Más de mil personas intentaron boicotear el pasado fin de semana un acto electoral de Tino Chrupalla , copresidente de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD). Volaron peligrosamente globos rellenos de pintura e incluso tomates, antes de que la policía hiciese uso de la fuerza. A esa misma hora, multitudinarias manifestaciones contra su partido se repetían en varias ciudades alemanas, 250.000 personas en Múnich , según los organizadores. Pero este lunes, cuando se presenta ante los corresponsales extranjeros en Berlín, no se aprecia en su ánimo huella alguna de lo sucedido. Al contrario, con una bandera alemana en la solapa, presume de un potencial de voto de entre el 25% y el 30%, al tiempo que sugiere que en el Parlamento Europeo hace falta «sólo paciencia».Se felicita por el hecho de que Donald Trump y Elon Musk hayan «normalizado» a AfD, aunque su fervor por el nuevo presidente de Estados Unidos llega sólo hasta ahí. En adelante, manifiesta su preocupación por un hecho que no deja dormir tampoco a los altos funcionarios europeos en Bruselas , el chantaje al que quiere someter a Europa, con exigencias de compras energéticas.Chrupalla lo que quiere es que Alemania vuelva a comprar gas a Rusia. Todo su programa económico, de hecho, se basa en esta medida, que volverá en su opinión a hacer competitiva la industria alemana. E insiste en que «Alemania es libre y soberana para decidir a quién le compra la energía y van ya 13 paquetes de sanciones a Rusia», que en su opinión impiden al gobierno de Berlín tomar esa decisión por sí mismo. Sobre sus discrepancias con el espíritu y la letra de la Ley Fundamental alemana, Chrupalla se manifiesta horrorizado por el hecho de que «35 años después de la Reunificación», la Oficina de Protección de la Constitución esté siendo utilizada como arma política de esta manera». Está celebrando por anticipado la paz en Ucrania, una guerra en la que dibuja al ejército ruso como defensor de los derechos de los ucranianos rusoparlantes y de su libertad de religión, al tiempo que critica a la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock. «No habla como la ministra de un líder mundial en exportaciones», acusa, «sino como una profesora de moral mundial».Noticia Relacionada estandar Si Rusia utiliza drones para espiar bases militares en Alemania Rosalía Sánchez «Moscú tiene potencial para amenazarnos y dañarnos», advierte uno de los más altos mandos del Ejército alemánTino Chrupalla nació en 1975 en la Alemania comunista, la RDA. Sus amigos de Gorlitz le pusieron el apodo de ‘el pincel’ porque hizo allí una maestría en la materia, antes de abrir su propia empresa en el comercio de pintura y barniz. Durante décadas votó a la conservadora Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), hasta la crisis del euro. Pero los rescates europeos y la creciente burocracia a que están sometidos los autónomos no eran de recibo para él y la gota que colmó el vaso fue la decisión de Merkel de abrir las fronteras a los refugiados sirios, por lo que pidió el carnet de miembro de AfD en 2015, sólo dos años después de su fundación.Hoy es copresidente del partido junto con Alice Weidel, la candidata electoral a la que las encuestas aseguran a fecha de hoy más del 20% de los votos. A nadie escapa que el partido optó con la aquiescencia de Chrupalla por una candidata mujer por conveniencia, para evitar un perfil machista y subrayar las competencias de gestión económica, y es bien conocida la rivalidad entre ambos, convertida ya en distanciamiento e incluso divergencia política. Weidel se compromete con Occidente y con el derecho de Israel a la autodefensa, por ejemplo, mientras Chrupalla se vuelve hacia Rusia con más vehemencia y critica las «expresiones exclusivas de solidaridad» con Israel.Han dividido al partido en dos bandos y en el de Chrupalla están el líder de AfD en Renania del Norte-Westfalia Kay Gottschalk, Carsten Hütter de Sajonia o Peter Boehringer en Baviera; además de Martin Vincentz de Renania del Norte-Westfalia o Martin Reichardt de Sajonia-Anhalt. Su círculo más cercano incluye a Frank, Christian Herm y Dimitrios Kisoudis. Su peso, como hombre fuerte en la sombra, supera de sobra a los apoyos con los que cuenta Weidel. Pero ante la prensa extrajera de Berlín no deja entrever Chrupalla esa división y defiende con disciplina a la candidata, además de aclarar que AfD no está «indiscriminadamente» en contra de los extranjeros.«Las personas que vienen a este país por la vía legal, que trabajan aquí y pagan sus impuestos, son bienvenidas», dice, «no tenemos nada en contra de ellas y son personas que nos votan», aunque está dispuesto a eliminar la doble nacionalidad y maneja con soltura el término « remigración » para solicitantes de asilo rechazados, personas que han entrado ilegalmente en el país o delincuentes. Está hablando, calculando por lo bajo, de «sólo» unas 300.000 personas. «La gente espera que las leyes se cumplan», justifica. Y está convencido de que «los alemanes» piensan como él. «Los alemanes quieren vivir tranquilos, llegar a su casa después del trabajo y descansar, pero no pueden porque peligra su puesto de trabajo o su pensión. Y quieren que los problemas sean resueltos. No les importa tanto quién los resuelva, sino que sean resueltos», valora. Según su visión de la política actual, no se trata ya de ideologías, sino de pragmatismo. Como Trump, prefiere no hablar de izquierda o de derecha, sino de balanza comercial, e insiste en que «el sistema de coordenadas políticas ha cambiado por completo».
![Tino Chrupalla, el líder prorruso en la sombra de la extrema derecha alemana Tino Chrupalla, el líder prorruso en la sombra de la extrema derecha alemana](https://ayuser.org/wp-content/uploads/2025/02/TinoChrupalla-RI70tkTn8RTn88M6VNwptYL-758x531@diario_abc-KQHt2r.jpeg)
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