El pasado 20 de febrero la Audiencia Nacional dictó sentencia en el caso Rubiales, que juzgaba al que fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por un delito de agresión sexual sobre la futbolista internacional Jenni Hermoso, y por otro de coacciones, en el que también estaban acusados el exdirector de la selección Albert Luque, al exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing Rubén Rivera. La sentencia decretó una pena de 18 meses de multa para Rubiales por el primer delito, pero absolvió a todos ellos del segundo.Este jueves, a través de un recurso la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido que se anule el juicio y se celebre de nuevo. En su recurso la fiscal Marta Durántez Gil solicita a la Sala de lo Penal que declare la «nulidad de la sentencia por indefensión y arbitrariedad», instando a que se dicte una nueva en el que se valoren «todos los medios de prueba admitidos y practicados».Alude también la Fiscalía a una «lesión del derecho al juez imparcial» , y solicita que se celebre de nuevo el juicio «por otro magistrado no viciado, cuanto menos, de apariencia de parcialidad».Noticias relacionadas estandar No Jenni Hermoso también recurrirá la sentencia contra Rubiales por el beso no consentido Miguel Zarza estandar No Caso Rubiales José Manuel Clemente, el juez que no quería estar ahí Isabel VegaSostiene en su escrito que «el juzgador mostró a lo largo de la vista un comportamiento que compromete, cuanto menos, la apariencia de imparcialidad». « El magistrado no garantizó que el juicio se desarrollara en las mejores condiciones comunicativas , con una impronta de serenidad y equilibrio que hubieran sido necesarias», denuncia.Considera que «a lo largo de las nueve jornadas que duró la vista oral se utilizó de forma reiterada un tono irrespetuoso con las acusaciones y en concreto con la fiscal , haciendo imposible el desarrollo de su función como acusación pública, función que constitucionalmente tiene encomendada, en defensa de la legalidad».Además, critica la «permisión constante» por parte del magistrado «de una actitud por parte de las defensas y los acusados de continua conversación entre unos y otros, además de risas y aspavientos varios, que hizo en numerosas ocasiones insoportable el interrogatorio por las acusaciones de los testigos, incluido el de la propia víctima», la futbolista Jennifer Hermoso .La fiscal sostiene que «tuvo que soportar estoicamente ante la falta de apercibimiento al respecto del juzgador manifestaciones por parte de las defensas de Vilda y de Rivera que exceden, a todas luces, el derecho de defensa». «Tales como atribuir a las acusaciones la utilización de un derecho penal de autor propio de la Alemania nazi y del Código Penal del franquismo por parte del primero y, por parte del segundo, la de una crítica más allá de lo que conlleva el derecho de defensa», explica.«Como colofón», apostilla la fiscal, «al finalizar el juicio y cuando ya había concluido la grabación los allí presentes» fueron testigos «de un hecho inédito nunca visto en los 26 años de trayectoria profesional» de la propia Durántez «y que causó estupefacción al menos a las acusaciones». «Los acusados se dirigieron a saludar al juzgador dándole la mano», apunta.Inadmisión de pruebas y declaraciones sin valorarEl Ministerio Público pide la nulidad del juicio por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva por inadmisión indebida de la prueba documental en la vista oral y «por privar» a la Fiscalía «de formular preguntas procedentes a varios de los testigos» , como al seleccionador masculino, Luis de la Fuente, o a la femenina, Montse Tomé.La fiscal, además, invoca la nulidad por infracción de normas y garantías procesales al criticar que el magistrado «no hace mención alguna en la sentencia a varias cuestiones fundamentales sobre las que se practicó prueba en el acto del juicio, como si tales pruebas no hubieran existido».Una de las mismas es, según la Fiscalía, el informe de integridad de la RFEF. La segunda cuestión no tenida en cuenta es la «reunión que tuvo lugar en el despacho del presidente de la RFEF el día 23 de agosto de 2025», en el que se elaboró ese informe, y en el que una de las testigos denunció haber sufrido «una encerrona».En este contexto, la fiscal hace hincapié en que el magistrado «no hace mención alguna» al audio de voz que la víctima, Jennifer Hermoso, «envió a una persona de la RFEF durante su estancia en Ibiza donde solicitaba a esta que cesaran las coacciones que sobre ella seguían ejerciendo los acusados».Por último, lamenta que el juez no haya valorado la declaración de la seleccionadora femenina de fútbol. «Desconocemos la valoración que hace el juzgador de los motivos aducidos por la testigo del porqué no convocó a la jugadora tras los hechos acontecidos en la imposición de medallas en el Mundial», apunta.Solicita una condena por las coaccionesEl pasado mes de febrero el juez José Manuel Fernández Prieto condenó a Rubiales por un delito de agresión sexual atenuado . Sin embargo, le absolvió a él y al exdirector de la Selección española Albert Luque, al exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing de la Federación Rubén Rivera, del delito de coacciones.En su recurso, y de cara a esa nueva vista oral, la fiscal solicita que «se declare la indebida inaplicación del tipo penal» de la agresión sexual, el atenuado , «se revoque la sentencia, encuadrando los hechos en el citado precepto y se imponga la pena de un año de prisión» a Rubiales, «así como la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y la prohibición de comunicarse con la víctima, así como también la prohibición de acercarse a la misma o mantenerse en sus proximidades en un radio de 200 metros durante 4 años».En este sentido, también pide que se condene a los acusados por el delito de coacciones asegurando que la actividad «llevada a cabo» por los mismos «llevó a que la víctima viviese una situación de hostigamiento, que impidió el desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente y disfrutar y celebrar el triunfo conseguido por la victoria en el Mundial».«Las consecuencias que en el estado de ánimo de la víctima tuvieron las conductas declaradas como probadas, que, ante la apariencia para el juzgador de inocuidad, generaron en esta una situación de ansiedad, estrés y tristeza que se prolongó varios meses», aduce la Fiscalía.Y es que, según Durántez, Rubiales «por sí mismo y en connivencia con el resto de los acusados comenzaron a ejercer actos constantes y reiterados de presión sobre la víctima, su familia y amistades con la finalidad de que, públicamente, justificara y aprobara el beso que contra su voluntad le dió» el que fuera presidente de la RFEF.Es por ello que también cuestiona la «indebida inaplicación el artículo 172.1» respecto a las coacciones y solicita que « se imponga a cada uno de los acusados la pena de un año y 6 meses de prisión así como la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión relacionada con el ámbito deportivo durante la condena y la prohibición de comunicarse con la víctima, así como también la prohibición de acercarse a la misma o mantenerse en sus proximidades en un radio de 200 metros durante 3 años y 6 meses». Añade una solicitud para «que los acusados indemnicen conjunta y solidariamente a la víctima en la cantidad de 50.000 €».

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