Dos derrotas y solo cinco de los últimos quince puntos, tres penaltis en contra por ninguno a favor desde aquel comunicado contra el estamentos arbitral y una caída al vacío en la Liga que complica mucho el camino del Madrid en el campeonato doméstico. Comenzó ganando en el Villamarín con un gol tempranero de Brahim , pero acabó siendo remontado por un gran Betis a los lomos del mejor Isco.Betis 2-1 Real Madrid Jornada 26 de la Liga Real Betis: San Miguel; Sabaly (Ruibal, min.80), Bartra, Llorente, Ricardo Rodríguez; Altimira (Natan, min.90), Cardoso, Isco; Antony, Jesús Rodríguez (Chimy Ávila, min.71) y Cucho Hernández (Bakambu, min.80). Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Rüdiger, Alaba (Camavinga, min.60), Mendy (Fran García, min.84); Tchouaméni, Modric, Brahim (Güler, min.60); Rodrygo, Vinícius y Mbappé (Endrick, min.75). Goles: 0-1, min.10: Brahim. 1-1, min.34: Cardoso. 2-1, min.54: Isco (p). Árbitro: Hernández Hernández (C. Canario). Amonestó con tarjeta amarilla a Isco (min.81), Chimy Ávila (min.82) y Altimira (min.90) por parte del Betis, y a Brahim (min.32), Rüdiger (min.53), Alaba (min.57) y Vinícius (min.86) en el Real Madrid.La primera mitad la inició el Madrid con un buen tanto y la acabó con una tromba de agua y de juego del Betis, que igualó el tanto inicial de Brahim y no se fue al descanso con ventaja por uno de esos milagros de Courtois que solo se ven en Fátima. Y en la portería del Madrid.Fueron quince minutos iniciales de claro dominio blanco. El Betis decidió entregarle el balón y se refugió en campo propio, invitación equivocada cuando delante tienes tanto talento. De la nada, en el 10, Mbappé se inventó un pase al espacio para la incursión de Mendy. Ferland, solo ante Adrián, engañó a todos, incluso a sí mismo, y en lugar de tirar puso el balón atrás para que Brahim la empujara a la red. Ni el madridista más optimista hubiera puesto los ahorros de su abuela a un desenlace así. A la mejor asistencia de la carrera de Mendy ayudó la desgana de Antony para perseguir al francés, que llegó al área como Bianca Censori a la alfombra roja de los Grammy. Nada tiene que ver este Mendy al de la primera mitad de la temporada. Buena (la única ayer) noticia para el Madrid.El 0-1 abrió los ojos del Betis, que desde el minuto 20 entendió que si quería dar de comer a los cerdos nadie le iba a sujetar el cubo. El equipo adelantó 25 metros sus líneas, Isco bajó a la zona del ‘5’ a pedir hasta los bocadillos de la grada y el niño Jesús Rodríguez se dio cuenta que delante tenía a Lucas y no a un híbrido de Zanetti y Thuram. Crecimiento que encontró el apoyo necesario con el gol del empate. En el 34, un saque de esquina botado por Isco lo remató absolutamente solo Cardoso en el corazón del área pequeña. Mal Courtois , dubitativo en la salida, y mal la comunicación entre los jugadores, sin nadie tapando la llegada del pivote verdiblanco. Thibaut, que casi con sus dos metros jamás puede permitir que un futbolista le remate en un córner a dos palmos de su cara, se redimió justo en la última jugada antes del descanso. Otro saque de esquina y otro remate de Cardoso, esta vez en el primer palo y más alejado de la portería. Su cabezazo rebotó en el cuerpo de Tchouaméni y desvió la trayectoria, obligando a Courtois a rectificar y sacar una mano abajo para escupir el balón por encima del larguero. La parada de la Liga.El manto de agua amainó algo en la segunda mitad, pero no el ritmo ni la intensidad del Betis, que salió como se fue. Tormenta de fútbol ante un Madrid superado física y emocionalmente. Su mente estaba más en el derbi de Champions del martes que en el Villamarín , y eso se paga. Caro. Muy caro.Isco sella la remontada béticaEn el 54, Alaba, que volvió a ser titular por segundo partido consecutivo en Liga, se fue al centro del campo a perseguir a Isco como quién persigue a una abuela. Fácil para el malagueño, que se giró y combinó para encontrar a Jesús Rodríguez en el agujero que había dejado el austríaco. El canterano, mientras decidía si se la jugaba o asistía al Cucho, esperó a que llegara Rudiger para poner su cuerpo justo delante del alemán que, ingenuamente, le atropelló. Penalti.Lo anotó Isco, a la derecha de Courtois, y se fue a celebrarlo con la grada, donde estaba su pareja, Sara Sálamo, como una hincha más. Beso y júbilo. Ni pasado madridista ni perdón ni arrepentimiento. Lo celebró como si fuera Messi. Su perro, no Leo. Bueno, también Leo. Con el 2-1 y un Betis muy superior, Ancelotti agitó el árbol antes de su patrón habitual. En el 60, Guler y Camavinga al campo, pero como si hubieran entrado Paco y Jaime. Inocuos el turco y el francés. Preocupante momento de forma de ambos.La tuvo el Cucho en el 80 para sentenciar, en un disparo que acarició el palo derecho de Courtois. Situación de gol a la que llegó tras un control orientado dentro del área que Tchouaméni observó como quién le hace una foto a La Giralda. El Madrid, ya con Endrick y sin Mbappé, ni las tuvo. Mala pinta.
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