«¡Ya has hablado suficiente!» . Así trató de acallar el presidente de Estados Unidos al ucraniano Volodímir Zelenski en su visita al Despacho Oval . Fue una bronca sin precedentes, insólita, que propició el vicepresidente norteamericano, J.D. Vance, al acusar a Zelenski de no respetar a Estados Unidos por acudir aquí a la Casa Blanca a pedir ayuda con exigencias y garantías de seguridad.Donald Trump intervino para sumarse a los reproches de su número dos. «Estás jugando con la III Guerra Mundial» , le recriminó, elevando la voz y perdiendo la paciencia, mientras Zelenski se mostraba visiblemente incómodo en su asiento.La reunión bilateral, que debía servir para negociar un acuerdo entre ambas naciones con el objetivo de lograr un alto el fuego con Rusia, terminó convertida en una bronca pública monumental. Lo que debía ser un encuentro sobre el futuro de la relación entre Estados Unidos y Ucrania se transformó en un cruce de acusaciones y reproches abiertos, marcando lo que parece a todas luces un quiebre en la relación entre ambos líderes.Desde el inicio, la tensión era palpable. JD Vance, vicepresidente de Trump, tomó la palabra para reprender a Zelenski, acusándolo de usar la reunión como un acto de propaganda y de «litigar frente a los medios estadounidenses». La actitud del presidente ucraniano no fue bien recibida por la administración republicana, que dejó en claro que esperaba una postura distinta por parte de Kiev. Esa reunión terminó sin la firma de ningún acuerdo y Zelenski abandonado la Casa Blanca antes de tiempo. Tampoco hubo rueda de prensa después del encuentro, como estaba previsto. «Estos tipos no tienen reglas»Zelenski no siguió la línea de los mandatarios que se sentaron en esa misma silla del Despacho Oval en los últimos días, el francés Emmanuel Macron y el británico Keir Starmer. Ambos optaron por los halagos y la diplomacia con Trump, midiendo sus palabras con mesura y discreción. Zelenski, en cambio, dejó claro que no podía haber concesiones ante la agresión de Putin. Se presentó con fotografías de víctimas de las atrocidades rusas en el frente. «Estos tipos no tienen reglas», dijo.Trump no tardó en intervenir y elevó el tono rápidamente. Mirando directamente a Zelenski, le espetó: «No estás en una buena posición ahora mismo».Vance no se quedó atrás y lanzó otra crítica directa al líder ucraniano: «¿Has dicho gracias siquiera una vez? Te fuiste a Pensilvania a hacer campaña para la oposición», en referencia a una visita de Zelenski a Estados Unidos en septiembre, cuando acompañó al expresidente Joe Biden y a otros demócratas a visitar una fábrica de armas en ese estado clave en las elecciones.Trump retomó el hilo y fue más allá: «Te estás quedando sin soldados … y encima nos dices que no quieres un alto el fuego».Zelenski intentó responder, pero las interrupciones y la dinámica cada vez más agresiva de la reunión apenas le dieron espacio. «Debe haber garantías de seguridad», insistió el mandatario ucraniano, rechazando la idea de que solo un cese al fuego pueda resolver el conflicto. «No aceptaremos solo un alto el fuego», remarcó con firmeza, asegurando que el documento firmado ese día era solo un primer paso, pero que no era suficiente.Trump, en cambio, esquivó las demandas de Zelenski y minimizó la cuestión de la seguridad. «Determinar la seguridad es la parte fácil», dijo con desdén. «Lo que yo quiero es cerrar este acuerdo. Me siento con la obligación de detener las muertes». Y luego añadió una frase que dejó aún más claro su enfoque: «Espero no tener que enviar muchas más armas porque quiero resolver esto rápido».«Quiero resolver esto»En otro momento clave de la reunión, Trump fue consultado sobre su postura en las negociaciones y dejó claro que se posiciona en el medio entre Rusia y Ucrania. «Quiero resolver esto. Estoy con ambos lados», afirmó, lo que generó aún más incertidumbre sobre su verdadero compromiso con Kiev.La conversación también tocó el papel de la OTAN y el apoyo a Europa. Trump reafirmó su respaldo a Polonia, asegurando que «Estados Unidos está muy comprometido con Polonia», pero lanzó un claro mensaje a sus aliados: «Europa tiene que dar un paso al frente. No podemos seguir poniendo mucho más que ellos».Lo sucedido en el Despacho Oval no tiene precedentes en la historia reciente de las relaciones entre Washington y Kiev. Nunca antes un presidente de Estados Unidos había recriminado con tanta dureza a un aliado en plena guerra.La escena reflejó un giro radical en la postura de la administración Trump hacia Ucrania, marcando el inicio de una etapa incierta para el país europeo en su lucha contra Rusia.
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