Colossal Biosciences acaba de dar un nuevo paso en su ambicioso plan de ‘resucitar’ al extinto mamut lanudo para el año 2028. Autodenominada ‘empresa de desextinción’, un término tan nuevo que aún no aparece en el diccionario, Colossal fue fundada en 2021 por el empresario Ben Lamm y el genetista de Harvard George Church , que fue el más joven de los científicos del Proyecto Genoma Humano.Ahora, la compañía acaba de revelar la creación del que han bautizado como ‘Ratón Lanudo Colosal’, ratones modificados genéticamente para que su pelaje sea similar al del extinto paquidermo. El avance, recién anunciado en el servidor de prepublicaciones BioRXiv, aún no ha sido publicado en una revista científica revisada por pares, pero aun así ya está generando todo tipo de reacciones en la comunidad científica. Según la compañía, «al modificar con éxito siete genes simultáneamente , el equipo de Colossal creó ratones con color, textura y grosor de pelaje radicalmente alterados, que recuerdan a los fenotipos centrales del mamut lanudo». Lo cual valida la viabilidad de la estrategia de Colossal y acerca un poco más la posibilidad de ver a los mamuts lanudos vagando nuevamente por las tundras árticas.«El ‘Ratón Lanudo Colosal’ -asegura Ben Lamm- marca un momento decisivo en nuestra misión de desextinción. Al diseñar múltiples rasgos tolerantes al frío de las vías evolutivas del mamut en una especie modelo viva, hemos demostrado nuestra capacidad para recrear combinaciones genéticas complejas que la naturaleza tardó millones de años en crear. Este éxito nos acerca un paso más a nuestro objetivo de traer de vuelta al mamut lanudo ».Noticia Relacionada estandar No Hallan intactos los cromosomas de un mamut de hace 52.000 años, un paso más para su ‘resurrección’ Judith de JorgeUn proyecto ambiciosoEl proyecto de Colossal Biosciences se basa en una combinación de tecnologías de vanguardia, incluyendo la edición genética CRISPR, la clonación y la biología sintética. El objetivo final es crear un mamut lanudo genéticamente similar al original, utilizando para ello células de elefante asiático como punto de partida. El proceso implica la modificación de cientos de miles de genes individuales para ir introduciendo paulatinamente, una a una, las características distintivas del mamut, como su pelaje lanudo, su resistencia al frío y su metabolismo adaptado a las condiciones árticas.Ya en 2024, los científicos de Colossal consiguieron reprogramar células de elefante asiático y devolverlas a un estado embrionario . Es decir, crearon ‘células madre pluripotentes inducidas’ (iPSC), capaces de comportarse de forma muy similar a como lo hacen las células madre que se encuentran en un embrión y de tener, como ellas, la capacidad de dar lugar a cualquiera de los tipos de células que forman los diferentes órganos y tejidos de un organismo, desde piel a músculo o hueso. Un paso previo imprescindible en el camino de ‘resurrección’ de los mamuts.El mamut lanudo, un gigante herbívoro que habitó la Tierra durante la Edad de Hielo, se extinguió hace unos 4.000 años, probablemente a causa de unas prácticas de caza descontroladas por parte de nuestros antepasados. Su desaparición, junto con la de otros miembros de la megafauna, como el tigre dientes de sable y el perezoso gigante, tuvo un impacto significativo en los ecosistemas y paisajes del planeta. Según los científicos de Colossal, su reintroducción en la tundra siberiana podría ayudar a restaurar este ecosistema, que ha sufrido un deterioro significativo a causa del cambio climático. Además, por supuesto, de ser un importante hito científico y de generar un gran interés turístico y contribuir a la economía local.Modificación genéticaPara conseguir ‘ratones lanudos’, los investigadores no emplearon genes de mamut sino que modificaron genéticamente a los ratones para que reprodujeran algunas de las características del pelaje del mamut, como el color, la textura y el grosor. Para ello, se basaron en un conjunto de datos de 121 genomas de mamuts y elefantes para compararlos entre sí e identificar exactamente qué genes impactan en el pelaje y en otros rasgos de adaptación al frío. Después, combinaron hasta tres tecnologías de edición para alterar o inactivar siete genes de ratón relacionados con el crecimiento y la pigmentación del pelo , lo que resultó en ratones que tenían los rasgos predichos por el análisis computacional. Por ejemplo, la inactivación de uno de ellos (gen Mc1r) cambia el color oscuro del pelo por uno amarillento o rojizo, como tienen las personas o los animales pelirrojos, incluido el mamut. La inactivación de otro (Fgf5) provoca que el pelo crezca hasta una longitud tres veces más larga de lo normal. Y la modificación de otros más hace que el pelo se curve y su vuelva más grueso. El resultado es un ratón lanudo de pelo largo, rizado y pelirrojo , presumiblemente más preparado para resistir el frío. Igual que los mamuts. Más allá de lo llamativo del pelaje de los roedores, para Marc Martí-Renom, jefe del Grupo de Genómica Estructural en el Centro de Análisis Genómico (CNAG) de Barcelona, «lo más relevante del estudio es que predice, a partir de un número limitado de genes, que el ratón va a tener un crecimiento folicular similar al de los mamuts hace miles de años. Eso es espectacular». Además, «la parte técnica es muy relevante, no es nada fácil lo que han conseguido. Cuando se modifica un gen, corres el riesgo de provocar efectos fuera de diana en otras partes del genoma. Si modificas más, la probabilidad de tener un problema se multiplica. Aquí, que han cambiado siete a la vez, parece que eso no ha ocurrido porque, en principio, los ratones están sanos. Han usado técnicas muy precisas de modificación genética y las han aplicado muy bien». En efecto, el experimento, aunque puede parecer modesto en comparación con la desextinción completa, demuestra la capacidad de la empresa para manipular genes. «El Ratón Lanudo Colosal -dice Beth Shapiro, directora científica de Colossal- es un paso importante hacia la validación de nuestro enfoque para resucitar rasgos que se han perdido por la extinción y que nuestro objetivo es restaurar».«Es un paso más hacia la desextinción del mamut, sí, pero un paso en una maratón. Estamos aún muy lejos de conseguirlo», asegura Martí-Renom, quien también es investigador en el Centro de Regulación Genómica (CRG). A su juicio, estas técnicas podrían ser aplicadas para otras cuestiones «que igual son más relevantes, en mi opinión, que revivir un mamut, como ayudar a curar enfermedades existentes o mantener especies que están sufriendo porque el ambiente está cambiando». Un elefante medio calvo«Es muy llamativo ver el pelaje de un mamut en un animal vivo», reconoce Juan Antonio Rodríguez, investigador Marie Curie en la Universidad de Copenhague, quien también considera el logro un paso hacia la desextinción. Sin embargo, el trabajo por delante para traer a esta criatura a la vida con las células de un elefante asiático, como está previsto, es ingente. Por ejemplo, «la densidad de pelo de un elefante asiático es muchísimo menor que la del ratón. Un ratón tiene unos 40 millones de pelos por metro cuadrado, y un elefante apenas 650, su pelo es decenas de miles de veces menos denso. Si podemos coger esas modificaciones y replicarlas en la célula de un elefante asiático obtendríamos un elefante medio calvo, porque la densidad de folículos pilosos no es la misma», explica. Esto añade «otra capa de complejidad. Ya no es solo modificar la longitud o el color del pelo, hay que modificar el número de folículos pilosos».Consideraciones éticasAdemás de la complejidad, conseguir lo mismo con un elefante asiático «comportaría importantes problemas éticos, ya que los elefantes son una especie en peligro de extinción, tienen una consciencia, memoria y capacidad de aprendizaje especiales… y experimentar con ellos no es lo mismo que hacerlo con ratones», señala Rodríguez. «Cambiar múltiples genes tiene consecuencias que no podemos prever», subraya. MÁS INFORMACIÓN noticia No La desextinción tendrá que esperar, de momento noticia No Hallan un cadáver de cría de mamut oculto durante 50.000 añosEl investigador, que participó junto a Martí-Renom en el hallazgo de los cromosomas intactos de un mamut y ha trabajado en el CNAG, cree que la empresa Colossal no es muy clara comunicando su objetivo final: «Por un lado hablan de ‘resucitar’ un mamut, mientras que por otro se refieren a traer a la vida nuevas variantes perdidas del genoma del mamut e introducirlas en animales modernos, lo cual es muy diferente. Aquí se juega con lo que consideramos qué es un mamut. ¿Un mamut es un elefante con el pelo largo y una modificación de lípidos? Nos falta información sobre cómo era realmente esa especie extinta».

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