Hacía 33 años que Real Madrid y Atlético no se enfrentaban como primero y segundo de la Liga. Fue en la temporada 91-92, la primera de Tenerife. Veremos cómo acaba esta, pero todo sigue igual tras un derbi de menos a más del Madrid y decisión arbitral de Soto Grado favorable al Atlético. Reparto de puntos que mantiene el punto de ventaja de los blancos y el ‘goal average’ particular empatado. Si el Barça vence este domingo en el Pizjuán, el derbi será de color azulgrana. Noticia Relacionada Fútbol estandar No La jugada del polémico penalti de Tchouaméni a Lino Sergi Font El VAR corrige a Soto Grado y el árbitro acaba señalando el pisotónFue un inicio de partido en modo balonmano. Sobre todo por parte del Madrid. Juego horizontal, de una banda a otra, con poca llegada al área. Tan poca que los blancos ni siquiera tiraron a puerta en 45 minutos. Solo un disparo de Rodrygo , alto, sin peligro para la portería de Oblak . Como otro de Vini , también muy desviado. Si hubiera jugado Abel Resino no nos habríamos dado cuenta.El Madrid era el clásico 4-2-3-1 en ataque, pero mutaba a 4-4-2 en defensa, con Bellingham tirado a la izquierda. No había inventado la pólvora Ancelotti, que ya había hecho algo así en alguna que otra ocasión, como ante el City la pasada temporada. La inocuidad del Madrid no era el problema, sino otras muchas cosas. En el ataque estático, con los 22 jugadores en campo del Atlético, no había velocidad en la circulación de balón, ni un pase que superara líneas ni un duelo individual ganado. Cuando el Madrid generaba algo de peligro, era por un robo en salida del Atlético, pero eso solo sucedió en dos ocasiones. Estaba firme el equipo rojiblanco, con dos líneas de cuatro bien juntitas y buscando las transiciones por banda con la velocidad de Lino y Giuliano , pero atrás estaba la mejor versión de Asencio. Rápido en las coberturas y ganador en los duelos. Tan bueno para él significaba ser el mejor del Madrid como preocupante para el equipo. Preocupación que también había con el arbitraje de Soto Grado y de De Burgos Bengoechea . No tardaron mucho en cumplir con las expectativas. En el 33, un centro de Javi Galán pasó por mitad de Tchouaméni y Lino sin que ninguno tuviera una mínima opción de alcanzar la pelota. Pasado ya el balón del radio de acción de ambos, el francés apoyó su pie izquierdo sobre la hierba, justo medio segundo antes de que hiciera lo propio el brasileño con su pie derecho. El talón de Tchouameni rozó ligeramente la punta del pie de Lino, suficiente para que el jugador rojiblanco quisiera quitarle protagonismo a los Goya .Lino estuvo tres minutos en el suelo, retorciéndose de dolor, como si le hubiera pasado un camión por encima de su pie. Y eso, en plena era VAR y con un nivel arbitral como el que ahora mismo hay en España, eran palomitas para De Burgos Bengoechea. Le puso la foto fija a Soto Grado y el riojano, que se jubila en junio y ya no tiene nada que perder, compró la instantánea. Ancelotti sonreía irónicamente. Bellingham se llevaba las manos a la cabeza. «Corrupción en la Federación» , cantaba el Bernabéu. Anotó el penalti Julián. Al centro y a media altura, en un semi Panenka. 0-1.El escenario era ideal para el Atlético. Había convertido en agua el vino del Madrid, tenía ventaja en el marcador y toda una segunda parte para robar y correr, pero el plan cambió a los cinco minutos de la reanudación. Por fin un regate, por fin un remate. Rodrygo se marchó de Lino, levantó la cabeza y le puso el balón a Bellingham, sin marca en área pequeña. Le pegó mordida el inglés y rechazó Giménez, pero ahí estaba Mbappé, en modo Raúl, para poner la pelota en la red. Le pegó mordida, pero eso también vale. 1-1. Dos minutos después pudo adelantarse el Madrid, con un cabezazo de Bellingham al palo en una buena acción por banda de Vinicius. Jugada que calcaron en el 59, pero esta vez el remate de Jude acabó en las manos de Oblak. Acumuló el Madrid hasta once disparos en la segunda mitad y más de una decena de centros, pero ninguno encontró las esquinas de la portería. Fácil para un portero de la entidad del esloveno. El Atlético soltaba de vez en cuando alguna contra, sobre todo por la banda derecha, donde Asencio hacía de él y de Fran García y le daba oxígeno al equipo con actores nuevos por las bandas, tanto atrás como adelante. Justo lo contrario que Ancelotti, que no hizo sus dos primeros cambios hasta el 80. No sirvieron para mucho. La Liga sigue tal y como estaba.
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