Moise Kean, delantero de la Fiorentina, tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla y con un collarín colocado tras el fuerte golpe en la cabeza recibido en la segunda parte del partido que su equipo disputaba este domingo en Verona. Tras un fuerte choque involuntario con Dawidowicz, Kean recibió un rodillazo en la ceja, por la que sangró de forma abundante. Los médicos del equipo violeta le curaron la herida, le pusieron un aparatosos vendaje y el jugador regresó al terreno de juego. O, mejor dicho, lo intentó. Porque segundos después se desplomó sobre el césped.El árbitro paró el partido, los médicos volvieron a entrar y, minutos después, el futbolista italiano, consciente en todo momento, fue sacado en camilla y trasladado en ambulancia a un hospital de Verona para ser sometido a las pertinentes pruebas.La Fiorentina no gana para sustos. Hace tres meses, el 1 de diciembre, también hubo que detener el encuentro que jugaba en casa frente al Inter Milán después de que el mediocampista Edoardo Bove se desmayara al sufrir un paro cardíaco provocado por un ataque epiléptico.
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