Ángel Martín: «Lo del beso de Rubiales no fue para tanto, hizo cosas peores»

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Ángel Martín: «Lo del beso de Rubiales no fue para tanto, hizo cosas peores»

Cientos de deportistas y miles de experiencias jalonan la vida del doctor Ángel Martín (Navarrevisca, 1960). Fundador de una de las clínicas estéticas más reconocidas del país, lleva 35 años mejorando la imagen de famosos a la par que haciendo amigos, como Nadal, Figo, Ronaldo, Casillas…—¿Practica deporte?—Desde pequeño me ha gustado mucho. He jugado al fútbol y me encanta el tenis, el esquí, el golf, que es mi pasión actual.—Es usted el cirujano plástico con más amigos deportistas del mundo.—La vida me ha dado eso. He conocido a mucha gente y como he tenido esa afinidad con el deporte se ha ido entroncando todo.—Está bien. Así contribuyen en su vertiente benéfica, que también la tiene.—Impulso un campeonato de pádel contra el cáncer de mamá y otro de golf. Y cuento con todos esos amigos, que siempre quieren venir. De esta forma, recaudamos fondos para estas causas.Noticias relacionadas estandar Si Hinchas Olga Viza: «Nos falta asumir que un gol de Aitana puede ser tan fantástico como uno de Lamine» María José Hostalrich estandar Si Hinchas Juanjo Millás: «Hay pocos futbolistas locos con relación a los que debería» María José Hostalrich—¿Y quién es su mejor amigo?—Íker Casillas es mi íntimo amigo. Somos de pueblos colindantes, Navarrevisca y Navalacruz. Hemos tenido una vida conjunta muy plena.—Cuénteme algo de esa vida tan plena juntos.—La Eurocopa de 2008 es uno de los momentos que más ilusión me ha hecho. El domingo era la final. Luis Aragonés les dio libre el viernes anterior. Íker me llama y me dice que tienen hasta las 11 de la noche. Quedamos, junto a otros dos amigos, y no se les ocurrió otra cosa más que coger, en Viena, un coche de caballos para recorrer la ciudad. Imagínate, por todo Viena, en carruaje. Íker se tuvo que poner un gorro y unas gafas y que los caballos no pararan, para poder continuar.—¿Guarda algún recuerdo confesable más que quiera contar?—Con Seve Ballesteros. Lo conocí como paciente y acabé siendo su amigo. Aprendí a jugar al golf gracias a él. Un día vino a este mismo despacho. Como sabía de mi interés por ese deporte me dijo: «Vete a por una escoba. Agárrala como si fuera el palo de golf. Te voy a dar las cinco claves del golf». En un recetario, que todavía guardo en casa, me hizo apuntar esas cinco claves. Tengo esa hoja firmada y la guardo con mucho cariño. Jugué mucho con él.—¿A partir de qué o de quién se normalizó eso de que un deportista entrara sin complejos a su clínica a arreglarse algo?—Esto ha evolucionado mucho. Cuando empecé, hace 35 años, el porcentaje de hombres era muy bajo. No estaba bien visto entrar en una consulta de estética. Ahora es alto. Los hombres se han incorporado a la medicina estética.—¿El futbolista es muy coqueto?—Se cuidan mucho más. Toman sus antioxidantes, sus nutrientes. Alguno quiere ponerse pelo y lo que más suelen pedir, la depilación láser. Están todo el día con masajes y no tener vello es más cómodo.—Permítame una maldad. ¿El futbolista tiene mal envejecer o es una sensación mía?—Es verdad. El deporte, en exceso, provoca peor envejecimiento. Haces una hipertrofia ventricular que no le viene nada bien al cuerpo. Estoy hablando del deporte de máxima exigencia. El envejecimiento celular aparece antes.—¿Ha tenido que negarse a hacerle algo a un deportista?—Sí. Yo siempre digo que el éxito de una consulta te lo da los casos que no operas, porque no todo vale. Tienes que ser honesto. Y tienes que decirles lo que no se pueden hacer.—Usted es del Madrid, pero no antiatlético. Raro.—Soy del Madrid, pero me encanta el Atleti. Tengo gran amistad con Gil y con Cerezo.—¿Cómo ve a su equipo?—Regular. Lo vemos todos. Aún no se ha dado con la tecla. Es verdad que hemos tenido muchos lesionados. Estamos en cuadro, con bajas en defensa. Se ha ido gente importante, como Kroos, como Nacho. Pero el Madrid siempre resurge.—Sugiere seguir tirando de épica.—Este año, las lesiones han sido más duras. Hay que esperar pero, en el fútbol, todo puede pasar. Al Atleti sí le veo muy fuerte. Y al Barça.—¿Tanto como para ser campeón de liga?—El campeón puede ser el Madrid.—¿Y de Champions?—Ojalá que el Atleti, si no puede ser el Madrid.—¿Qué es eso que tanto le gusta del Atleti?—El pundonor, su fuerza, su idea, la manera de seguir a Simeone, que es una especie de pastor.—¿Algo del Barça?—La cantera. Es increíble. Cómo saca jugadores y lo hacen sólo ellos. Otros sacan a alguno, pero a ellos les salen futbolistas magníficos.—Como hombre de ciencia más que de víscera, ¿qué le sugiere que los clubes grandes se quejen de los árbitros y emitan comunicados hablando de corrupción?—Que no está bien. Los errores humanos existen. Me parece mal que se manifiesten cuando les perjudican y no digan nada cuando les benefician. Pero todos los clubes, eh.—Nos queda un fútbol precioso.—Es que las cosas hay que afrontarlas de otra forma. El futbolista debe ser un ejemplo para todos y no dejarse llevar por el forofismo.—¿No lo dirá por Vinicius?—Es un chaval que, fuera del campo, te sorprende lo buena persona que es. Dentro, se pone un poco nervioso. A veces, es difícil gestionar eso. Ancelotti y la gente del club le dirán lo que debe hacer. Pero, en ocasiones, no puede. Tiene un problema con eso. Se irrita. Pero nada que ver con cómo es fuera. Y lo conozco bien. Cuando llegó a España, con 17 años, su primera semana la pasó en mi casa.—¿Tiene una opinión formada sobre el caso Jenni Hermoso?—A Rubiales lo juzga un juez. Luego, cada uno tenemos nuestra opinión sobre si el beso fue para tanto o no.—¿Fue para tanto?—Para mí, no. Hizo cosas peores que eso.—La última y la que más problemas le va a traer. ¿El deportista con mejor imagen?—Rafa Nadal y Feliciano López. Y el genio de todos que es Míchel (González del Campo). No voy a decir la edad que tiene, pero está hecho un pincel. De hecho, en Arabia, le quieren casar otra vez (risas).

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