Por primera vez en 97 años, la alfombra roja de los Oscar tendrá más emoción que la propia ceremonia. Incluso se podrá ver un milagro ante los flashes: como Moisés separando las aguas, los ‘publicity’ irán apartando a sus estrellas del camino de Karla Sofía Gascón . El viernes, la española reapareció en la gala de los César (los Goya de Francia) donde se sentó en la misma fila que sus excompañeros aunque a una distancia -como de cordón sanitario- que evidencia el vacío que le están haciendo. Parece que nadie del ecosistema Hollywood quiere aparecer junto a la última cancelada de una industria que celebra en la madrugada del domingo al lunes lo mejor de sus trabajos delante y detrás de las cámaras. Porque los Oscar también son política, y este año se ha constatado en el cuerpo de la actriz de Alcobendas, que anunció a través de intermediarios que acudiría a la gala y que Netflix, la productora de ‘ Emilia Pérez ‘, le pagaría los fastos del viaje. Es la última factura de un desembolso que le ha salido rana a la multinacional, ya que invirtió varios millones de euros en la promoción de su nueva estrella, de 52 años, y de la película. Todo iba bien hasta el anuncio de las nominaciones, cuando sumó 13; pero días después una activista rescató viejos tuits racistas de Gascón y toda esperanza de éxito para ‘Emilia Pérez’ en los Oscar se disipó. A Netflix se le escapa otra opción de legitimarse con el Oscar a mejor película, una carrera que empezó en 2019 y en la que se ha dejado, según medios americanos, más de 100 millones. Salvo milagro, esta noche su película sufrirá la misma derrota que ‘Roma’ vivió en 2019, ‘El irlandés’ en 2020, ‘Mank’ en 2021, ‘El poder del perro’ en 2022, ‘Sin novedad en el frente’ en 2023 y ‘Maestro’ el año pasado. El descabalgamiento de la millonaria apuesta de Netflix allana el camino a tres títulos independientes, una muestra de que este año Hollywood ha virado a lo alternativo después de que la huelga de guionistas de 2023 dejara sin grandes títulos de ‘majors’ las carteleras de 2024. Así, ‘ The Brutalist’, del casi desconocido Brady Corbet ; ‘ Anora ‘, del ganador en Cannes Sean Baker , y ‘ Cónclave ‘, de Edward Berger (‘Sin novedad en el frente’) serán las protagonistas de la noche con permiso de Coralie Fargeat , directora de ‘ La sustancia ‘, la película con la que Demi Moore ha logrado su primera nominación a un Oscar que se llevará tras el desbarramiento de Karla Sofía Gascón, y James Mangold , también nominado a mejor director por ‘ A Complete Unknown ‘, el biopic de Bob Dylan con el que Timothée Chalamet podría arrebatarle el Oscar a mejor actor al favorito, Adrien Brody (‘The Brutalist’), al que también arrebataría el récord de convertirse en el actor más joven en ganar el Oscar. Más allá del morbo de la alfombra roja y de las apuestas para el palmarés de esta noche, los Oscar de 2025 estarán marcados por la política, con Hollywood posicionado en contra de Donald Trump , que asumió la presidencia para su segundo mandato en la Casa Blanca hace poco más de cinco semanas. «Creo que como anfitrión no puedo ignorar el momento en el que estamos ahora mismo», dijo Conan O’Brien , que debutará el domingo como presentador de los Oscar tras coger el testigo de Jimmy Kimmel , que lo hizo en las dos últimas entregas. «Quiero hacerlo con humor y también asegurarme de que la noche no deriva sólo hacia eso», remató el cómico en una rueda de prensa el viernes. «Conan quiere hacer las cosas un poco diferente», indicó por su parte Raj Kapoor, productor ejecutivo de la gala.Además de la política, los productores aseguraron que habría varios homenajes a las víctimas y a los que combatieron los incendios de Los Ángeles, porque los Oscar, además de celebrar el cine global, no dejan de ser la fiesta de los vecinos de Hollywood. Por eso habrá también mucha música autorreferencial. De hecho, el momento más esperado será, demás de la entrega de la estatuilla a la mejor película, un anunciado número musical de ‘ Wicked ‘. Cynthia Erivo (nominada a mejor actriz) cantará ‘Defying Gravity’ y Ariana Grande (contendiente a mejor actriz de reparto) lo hará con ‘Popular’, según confirmaron los productores a Afp. También subirán al escenario cantantes como Doja Cat, Queen Latifah , Raye o la estrella de K-Pop Lisa. Pero, y esto ha generado mucho polémica entre los fans de los Oscar, no se interpretarán las nominadas a mejor canción sobre el escenario, donde ‘Emilia Pérez’ sumaba dos candidaturas. Y aunque la categoría suele pasar sin pena ni gloria entre la prensa generalista y el público medio, la «tensión» recuerda a la de hace 20 años, cuando los productores no dejaron subir al escenario a Jorge Drexler a cantar ‘Al otro lado del río’ por no ser «suficientemente famoso». En su lugar, fue Antonio Banderas el que cantó la banda sonora de ‘Diarios de motocicleta’. Cuando después Drexler logró la estatuilla, en lugar de dar un discurso cantó su canción , en un momento que ya es historia. Historia también podría hacer esta noche Bob Dylan si aparece a cantar junto a Chalamet alguna canción de su película biográfica, algo que los organizadores de la gala dijeron en la presentación que era más un sueño que una posibilidad real. Si el viejo bardo se sube al escenario del Dolby Theatre cambiaría la dinámica de los últimos años de unos premios marcados por el error de ‘La La Land’, la agresión de Will Smith a Chris Rock y premios discutidos y discutibles como ‘CODA’ o ‘Todo a la vez en todas partes’. Porque la distancia entre los Oscar y el público es cada vez más flagrante. Y no solo para Donald Trump, que en 2020, con el premio gordo para ‘Parásitos’, arremetió contra la película coreana, contra Hollywood y tiró de nostalgia pidiendo que volvieran películas como ‘Lo que el viento se llevó’. La distancia entre público y Oscar no deja de crecer: entre ‘Un completo desconocido’, ‘Cónclave’, ‘La sustancia’, ‘Anora’, ‘The brutalist’ y ‘Emilia Pérez’, favoritas a rascar premios gordos esta noche, no suman ni la mitad de lo recaudado por ‘ Dune: parte dos ‘ que, aunque recibió la nominación a mejor película, tiene escasas posibilidades de un Oscar importante. Noticias relacionadas estandar No Los Oscar más inciertos en 20 años: por qué puede ganar (casi) cualquier película Pablo Amigo estandar Si Hollywood se pasa al ‘indie’ en el camino hasta los Oscar Fernando MuñozPor si acaso, y para que todos estén tranquilos, este año la popular bolsa de regalos que todos los nominados reciben incluye productos de marihuana, además de una liposucción, viajes de lujo… todo valorado en 200.000 euros. Así las estrellas de la noche y los candidatos anónimos de las categorías menos populares podrán sonreír durante las más de tres horas y media que dure la ceremonia. Una fiesta del cine y, también, de la política que rodea a la industria americana. Queda por ver si la audiencia vuelve a querer sentirse parte de un sarao que cada vez más parece destinado al consumo propio: Desde 2020 no se superan los 20 millones de espectadores, y pensar en los 40 millones que veían la gala hace solo una década parece ya más un sueño que una realidad. Tanto como que Bob Dylan se pase por los Oscar a animar aquello.
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