Los médicos del Hospital Policlínico Gemelli están más serenos este lunes por la noche pues, han dicho, «el Papa está estable y no tiene fiebre». El tono del quinto parte médico que acaban de dar a conocer es más tranquilizador que el de esta mañana . «El Santo Padre sigue apirético y continúa con la terapia prescrita. Su estado clínico es estable», recita el texto. Aún no ha habido tiempo para que los análisis muestren los resultados del reciente cambio de terapia.Francisco ha retomado este lunes algunos documentos de trabajo, y se ha dedicado a la lectura de documentos. «Esta mañana ha recibido la Eucaristía y después se ha dedicado a algunos trabajos y a la lectura de textos», explica el portavoz del Vaticano Matteo Bruni.Además, el Papa ha hecho saber que «está conmovido por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que sigue recibiendo en estas horas». Como muchos le llegan firmados por pacientes que están en el hospital, dice que «en particular, desea dirigir su agradecimiento a los que se encuentran hospitalizados, por el afecto y el cariño que le expresan a través de dibujos y mensajes de buenos deseos; reza por ellos y pide que recen por él».El tono del comunicado es menos grave del de esta mañana, que recitaba que «los resultados de los análisis llevados a cabo en los últimos días han mostrado una infección polimicrobiana de las vías respiratorias, lo que ha llevado a un nuevo cambio de terapia. Los análisis realizados hasta la fecha son indicativos de un cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada».
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