Wametisé: literalmente, ‘lugares nombrados’. En la cosmogonía de algunos pueblos del Alto Río Negro, el Amazonas, se refiere a la creación del mundo, «donde la gran serpiente que llevaba a la humanidad en su vientre ubicaba a cada persona en sus territorios. Al salir de la boca de la serpiente, cada persona se presentaba y nombraba el lugar donde viviría». Se trata, en definitiva, de que cada cual encuentre –¡o escoja!– su lugar en el mundo. No puedo estar más de acuerdo (porque también me gustaría que en lugar de nombrar catorce tipos de familia y un número limitado –por el alfabeto– de opciones eróticas, se aceptaran nueve mil millones de sexualidades, todas psicoanalizables). Confieso que tras la penosa experiencia con las secciones caribeña y latinoamericana del año pasado, me temía lo peor. Pero no: la propuesta es muy sólida , está avalada por galerías importantes y asiduas de ARCO –de Lidia Benavides (Lima) e Instituto de Visión (Bogotá/Nueva York) a Mira Madrid– y será una de las secciones estrella de esta edición de la feria. Noticias relacionadas estandar No Las pequeñas sutilezas de ARCO 2025 Javier Díaz-Guardiola estandar Si SEMANA DEL ARTE Guía para no perderse en los pabellones de ARCO’25: diccionario de imprescindibles VARIOS AUTORESCharlo largamente con los comisarios y algunos artistas y me llevo la impresión de que el ‘amazofuturismo’ que se esboza en este programa –en el que participan quince galerías con una treintena de artistas– es una propuesta de relación entre culturas que trasciende la cancelación radical y disparatada de todo lo sucedido a lo largo de los últimos 500 años –menos el celular– y busca ante todo avalar nuevas posibilidades estéticas, poéticas y conceptuales : no se puede negar que la ‘Historia del Arte’ ha colapsado (y el Episodio 8 de la colección ‘pública’ del Museo Reina Sofía, más que la feria ‘privada’, fue la gran imagen de la implosión postrera) y además conviene recordar que todos los movimientos artísticos desde el siglo XIX se deben a un súbito influjo ‘oriental’. Confiemos una vez más.Nuevos vocabulariosEl texto curatorial es claro en ese sentido: «Al considerar la creciente presencia en el mundo del arte de personas de origen indígena o amazónico, parece haber una «nominación» o n ecesidad de ir a estos lugares ocupados por sentires alternos y buscar nuevas identidades inspiradas en el pensamiento de los pueblos originarios. Para los tukanos, sería el Hóri (el hacer y pensar imágenes hermosas y sagradas); para los HuniKuin, es el Kené, entre otros nombres que nos ayudan a pensar en nuevos vocabularios y simbologías para el mundo de las artes». Se trata de una aportación constructiva, instructiva e incluso amable: Brus Rubio, que también tiene obra en el programa general (estand de Lidia Benavides ), elige vivir en su pequeña comunidad, y pinta –desde un autodidactismo relativo, ya que utiliza conscientemente recursos de la tradición figurativa occidental– tanto figuras mitológicas amazónicas como retratos, no exentos de sarcasmo, de antropólogas arrojadas a un mundo que escapa a su comprensión. Por su parte, la pareja que conforma Mapa teatro reproduce sobre planchas de caucho –recurso este que está ligado a conflictos históricos en el bosque amazónico- pinturas rupestres que se encuentran por millares en rocas perdidas en lo más profundo de la jungla (y que al parecer se han salvado del vandalismo/turismo gracias a la presencia allí, muy disuasoria, de las FARC).Mazenett Quiroga (representados por Instituto de Visión) , otra pareja de artistas, elabora máscaras e ideogramas con tarjetas electrónicas; ( Nereyda López y Santiago Yahuarcani ( Crisis Galería de Lima ) fabrican figuras inspiradas en objetos ceremoniales tradicionales con fibras vegetales y al ver el estrambótico conjunto de personajes no puedo evitar pensar en ‘Las Meninas’. En las muy impactantes fotos de gran formato de las performances de Uýra (de Aura Galeria, São Paulo), aparece este mimetizado con la selva de diversas formas; Carlos Jacanamijoy (de Almine Rech, con sedes en París, Bruselas, Londres, Nueva York, Shanghái y Mónaco) es uno de los artistas más conocidos, trabaja con estupefacientes y sus visiones psicodélicas de la jungla son extraordinarias.Canen las máscaras. En las imágenes, distintas propuestas del espacio que alberga las obras de ‘Wametisé’ T. SieiraSe trata, por tanto, de proponer –en la gran feria de arte europea y mediando potentes galerías internacionales y un discurso informado– estéticas otras pero, sobre todo, formas de estar –posiciones- en el mundo que acaso permitan superar el colapso icónico e ideológico : «A partir de cosmologías indígenas cuyo universo tiene asidero en la potente cuenca amazónica, podemos pensar en nuevos modos de creación que representan existencias híbridas basadas en la unión de cuerpos humanos, vegetales, físicos y metafísicos »; es decir, «nuevas posibilidades de ver el mundo inspirados en las formas de vida pasadas y actuales de la Amazonía, donde la identidad se construye desde la conexión entre seres que plantean un futuro colectivo con narrativas sanadoras que desde líneas críticas y profundamente renovadoras presentan prácticas más plurales de hacer arte en tiempos contemporáneos». Estas evocaciones de la vida en las comunidades de la Amazonía están presentes en muchas de las obras aquí expuestas: MAHKU (Movimiento de Artistas Huni Kuin), representados por Carmo Johnson Projects (São Paulo) o Duhigó, de Manaus Amazônia Galeria de Arte (Amazonas), pintan escenas cotidianas y simbólicas; pero hay, sobre todo, muchos trabajos fotográficos y documentales, algunos de artistas históricos: Juan Downey (galería 1 Mira Madrid), Claudia Andújar ( galería Vermelho, de São Paulo), Anna Bella Geiger (Danielian Galería), Jonier Marín (Galería Henrique Faria, Nueva York) o Carlos Motta (Mor Charpentier de Bogotá y París y P.P.O.W .Gallery de Nueva York).Cuando el discurso curatorial nos propone ver el Amazonas como «un gran ente, una causa colectiva cuya custodia real ha estado en cabeza de las comunidades que la habitan», obviamente nos invita a meditar sobre el modo en que los urbanitas, cuerpos inscritos en un paisaje artificial y espíritus disueltos en un mundo virtual, nos relacionamos con el planeta. El Institute For Postnatural Studies ha editado un libro en el que se estudian las obras expuestas en este programa, además de una docena de ensayos. Se dice, por ejemplo: «Amazofuturismo presentará creaciones inspiradas en la necesidad de que bosques, ríos, y territorios naturales sean sujetos de derechos, que se enfrentan a la explotación desmedida de sus recursos; es esencial proyectar las luchas que permitan los cambios de conciencia que la emergencia ambiental actual requiere desde las posibilidades de esas nuevas nominaciones que entienden la sostenibilidad desde una perspectiva crítica al antropoceno». ‘Wametisé: ideas para un amazofuturismo’ Comisarios: Denilson Baniwa y María Wills. Pabellón 7Y prosigue: «La propuesta buscará espacios para nuevos universos materiales y espirituales en donde el objeto artístico es entendido mucho más allá de su existencia como mercancía» . Wametisé es, como decía, uno de los mejores programas comisariados que se han visto últimamente en ARCO y es de esperar que las estéticas cautivadoras que propone posean ese «poder sanador» que es esencial en la cultura amazónica.

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