantiene con México.Noticia Relacionada estandar Si Trump abandera una nueva fiebre de las criptomonedas… y hace caja Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York«Sostuvimos una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía», dijo Sheinbaum en X. «Llegamos a una serie de acuerdos». En base a ellos, México reforzará su frontera con EE.UU. con 10.000 miembros de la Guardia Nacional «para evitar el tráfico de drogas de México a EE.UU., en particular, fentanilo». Por parte de EE.UU., Trump se compromete a trabajar «para evitar el tráfico de armas de alto poder a México». En tercer lugar, los dos países empezarán negociaciones desde este mismo lunes «en dos vertientes: seguridad y comercio».Esa era la oferta que Sheinbaum había hecho a Trump en la víspera: crear un grupo de trabajo de alto nivel entre ambos países para tratar de solucionar las disputas. Si Trump no lo aceptaba, México también respondería con aranceles, centrados con probabilidad en exportaciones estadounidenses con sensibilidad política para Trump, con especial impacto en estados de fuerte implantación republicana. Sheinbaum iba a anunciar las medidas en su rueda de prensa de ayer. Pero, tras la conversación entre ambos, no llegó a suceder.Los habitantes de Canadá se enfrentan a la perspectiva de un aumento de los precios de los comestibles debido a la guerra comercial que inició Trump AFPTrump confirmó poco después el acuerdo en su red social. Dijo también que fue una «conversación muy amistosa» y reiteró las medidas mexicanas de refuerzo de la frontera y la pausa de un mes en los aranceles. Detalló que los más altos representantes de EE.UU. -el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario del Tesoro, Scott Bessent; y el secretario de Comercio, Howard Lutnick- se implicarán en las negociaciones. «Estoy listo para participar en esas negociaciones con la presidenta Sheinbaum para intentar llegar a un acuerdo entre nuestros dos países», dijo.Más tarde, desde el Despacho Oval, Trump detalló que la militarización de la frontera por parte de México será «permanente», servirá para evitar la entrada masiva de inmigrantes indocumentados y de droga y advirtió de que los aranceles siguen encima de la mesa, pese al retraso en su aplicación. Y que México será «muy penalizado» si no sella su frontera.’Zar del fentanilo’ en CanadáA última hora de la tarde, llegó el acuerdo con Canadá, que también se enfrentaba a aranceles del 25% y que había respondido con los mismos aranceles para exportaciones estadounidenses a su país por valor de 109.000 millones de dólares. Su primer ministro, Justin Trudeau, anunció el entendimiento, después de dos llamadas con Trump, en unos términos similares a los de México: pausa de un mes en los aranceles a cambio de medidas en la frontera.«Acabo de tener una buena conversación telefónica con el presidente Trump», celebró Trudeau en un mensaje en la red social X. En él, detalló las medidas acordadas: nombrar a un ‘zar del fentanilo’, incluir a los cárteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas, ir adelante con un plan de unos 9.000 millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza (que ya estaba aprobado, con la intención de evitar de forma preventiva los aranceles), asegurar que «vigilamos la frontera 24/7», la creación de un grupo de trabajo «para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero» y una nueva directiva específica para el combate contra el fentanilo con una dotación de 140 millones de dólares.La exigencia en el control de la entrada de fentanilo por parte de Trump no se ajusta con la realidad de Canadá: frente a los 9.500 kilos de este opiáceo sintético confiscados el año pasado en la frontera con México, en la frontera norte solo se interceptaron 20 kilos.Desde el Despacho Oval, Trump aseguró que Canadá es un «negociador muy duro» y repitió la letanía sobre los agravios de los que acusa al país vecino y aliado, con quien EE.UU. sufre un déficit comercial. Trump no se olvidó de su amenaza expansionista, como ha hecho desde que ganó la elección el pasado noviembre: «Lo que me gustaría es que Canadá se convirtiera en el estado 51º», dijo sobre sus ansias de anexión.Un barco de carga lleno de contenedores de envío se ve en el puerto de Oakland mientras aumentan las tensiones comerciales por los aranceles estadounidenses reutersLas negociaciones también iban a producirse con China, el tercer país afectado por los aranceles a partir de hoy. En su caso, del 10%, con la justificación de que mucho de los ingredientes químicos que se utilizan para producir el fentanilo y otras drogas peligrosas se originan en el gigante asiático. Pero que, según dijo Trump desde la Casa Blanca, esas medidas punitivas son solo «la salva inicial». El presidente dijo que estaba previsto que hablara por teléfono con su homólogo, Xi Jinping, en las siguientes 24 horas. «Veremos qué pasa», dijo.Malas consecuenciasMientras se desarrollaban los acontecimientos, la incipiente guerra comercial sacudía los mercados. Los principales indicadores bursátiles amanecían ayer con fuertes caídas, ante los aranceles cruzados de EE.UU. y de Canadá, y las afirmaciones de México y de China de que también responderían con medidas punitivas.Durante días, las firmas de análisis financiero han advertido de las malas consecuencias de la guerra comercial para todos los actores. En el caso de EE.UU., un probable aumento de los precios, después de los muchos esfuerzos de la primera potencia mundial para meter en cintura a una inflación que se comió el bolsillo de los contribuyentes durante parte del Gobierno de Joe Biden. Pero también, una caída del crecimiento económico y un impacto directo en muchos sectores. En especial, en el de la automoción , que tiene su producción compartida entre los tres países; en el de la vivienda , en un momento de problemas de acceso para muchos estadounidenses; y en los sectores agrícolas que Canadá y México tenían pensado atacar con su respuesta arancelaria. El propio Trump ha reconocido que habrá «algo de dolor» con su política comercial.Para Canadá y México, sin embargo, sería mucho peor: dependen mucho de sus exportaciones a EE.UU. y los aranceles del 25% les empujarían a la recesión.La situación cambió en cuanto se conocieron los acuerdos. Los mercados rebotaron con la noticia y recuperaron casi todo lo perdido en las primeras horas de negociación.El próximo episodio de las tensiones comerciales apuntan al otro lado del Atlántico. Trump repitió desde el Despacho Oval su diatriba habitual contra la Unión Europea y puso por primera vez desde que juró el cargo un número al arancel que puede colocar a sus exportaciones a EE.UU.: un 10% generalizado. «Tenemos déficits masivos con la Unión Europea», protestó y habló de forma específica de las bajas exportaciones de coches y productos agrícolas estadounidenses al Viejo Continente. «Pero quieren llegar a un acuerdo», dijo sobre los líderes europeos. «Todos quieren llegar a un acuerdo».
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