El Madrid tenía la cabeza gacha y la mandíbula desencajada. Acababa de recibir un puñetazo salvaje del Unicaja, más que merecido nuevo campeón de la Copa del Rey . «Han ganado de forma merecida, han jugado mejor que nosotros», reconocía Chus Mateo tras la final. «Es un año más complicado que los anteriores, tenemos más déficits. Hemos perdido algo de físico y notamos mucho la ausencia por lesión de Deck , que nos da un volumen grande de músculo y es una piedra angular del equipo. Es un hecho, el Unicaja está siempre arriba y por supuesto que son una alternativa», explicaba el técnico antes de, junto con sus pupilos, coger un vuelo para llegar a Madrid en plena madrugada. Lo cierto es que los malagueños, además de mostrarse muy superiores en el rebote y en la defensa (provocaron 17 pérdidas de los blancos), deben sentirse bendecidos por contar en su bando al que sin duda es el héroe de esta Copa, Kendrick Perry (Florida, Estados Unidos, 32 años), un diablo nunca antes visto en la competición, pues nadie había anotado 27 puntos , 17 de ellos en el último cuarto, y repartido seis asistencias en una final. «Nos hemos sacrificado todos al servicio del colectivo, cualquiera podía haber sido MVP. Antes les he dicho a Alberto Díaz y a Sima que sin ellos no estaríamos ahora aquí (los españoles fueron los más destacados en las semifinales ante el Tenerife). Ganaremos todos los trofeos que podamos, veremos hasta dónde podemos llegar. Lo que es seguro es que esta noche lo vamos a celebrar», comentaba el estadounidense con una amplia sonrisa, algo incrédulo cuando los periodistas le detallaban sus estadísticas. Ahora está en la cresta de la ola, pero a Perry le ha costado lo indecible llegar hasta ella. Rechazado por la NBA, en 2014 hizo las maletas y se fue a jugar a Australia, a los Sydney Kings concretamente, primera parada de un tren que le llevaría por Hungría, Macedonia del Norte, Rusia, Francia, Serbia, Eslovenia y Montenegro.Noticia Relacionada baloncesto | copa del rey estandar Si El Barça de Peñarroya cava su propia tumba en Gran Canaria Pablo LodeiroEn el país balcánico no solo echó raíces (le fue otorgada la nacionalidad y siempre representa a su selección en torneos internacionales), sino que destacó tanto que un Unicaja en plena reconstrucción, que se había entregado a la pizarra de Ibon Navarro , se hizo con sus servicios en 2022. Desde entonces, no ha hecho más que ganar.
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