En Tragsatec conocían que Jéssica Rodríguez, la expareja del que fuera ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, no acudía a su puesto de trabajo . Las personas encargadas del control de sus funciones trataron en varias ocasiones ponerse en contacto con la propia Jéssica y se pusieron en contacto de hecho con la empresa cliente que encomendó a Tragsatec el encargo por el que se la contrató sin que esta manifestara en ningún momento su incomodidad por la situación. «Desde la entidad encargante nunca se puso en cuestión que esta persona no estuviera cumpliendo sus funciones, se nos acreditaron las horas realizadas y se nos abonó con total normalidad la certificación correspondiente», ha revelado el presidente del Grupo Tragsa, Jesús Casas, en una carta remitida este martes a los empleados de la compañía para dar explicaciones por toda la controversia creada en torno al caso Jéssica -del que se desprende que la expareja de Ábalos percibió un salario de la empresa pública durante seis meses sin acudir ni un solo día a su lugar de trabajo- a la que ha tenido acceso ABC. «Infiriéndose de todo ello que el cliente estaría conforme con los trabajos realizados», concluye.Noticia Relacionada estandar Si La declaración de la expareja de Ábalos precipita el cese de un cargo menor en la empresa pública Tragsa Bruno PérezLa primera explicación oficial del presidente del Grupo Tragsa al escándalo de la contratación y el pago de un salario sin trabajar de Jéssica Rodríguez exculpa a Tragsatec y señala a la empresa que realizó el encargo por el que se la contrató, cuya identidad aún no ha trascendido. El presidente del Grupo Tragsa avanza algunas de las conclusiones de la auditoría interna realizada, aún en curso, para aclarar la situación y explica que «la contratación se habría llevado a cabo tras una convocatoria abierta publicada en la web y tras un proceso de selección atendiendo a criterios de igualdad, mérito y capacidad» y que, por tanto, la actuación de Tragsatec fue acorde a sus procedimientos.La misiva de Jesús Casas incide de forma particular en la peculiar relación laboral de la expareja de José Luis Ábalos. «Las personas contratadas, un total de siete, lo fueron para trabajar en el marco de un encargo de apoyo temporal por circunstancias de la producción, y lo fueron para trabajar desde un primer momento en oficina de cliente , por ser este el ámbito señalado por la entidad encargante para una mayor eficiencia», explica el presidente del Grupo Tragsa, en su argumentación exculpatoria.Casas defiende el desempeño de los responsables de Tragsatec encargados de controlar todo lo relacionado con el contrato, una de las cuales ha cesado ya en sus responsabilidades según se conoció el pasado viernes y publicó ABC, que según el presidente trasladaron a su cliente esta irregularidad «en cuanto tuvieron constancia de este hecho». «Sin embargo, a pesar de los esfuerzo realizados la persona contratada continuó sin realizar el registro de jornada», explica, «bien es verdad que desde la empresa nunca se puso en cuestión que esta persona no estuviera cumpliendo sus funciones «.Serán ahora los tribunales los que determinen las responsabilidades, que según los sindicatos se deberán depurar hasta las máximas consecuencias. CC.OO. incluso ha hablado de indicios de corrupción que debía ser el presidente el que debía explicar, como hizo poco después del comunicado sindical.Fuentes sindicales admiten el clima de tristeza y desmoralización que ha cundido en la empresa tras este episodio, que, dicen, pone en cuestión el trabajo realizado por miles de profesionales por un episodio que exigen aclarar hasta las últimas consecuencias. En su carta a los empleados, el presidente del Grupo Tragsa habla de «un malestar y una incomodidad difícil de calibrar», y pide paciencia y orgullo de pertenencia a los empleados a la espera de que «avancen las investigaciones» y «se aclare nuestra participación».
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