La gala de los Goya guardó este sábado la mayor sorpresa para el final, con un ‘ex aequo’ sin precedentes en la categoría principal entre ‘El 47’ y ‘La infiltrada’, que redondeó el discurso de una de las productora de esta última cinta. María Luisa Gutiérrez pronunció unas emotivas palabras para compartir el premio con las víctimas del terrorismo, aquellos que lucharon contra ETA e incluso el periodista de ABC Pablo Muñoz . La productora, que dijo estar contando «una historia real» y recalcó la «responsabilidad de hacer una película que respirara verdad», dedicó su premio a la familia Ordóñez, a la Fundación de Víctimas del Terrorismo, a Covite y a todas aquellas víctimas que han visto la cinta y, «a pesar del dolor», les han dado gracias porque se trata de algo que «hay que recordar». «La memoria histórica también está para la historia reciente de este país» , agregó.Gutiérrez también dio las gracias a la persona que le «regaló la historia, un compañero de la infiltrada real, que estuvo en la lucha antiterrorista». Y añadió: « No lo podríamos haber hecho sin Pablo Muñoz , periodista de Interior de aquella época, que nos hizo todos los informes periodísticos que luego fueron la base para hacer un buen guion, y sin aquellos vascos, para ver que aquel contexto que estábamos retratando era un contexto real». Noticia Relacionada Goya de honor estandar No Aitana Sánchez-Gijón: «Hay que tener miedo a los nuevos imperialismos» Maria Sánchez Palomo La actriz ha dedicado el premio a aquellos «compañeros que siguen luchando contra viento y marea por su profesión».«Los productores, los cuatro, queremos compartir este premio con la infiltrada real y con todos los que, como ella, arriesgan su vida por el bien común, por defender los principios de la democracia. Y recordemos que la democracia se basa en la libertad de expresión , y esta se sustenta en que, aunque yo esté en las antípodas de lo que piensas tú, te respete y tengas el derecho a decir lo que piensas», destacó. Además, recordó a su socio, Santiago Segura, cuya empresa conjunta crea «comedias familiares que dan mucha taquilla» y, «gracias a ellas», pueden «hacer películas arriesgadas como esta» . «En una industria sana se necesitan los dos cines, uno no puede vivir sin el otro», recalcó, antes de acordarse de los productores independientes y de las dificultades que atraviesa el campo español.
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