Vivir sin dolor: misión imposible tras dejar el deporte

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Vivir sin dolor: misión imposible tras dejar el deporte

Hace unos días el tenista Juan Martín del Potro exteriorizó un calvario interno en su convivencia con el dolor. Se despedía de su deporte, colgaba la raqueta y sus palabras fueron una mezcla de liberación y rabia contenida. «Desde los 31 años no subo una escalera, no puedo patear una pelota, no jugué nunca más al tenis. ¿Me quedo 15 años más así para que a los 50 me pongan la prótesis y vivir más o menos bien a los 60? (…) Ojalá algún día se acabe, porque quiero vivir sin dolor».Como Del Potro hay cientos de deportistas diseminados por el mundo que podrían firmar esa declaración. Vivir sin dolor , una misión imposible para tantos atletas retirados cuyo nexo común consiste en pasar revisión en una clínica especializada y colocarse una prótesis con 50 o 60 años porque su cuerpo se ha desgastado hasta límites que no imaginaban.Del Potro se retiró hace dos meses en un partido contra Djokovic después de haber sido el referente del tenis en Argentina durante el siglo XXI. Vencedor del US Open en 2009, 22 títulos en el circuito masculino, doble medallista olímpico, número tres del mundo en 2018 y líder del equipo argentino que ganó la Copa Davis en 2016, el tenista reveló la lucha que mantiene con su cuerpo lisiado.Noticias relacionadas estandar Si Juegos Paralímpicos Los psicólogos de los paralímpicos: del accidente a la medalla a través del diván Laura Marta estandar Si La Arabia Saudí africana Ruanda, la nueva meca del deporte en África José Carlos Carabias«Me levanto y tomo entre seis y ocho pastillas, un protector gástrico, un antiinflamatorio, un analgésico, otro para la ansiedad… Me invitan a jugar a fútbol y soy el que lleva el mate, o van a jugar al pádel y soy el que hace los vídeos , es terrible… Después de esa primera cirugía, nunca más pude subir una escalera sin dolor… Siento que tengo que contarles cómo estoy porque me hace bien».El tenis no se encuentra en la lista de los 20 deportes más propensos a las lesiones publicada por un grupo de científicos en el ‘British Journal of Sports Magazine’. Una nómina que encabezan en sus cinco primeras posiciones el BMX, el taekwondo, el fútbol, el ciclismo de montaña y el boxeo. En el lado opuesto, los deportes más seguros, con una tasa media de lesiones que oscila entre el 2,5 y el 4 por ciento, están el piragüismo, el tiro, el remo, el tiro con arco y la natación.«Casi no tengo pacientes de natación, es cierto que no es un deporte lesivo -corrobora a ABC la doctora Isabel Guillén, jefa de la unidad del pie y el tobillo de la Clínica Cemtro de Madrid-. Entre los futbolistas encuentras inestabilidades crónicas de tobillo y muchísimas artrosis de cadera. En el tenis son las prótesis. Los deportes con contacto, el rugby, el baloncesto o el balonmano, es muy fácil que dejen secuelas de por vida».El tenis arrastra secuelas físicas entre la élite. Bien conocido en España es el carrusel de lesiones de Rafa Nadal que definió su tío Toni con precisión quirúrgica. «Rafael es una persona lesionada que juega al tenis». Gustavo Kuerten también fue el número uno mundial durante 43 semanas entre 2001 y 2002. Tres veces campeón de Roland Garros en la frontera de los 20 años, se declaró derrotado por su cuerpo cuando se retiró con 31 años. «Ya no puedo ni correr. No sé lo que es vivir sin dolor desde hace catorce años. No me arrepiento de haber llevado el cuerpo al límite, pero cuando estás dándolo todo, no piensas cómo será tu vida en diez años».Arterias como columnasAl exciclista Santi Blanco lo presentó su mentor en el Banesto, José Miguel Echávarri, como un delfín de Miguel Induráin. « El Tour del 2000 no será amarillo, será blanco», dijo el veterano exdirector. Santi Blanco nunca ganó el Tour. Dos etapas en la Vuelta a España son su mayor botín como profesional. El exciclista salmantino cobra una pensión de invalidez permanente.Una endofibrosis de la arteria ilíaca le empujó a la retirada. Su pierna izquierda dejó de funcionar con normalidad. «La arteria se estrechaba y la extremidad no regaba bien la sangre – explica Santi Blanco -. Cuando realizaba un máximo esfuerzo, la pierna se me ponía como una columna. Una piedra. Tuve que dejarlo».Blanco reconoce que llevó su cuerpo al límite, como la mayoría de los profesionales del pelotón. Y el organismo reaccionó en modo protesta. «Pedí consejo a Mauleón, que también había vivido lo mismo y me dijo que él se operó y se le había reproducido con el tiempo. Así que no me operé. Comencé a tramitar la invalidez, pasé por un tribunal médico y un año después, me dieron la invalidez permanente. Me inhabilitó para ser deportista, aunque no para trabajar en otro oficio que no requiriese esfuerzo físico». El excorredor recibe una pensión del Estado y mata el gusanillo del ciclismo trabajando como guía de invitados en las carreras.Un estudio de la Universidad de Navarra concluye que el 25% de las lesiones óseas en el deporte se deben a fatiga y esfuerzo excesivo. Por cada 40 deportistas se produce un accidente al año; por cada 4.000, un caso de invalidez y por cada 40.000, un fallecimiento. El automovilismo y el motociclismo son los deportes con más incidencia de fracturas de huesos, un 28 % del total (fémur, tibia, antebrazos, vertebrales). Le siguen la hípica, 27 % (escápulas, clavículas, escafoides), lucha y boxeo, 24% (huesos de la cara, mano, falanges, pies), esquí, 21% (tibia, tobillo, rodilla, falange del pulgar) y el ciclismo, 16% (clavícula, escafoides, antebrazo, rótula).«No estamos hechos para practicar deporte de forma tan repetitiva y tan intensa -analiza la doctora Guillén-. Es raro que un profesional del deporte no tenga lesiones o secuelas en edad madura. Salvo Butragueño , conozco a pocos. Fran Murcia (exjugador de baloncesto) me suele decir que su mayor felicidad es pasar un día sin dolor de rodilla. El deporte profesional no es bueno para el sistema músculo esquelético, a los 50 o 60 años empiezan a aparecer las lesiones crónicas».Hierros en la piernaÁlvaro Benito, comentarista de fútbol y cantante del grupo Pignoise, fue una de las esperanzas del Real Madrid hace treinta años. Una lesión con la selección sub 21 (rotura de ligamento cruzado anterior, colateral interno y menisco interno de la rodilla) destrozó su carrera con un lastre físico que aún perdura. «Vivo con mucho dolor, me duele al caminar, pero no le hago ni caso. Un día me dije que la rodilla no iba a condicionar mi vida. La cuido lo justo para que sobreviva a mi lado. A lo mejor muere antes que yo porque me tocará ponerme una prótesis».Joseba Beloki vivió una caída terrible en el Tour de Francia 2003, aquel día en el que Lance Armstrong cruzó un sembrado de cereales para esquivar el accidente. El exciclista vitoriano tuvo fractura desplazada de cadera, fractura intraarticular del codo y fractura no desplazada de la muñeca. El desgarro físico, del que tardó más de un año en recuperarse, supuso un caso extraño. Pese a que vive con una osteosíntesis -«unos hierros anclados al fémur derecho»-, puede hacer una vida más o menos normal. «Tengo una descompensación de fuerza en la pierna derecha. Ya lo notaba cuando era ciclista. Me salen erupciones en la piel en la zona de los hierros y noto mucho los cambios de temperatura, pero nada más. Por suerte y después de lo que me pasó, vivo sin grandes dolores».«Una persona normal empieza a tener problemas de artrosis a los 75 u 80 años -describe Isabel Guillén-. Un exdeportista profesional, a los 50. Casi todos tienen asumido lo que les espera. Muchos comentan cuando les tratamos que lo darían todo por vivir sin el dolor crónico. El ejercicio es sano, el deporte profesional no».

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