« Esto es un punto y final ». No había transcurrido ni una hora de la esperada reunión del Gobierno con las comunidades autónomas para abordar entre otras cuestiones la propuesta de condonación de la deuda autonómica acordada por el Ministerio de Hacienda con ERC a espaldas de los gobiernos regionales cuando el consejero de Hacienda de la Xunta de Galicia. Miguel Corgos, tomó la palabra. « No vamos a quedarnos a votar algo que no se ha negociado en este foro y a lo que nos oponemos de forma unánime», dijo. Se levantó, pidió permiso a la vicepresidenta para entregarle una carta firmada por los doce consejeros de las comunidades autónomas gobernadas por el PP y los dos representantes de Ceuta y Melilla y enfiló la puerta de salida junto al resto de consejeros de las autonomías del PP, dejando semivacío el hemiciclo donde se celebran estas reuniones. «¿Se marchan entonces? ¿No se quedan a escuchar mi respuesta?», les dijo entonces la vicepresidenta, desairada, al presenciar la escena, según aseguran varias fuentes presentes en la reunión. La respuesta fue negativa.Noticia Relacionada estandar Si Doce barones y sus razones para decir que ‘no’ a la quita de SánchezLa siguiente escena se produjo en los pasillos del Ministerio de Economía. Rodeados de periodistas, los consejeros autonómicos del PP se plantaron en las escaleras en bloque para trasladar sus motivos. «Queremos trabajar en este foro en condiciones de igualdad para construir un mejor estado de los autonomías y nos estamos encontrando con acuerdos que se toman en otros foros y que luego nos traen aquí ya cerrados y solo para ratificar. No vamos a aceptar esa condición de comparsas que se nos quiere imponer», dijo el consejero gallego. «No vamos a aceptar las migajas del pacto de Sánchez con los independentistas solo por reducir unas décimas nuestro déficit», dijo la consejera valenciana de Hacienda, Ruth Merino. «Lo lógico es que hoy nos hubiera traído lo que nos dijeron en la última reunión que nos iban a traer, que es una propuesta de reforma del sistema de financiación autonómica, que incluyera más recursos para cumplir con nuestras competencias, pero no ha habido nada de eso, solo cuestiones parciales que solo interesan a los nacionalistas catalanes», remachó la consejera madrileña Rocío Albert.Las reivindicaciones que expusieron fuera de la sala y que no figuraban en el orden del día de la reunión establecido por el Ministerio de Hacienda las recibió María Jesús Montero en la carta que le entregó el consejero gallego: un nuevo sistema de financiación autonómica construido sobre la lealtad institucional y que se aleje de cualquier tentación de bilateralidad en su definición; la creación de un fondo de nivelación transitorio para las autonomías más perjudicadas por el sistema actual en tanto el nuevo no se apruebe; una mayor cogobernanza de los fondos europeos; un mayor respeto a la autonomía fiscal de las comunidades autónomas ante las constantes amenazas de coartar su margen de maniobra; restaurar las entregas a cuenta y no sobre los ingresos de 2024 como pretendía el Gobierno sino sobre los ingresos previstos para 2025; y el desbloqueo del FLA extraordinario, esencial para la estabilidad financiera por ejemplo de la Comunidad Valenciana, que también reclama la absorción por parte del Estado de la deuda que se genere por las medidas autonómicas para paliar el impacto de la DANA.Aval deslucido del Consejo de Política Fiscal a la quitaEl puñetazo encima de la mesa de las comunidades autónomas del PP deslució en gran medida el trámite formal de aprobación por parte del Consejo de Política Fiscal y Financiera de la propuesta gubernamental. Un aval que se daba por descontado porque únicamente necesitaba del apoyo de una comunidad autónoma, por la mayoría relativa que tiene el Gobierno en el foro, pero que solo alineó a tres de las 15 autonomías de régimen común.La ministra Montero desdeñó en su rueda de prensa posterior a la reunión la maniobra de las autonomías del PP que atribuyó a una refriega partidista . Las acusó de deslealtad y dejación de funciones y vaticinó que cuando llegue el momento de aprobar de verdad la condonación la acabarán aceptando. «Están buscando excusas para justificar un rechazo que no podrían explicar en sus territorios», dijo.Fuentes de los gobiernos autonómicos del PPponían en contexto el movimiento. «Creían que nos iban a dividir, pero las autonomías del PP llevamos muchos meses trabajando juntas y no hacemos nada de forma improvisada» .«No aceptamos migajas»»No podemos aceptar las migajas del pacto de Sánchez con los independentistas solo por reducir unas décimas nuestro déficit», ha dicho la consejera de Hacienda de la Comunidad Valenciana, Ruth Merino, en los pasillos del Ministerio de Economía. «En ningún caso podemos apoyar unos criterios que no benefician en nada a los ciudadanos y menos aún a la Comunidad Valenciana», ha remachado.Los consejeros populares han pedido que conste en el acta de la reunión que el Consejo de Política Fiscal y Financiera «carece de competencias para abordar una mutualización de la deuda autonómica», un argumento» aceptado de partida por la ministra de Hacienda que ya dijo el pasado lunes que el artefacto se aprobaría a través de una ley orgánica, y que entienden la operación como una «decisión arbitraria, discriminatoria y politizada».Los consejeros de los gobiernos socialistas de Castilla-La Mancha y Asturias han respaldado por su parte la propuesta del Ministerio de Hacienda, que entienden como una reducción muy notable de sus niveles de deuda.
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