Camisetas para medir el azúcar, gafas para ‘viajar’ a la niñez… los cuidados del siglo XXI

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Camisetas para medir el azúcar, gafas para ‘viajar’ a la niñez… los cuidados del siglo XXI

«La tecnología que se desarrolla con un fin social debe estar siempre al servicio de los humanos, su intención será hacer de lo complejo algo sencillo, ahorrar tiempo, recursos y reducir riesgos en la vida…». El mensaje que Steven Spielberg quiso dejar hace ya más de dos décadas en su visionaria película ‘A. I. Inteligencia Artificial’ se hace más presente que nunca estos días en el recinto ferial de Zamora , dond e administraciones, entidades del tercer sector y empresas y ‘starups’ relacionadas con la innovación ‘ensayan’ el futuro (y presente) de la tecnología destinada a los cuidados. Este viernes el protagonismo se lo ha llevado la Inteligencia Artificial y sus aplicaciones en el ámbito de la salud y la atención a la dependencia y cuidado de mayores. «Nos ha abierto un horizonte en el que se va a acelerar el desarrollo de la robótica social», ha afirmado Eduardo Zalama, catedrático de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Valladolid, asesor científico del centro Cartif e implicado en el proyecto EIAROB, cuyo objetivo es promover la autonomía y calidad de vida de las personas mayores y dependientes. Ha aventurado por ello que no pasará mucho tiempo para que veamos la «interacción social» de las máquinas y que el reto está en la «personalización», algo en lo que ha coincidido Javier Pascual, CEO de Singular Things y experto en robótica aplicada a las personas, para quien el «desafío» también está en que esta tecnología se «mimetice» con el entorno. Para hacerse entender, lo ha llevado a la práctica: supondría, por ejemplo, «que un abuelo no tuviese que utilizar una pulsera para medir su glucosa, sino que lo pudiera hacer con la camiseta que utiliza todos los días».M. ÁLVAREZSobre la mesa de la feria organizada por la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León y por el Clúster Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente (SIVI), también se han puesto sobre la mesa los «riesgos» de este tipo de tecnología, como su «aceptabilidad» por parte de usuarios y cuidadores y la «deshumanización» . Por ello, han abogado por que «la robótica no sólo sea efectiva sino también afectiva». «Es muy importante construir la tecnología en base a sus necesidades del usuario», ha defendido Andrés Pazos, ‘head’ de Alexa España en Amazon , mientras que Guillem Alenya, director del Instituto de Robótica e Informática Industrial, dependiente del CSIC, ha denunciado que la «sobrerregulación» que existen en Europa sobre la IA está haciendo que vaya por detrás de países como China o EE.UU.Pero la jornada de este viernes ha dado mucho más de si, con intervenciones interesantes como la del CEO de Synergy Tech, Darío Samaniego, que para hablar del futuro de la robótica social en la prestación de los cuidados ha subido al escenario el humanoide G1, «el primer robot que se comercializa en el mundo». «Estamos en el nacimiento de la robótica dinámica», ha señalado Samaniego, al tiempo que ha explicado que el desarrollo de la IA va a ser fundamental para que esta tecnología sea realmente «realmente funcional». Con ella, los robots «podrán ejercer tareas, desplazarse de un sitio a otro, simplemente vigilar…».Noticia Relacionada estandar No La Feria de la Innovación en los Cuidados regresa a Zamora con casi el doble de empresas del sector biotecnológico ABC La cita, «más abierta e inclusiva» que la primera edición, cuenta con un espacio de 5.000 metros cuadrados en el que los actuales y futuros usuarios serán «parte activa» de las demostracionesHa destacado también Samaniego los beneficios que supondría la introducción de estos humanoides en residencias de mayores, donde podrían servir «para verificar en qué situación se encuentra un determinado usuario, medir su temperatura, reconocer sus dolencias…».El desarrollo del G1 comenzó hace un año en la Universidad de Alicante y ha supuesto «una satisfacción enorme», ha asegurado el CEO, que ha aventurado que en un tiempo no muy largo -no más de dos años- podría estar interactuando con gente e incluso hablando. Aún así, este tipo de robótica tiene un «reto» aún mayor: «Tener empatía con la persona con la que se relaciona y para eso hay que entrenarlo. Es la parte más difícil de todo lo que implica el desarrollo de la robótica«.No sólo las ponencias, también la feria sirve de escaparate de los últimos avances en tecnologías para los cuidados. Así, mientras el G1 se entremezcla con la gente, en los expositores empresas y entidades del tercer sector muestran sus novedades. Entre ellas, el canal virtual de Oroi , que permite a los mayores «vivir experiencias que por una serie de limitaciones físicas o asociadas a la edad no pueden», explica Jorge Maylin, uno de sus impulsores. Destaca los «positivos» efectos de este tipo de prestaciones tanto a nivel «emocional» -«visitar el lugar al que se fue de viaje de novios o cuando vio por primera vez el mar tiene un impacto emotivo muy fuerte», como «cognitivo».M. ÁLVAREZEntre los proyectos que llaman más la atención está la ducha accesible diseñada por la empresa barcelonesa Showee , «la termomix de las duchas», la define Eric Güell, uno de sus impulsores, que explica que ahorra «un 60 por ciento de agua» y que ya está presente en más de 30 grupos sociosanitarios. Destaca también las propuestas de Idonial, el Centro Tecnológico más grande de Asturias, como el botiquín y pastilleros inteligentes, con un sistema de alerta para controlar la medicación. O sus pastillas diseñadas con impresora 3D, con textura de gominola, que además de presentar formas atractivas para mejorar su ingesta por parte de los niños, permite que varios principios activos que sean compatibles vayan en una única píldora. En Fitecu están presentes, además, el andador inteligente de Cartif o sus desarrollos de Hometech, presentes ya en un centenar de hogares de Castilla y León y cuyos resultados se están monitorizando. Asimismo, junto a estos grandes centros de investigación tienen hueco startups como Irobics, una spin-off que surge a raíz del conocimiento generado en la Universidad de Carlos III , y cuyos socios fundadores han estado más de una década investigando cómo se podría aplicar la robótica asistencial social en tratamientos rehabilitadores. De sus soluciones se benefician ya instalaciones como el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid o varios centros de la Orden de San Juan de Dios en Andalucía.

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