A ARCO todos vienen, como Umbral, a hablar de su libro. Los galeristas, a vender; los coleccionistas, ¿a comprar?; los expertos, a debatir en sesudos foros sobre el bien y el mal; los periodistas, a completar una yincana (ver 214 estands y no morir en el intento); los famosos, a dejarse ver por la feria; el público, a hacerse selfis con las obras más extrañas… Es la ‘fauna’ que hasta el domingo coincide en los pabellones 7 y 9 de Ifema en la 44 edición de ARCO , que esta tarde inauguran los Reyes , acompañados por el ministro de Cultura.Hace justo un año decía Ernest Urtasun que la bajada del IVA sería «extremadamente positivo» para la compra de obras de arte y se comprometió a trabajar con Hacienda para hacerlo posible. 365 días después, seguimos en las mismas. En realidad, 44 años después seguimos en las mismas , porque la petición de bajar el IVA es más antigua que el hilo negro. El pasado 28 de febrero el Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo volvía a reclamar al Gobierno un IVA reducido a las ventas de obras de arte en las galerías, «como permite la Directiva Europea 2022/542, para dinamizar el sector y reforzar la profesionalidad de los artistas». En Francia es de un 5,5%; en Alemania, un 7% .Noticia Relacionada estandar No Las pequeñas sutilezas de ARCO 2025 Javier Díaz-Guardiola Aunque dé la sensación de que la feria se repite año tras año, son los pequeños cambios los que la convierten en una cita por descubrir. Ahí van los de este 2025 En España, un 21% , aunque existe un IVA especial que permite reducirlo unos puntos, pero es insuficiente. El Gobierno da la callada por respuesta y en el Consejo de Ministros del martes anunciaba «nuevas líneas de ayudas e iniciativas para apoyar al sector del arte contemporáneo», que se limitaban sobre todo a los futuros Centro de Producción y Residencias Artísticas Tabacalera y Centro Nacional de Fotografía. Como forma de protesta, decidieron las galerías españolas apagar sus estands durante cinco minutos a las doce y media de hoy. Una voz advertía a través del altavoz: «Queridas galerías son las doce y media» . Como muchas no apagaban la luz, volvió a repetir el mensaje. Pero ni por esas. Hubo muchas galerías que decidieron seguir su actividad a plena luz. Obra de Rafael Lozano-Hemmer en Max Estrella Tania SieiraÍñigo Navarro , director de la galería Leandro Navarro y miembro del comité organizador de la feria, se lamenta: « Llevamos cuarenta años de lucha . En Europa se favorece la cultura bajando impuestos. Nosotros no podemos competir con ellos». Explica que la acción del apagón es una llamada de atención para no quedarse fuera de juego: «De aquí a final de año la Comisión Europea acogerá las peticiones de reducción del IVA». Además, dice el galerista que «las subastas no cuidan las cotizaciones de los artistas. Ponen precios a la baja para animar el mercado. Son tremendamente agresivas ».Alberto de Juan , director de la galería Max Estrella, reclama «poder competir en las mismas condiciones que el resto de Europa, estamos en una flagrante desventaja. Es un drama. Esto no es un problema de ricos . Urtasun lo sabe y lo tiene que saber la sociedad. Por eso hacemos este apagón. La Unión Europea ya ha liberalizado el IVA ¿Por qué se compran los Picassos fuera de España? Porque aquí no interesa». ¿Apuestan a que en 2026 el IVA para el arte sigue en las mismas? Y, mientras, Urtasun, a lo suyo: descolonizando museos y cazando momias .Garden Stretch’, de Robert Rauschenberg, en el estand de Thaddaeus Ropac. Su precio: 1.700.000 euros Isabel PermuyLa que no sigue en las mismas es la propia feria. Tras los cierres de galerías históricas como Soledad Lorenzo, Juana de Aizpuru (se concede un premio con su nombre, que en su primera edición ha recaído en Ursula Krinzinger), Marlborough y la muerte de Helga de Alvear (ella sola era capaz de dinamizar una feria entera)…, parece claro que ha llegado un fin de ciclo en ARCO, un cambio generacional. Falta por ver qué galerías dan un paso adelante y liderarán el relevo . No lo tienen fácil. De momento, este año aumenta el número de galerías (214) , aunque se echan en falta nombres importantes como Hauser & Wirth o David Zwirner . Con el mercado internacional de las subastas en caída libre, hay que ver cómo se comportan las ferias de arte. La semana que viene abre una de las grandes: Tefaf, en Maastricht .A las 10 de esta mañana, filas de camareros a la entrada de los dos pabellones ofrecían champán (sí, a las 10 de la mañana) y pastelitos de nata. Una imagen que recuerda a Downton Abbey. A las 10.45, se recordaba a Helga de Alvear con un emotivo y más que merecido aplauso de homenaje en el estand de su galería, este año más pequeño que de costumbre y con algunas obras compradas en ARCO (tanto en Madrid como en Lisboa) por la galerista y coleccionista en los últimos diez o quince años. Que no fueron pocas. Le gustaba entonces especialmente la geometría y el color: Baselitz, Jesús Rafael Soto, Ugo Rondinone, Man Ray, Donald Judd, Heimo Zobernig… No están a la venta. La echaremos de menos . Su estand era cita obligada para los periodistas, no solo por la calidad de las obras, sino porque Helga era un filón: nunca se mordía la lengua. Hablaba fuerte y claro de todo.Julia Voloshyn, de la galería Voloshyn de Ucrania Isabel PermuyEn un rincón, sobre una mesa, una foto de Helga, un ramo de flores y un cesto con mandarinas . Siempre había uno en su estand de ARCO. Alberto Gallardo , director de la galería, decía emocionado que a Helga «le habría gustado este homenaje, pero no va a ser una feria fácil para nosotros. Seguro que allá donde esté, estará sonriendo». Confiesa que su muerte ha sido algo « muy duro, un bofetón ». Sobre si seguirá abierta o no la galería, comenta que no se sabe aún qué va a pasar. No faltaron muchos de sus colegas, y grandes amigos como Manuel Borja-Villel y Carlos Urroz . La directora de ARCO, Maribel López , reconocía que la edición de la feria este año «no es fácil sin Helga. Apoyó a muchos de sus colegas». Su hija Patricia apuntaba que su madre «luchó hasta el último momento por estar en ARCO, era muy especial para ella». Juan Ignacio Vidarte y su sucesora al frente del Guggenheim Bilbao, Miren Arzalluz, en el estand de CarrerasMugica Isabel PermuyMuchos famosos se han dejado caer esta mañana por la feria: los duques de Huéscar andaban por el estand de ABC Cultural , admirando las espléndidas fotografías de Pierre Gonnord , en su primera exposición tras su muerte. Recordaban que les hizo una fotografía. Fue su último encargo. Borja y Blanca Thyssen paseaban por la feria, acompañados por Guillermo Solana. También, la coleccionista Patrizia Sandretto Re Rebaundengo . En el estand de CarrerasMugica, de Bilbao, el director del Guggenheim bilbaíno, Juan Ignacio Vidarte , junto con su sucesora, Miren Arzalluz , a punto de coger el relevo. Posaban ante una escultura de Chillida. Todo muy ‘made in País Vasco’. «Juan Ignacio me lo ha dejado muy difícil. Es una responsabilidad suceder a una persona que ha llevado a cabo una gestión impecable y que ha dejado el museo en una situación extraordinaria», comenta Arzalluz. Está deseando ponerse a trabajar con los equipos del museo «y escuchar mucho». Un primer paseo por ARCO nos descubre que Eugenio Merino sigue empeñado en ser lo más instagrameable de la feria y en encerrar a la gente en los electrodomésticos de la cocina: a Franco lo metió en la nevera; a la ultraderecha (Trump, Meloni, Elon Musk, Milei, Bolsonaro, Abascal…) los mete este año en el lavavajillas (bueno, sus caras estampadas en unos platos), en el estand de ADN. La pieza, ‘White Washing’, es una edición de tres. Su precio: 22.000 euros más IVA. ¿A quién meterá el próximo año en el horno?Una foto de Helga de Alvear, junto a un cesto de mandarinas, en el estand de la galerista fallecida Isabel PermuyOtro clásico, Santiago Sierra (artista de Helga), aparece en el estand de Prometeo con una imagen de una de sus cuestionadas ‘acciones’. El Festival de Málaga estrena este año un documental sobre su trabajo, ‘El dedo en la llaga’, dirigido por Enrique Palacio. ¿En la llaga o en el ojo? Parece que el fin de ciclo ha llegado también a los ‘enfants terribles’ de ARCO, que, como todos, se hacen mayores. En Freijo Gallery, una pieza de Ramón Mateos (‘Tapiz 7291’), una cortina con el número de muertos en las residencias de ancianos madrileñas durante el Covid. Su precio: 15.000 euros.Obra de Eugenio Merino en ADN, en la que mete en el lavavajillas a políticos de ultraderecha de todo el mundo Tania SieiraOtro clásico periodístico: buscar las obras más caras de ARCO . Que sepamos, sería ‘Garden Stretch’, de Rauschenberg , en el estand de Thaddaeus Ropac. Su precio: 1.700.000 dólares. Entre los artistas más cotizados de la feria está Miró . ‘Nocturne’, un gouache del 53 que nunca se había ofrecido en el mercado, está a la venta en Lelong por 1,2 millones de euros más IVA. En Mayoral los hay por 600.000 euros. Y en Leandro Navarro, un Miró de 1976 con el sugerente título ‘La cabeza con tres cabellos delante de la luna’, óleo sobre lienzo de 1976. Su precio: 1,6 millones de euros. En otra pared, tres preciosas obras: un Juan Gris del 22, un Torres-García y un Picasso : boceto preparatorio para su gran lienzo ‘Los dos hermanos’, de su etapa rosa. Fue pintado en Gósol. Cuesta 250.000 euros. En el vecino Guillermo de Osma, un precioso autorretrato de Dalí de 1922 (110.000 euros), en cuyo reverso hay un dibujo en el que algunos creen ver a Lorca. También de Dalí , una ‘Vanitas’ que perteneció a Sofia Loren , gran coleccionista de arte. Su precio: 275.000 euros.Y más clásicos en ARCO : Jaume Plensa , con una importante pieza en el estand de Lelong. Esta vez se trata de ‘Flora’, una cabeza de mujer realizada en pórfido. Su precio: 500.000 euros más IVA. «Es un artista que se vende muy bien en todas las ferias», advierten en la galería. A su lado, un gran cuadro de Uslé , al que el Reina Sofía dedicará en otoño una retrospectiva. No faltan en la feria grandes nombres como Chillida, Canogar, Millares, Barceló, Saura, Alighiero Boeti, Sean Scully, Ai Weiwei o Leon Ferrari (a quien dedica todo su estand la galería Gomide&Co de Sao Paulo), cotizados como Murakami o Secundino Hernández, que tiene exposición en la sala Alcalá 31. Obra de Ramón Mateos sobre los muertos en las residencias de ancianos durante el Covid, en Freijo Gallery Tania SieiraHemos hablado de clásicos, pero hay un par de piezas que nos han llamado la atención por sus novedosos formatos . En la galería Moisés Pérez de Albéniz, una obra de Antoni Muntadas que recrea una famosa fotografía de los herederos de Picasso , albaceas y abogados cerrando el acuerdo de la herencia y la sucesión, tras la muerte del artista. Ironiza Muntadas con lo que el arte se convierte cuando muere un artista: desaparece. Es una edición de 12 y ya solo quedan 3 a la venta. Su precio: 24.000 euros. La novedad está en que la obra viene en una caja que contiene un disco. El cliente puede adaptar el formato de la obra a su conveniencia: ampliarla, hacerla más pequeña… Aún más novedosa, una obra de Rafael Lozano-Hemmer , en Max Estrella: ‘Binocular Tension’. Es una edición de 6. Cuesta 12.000 dólares. En la fachada de su estand, unos ojos en una pantalla nos observan. A través de un sensor, detectan el movimiento y te siguen. Remite la pieza a George Orwell y el Gran Hermano que todo lo ve. Ya no somos nosotros los que miramos una obra de arte. Es ella la que nos mira a nosotros. Este año Max Estrella presenta un estand «muy telúrico»: una obra de Daniel Canogar que conecta con la NASA, Eugenio Ampudia reproduce la galaxia…Obra de Juan Gris en la galería Leandro Navarro. Su precio: 1,6 millones de euros Tania SieiraLas mujeres artistas están cada vez más presentes en museos, galerías, exposiciones… También, en ARCO. En ADN, Marina Vargas presenta su obra ‘Romper el canon’, en la que visibiliza el cáncer de mama que le diagnosticaron en 2020. Luce una mastectomía posando como modelo para unos artistas. La sudafricana Buhlebezwe Siwani está presente con una escultura de cuatro generaciones de una familia, hecha con jabón (50.000 euros, es pieza única), que ya estuvo en Manifesta Barcelona. Diana Larrea sigue rescatando en el estand de Espacio Mínimo a mujeres olvidadas de la Historia del Arte. En este caso, Maroussia Valero. Muchas de sus obras están en paradero desconocido.Marina Abramovic, Ana Mendieta, Sophie Calle, María Blanchard, Maruja Mallo … Estas dos últimas, en el estand de Guillermo de Osma: de la primera, un bodegón del 24. De la segunda, a quien el Centro Botín de Santander y el Reina Sofía dedicarán este año una importante retrospectiva, se ofrece el cuadro ‘Punta del Este’ (250.000 euros). En Espacio Valverde, Bárbara Pérez muestra piezas con pigmentos naturales realizadas en estuco. Abunda el arte textil en esta edición de ARCO: Teresa Lanceta, Kiki Smith, Leonor Serrano, Aurelia Muñoz…Obras de Juan Uslé y Jaume Plensa en el estand de Lelong Tania SieiraTras el rifirrafe en la Casa Blanca con el chorreo que le cayó a Zelenski por parte de Trump y Vance , hablamos con Julia Voloshyn, de la galería ucraniana Voloshyn , presente en ARCO. Tiene sede en Kiev y en Miami. ¿Hay preocupación tras lo ocurrido? «Es muy triste lo ocurrido. Los ucranianos llevan tres años luchando y muriendo. Y tras esta reunión me parece todo un sinsentido . Estados Unidos es quien más había apoyado a Ucrania y ahora se lo ha retirado». Ella y su marido, el también galerista Max Voloshyn, viven en Miami. «Tenemos una hija pequeña y no nos planteamos volver a Ucrania porque no es seguro . Además, no tenemos allí un lugar donde vivir porque nos fuimos antes de que la guerra empezara. Hay países que no nos han dado asilo porque no somos refugiados», explica Julia. Su galería en Kiev fue refugio en la guerra. Una de sus artistas organizó una exposición en el almacén con las obras que había. No queda espacio para hablar de la obsesión de ARCO en sus últimas ediciones por los ríos : el Mediterráneo, el Caribe oceánico y, este año, el Amazonas con el proyecto ‘Wamatisé. Ideas para un amazofuturismo ‘. Un proyecto que no acaba de cuajar. ¿Y para cuándo el Guadalquivir?

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