El 4×400 masculino es de plata

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El 4×400 masculino es de plata

Cuatro medallas. Dos más que en el Europeo de hace dos años, pero menos de lo esperado. Apeldoorn no fue el campeonato soñado para el atletismo español. Tampoco una decepción. Algo templado, con demasiados ‘casis’ en pruebas a las que se llegaban con altas expectativas. Al final, un oro, el de Ana Peleteiro (triple salto), adornado por los bronces de Lester Lescay (longitud) Y Paula Sevilla (400), más la plata de la última jornada del 4×400 masculino. Velocidad y saltos horizontales. Ni rastro de metal en el mediofondo, el habitual caladero, aunque se rozó.La cuarta medalla de España, escrito está, llegó casi a última hora. Brillante actuación del 4×400 masculino para proclamarse subcampeones, con récord nacional incluido: 3:05.18. Solo Países Bajos pudo más que los ‘Spanish beatles’, que compitieron sin Iñaki Cañal, cuarto en la prueba individual y derrengado para poder participar. Fue Bernat Erta, excelente también con el relevo mixto, el que cruzó la meta de forma definitiva, atrapando la segunda plaza en una foto-finish en la que acabó imponiéndose al belga Jonathan Sacoor por un flequillo de distancia.Antes había abierto el fuego Markel Fernández, que entregó la posta a Manuel Guijarro en cuarta posición. El manchego, de nuevo heroico, como en Belgrado 2022, avanzó una posición. Y aún se mejoró otra con Óscar Husillos al frente. Le tocaba a Erta sostener el podio. No solo aguantó el aliento en el cogote de británicos y franceses, sino que apuró para rebañar esa plata que sabe a gloria.Noticia Relacionada Atletismo estandar Si El idilio inesperado de Paula Sevilla Javier Asprón La manchega, especialista en 100 y 200, logra la tercera medalla de España tras cambiar de especialidad este mismo inviernoHay velocidad, potencia y hambre en este equipo. Y tenían un claro objetivo, volver a un podio tras el subcampeonato mundial de hace tres años. Lo rozaron en Estambul 2023 y lo tuvieron en las manos en Roma 2024. No querían más decepciones.Minutos después, la cosecha estuvo a punto de aumentar con el 4×400 femenino, que también corrió como nunca (3:25.68, nuevo récord nacional), pero que solo les valió para ser cuartas. Abrió Paula Sevilla, bronce individual, y España desde el principio se pegó a las favoritas: Países Bajos y Gran Bretaña. Así siguieron en las postas de Eva Santidrián y Daniela Fra. Y así parecía que seguirían en el cierre de Blanca Hervás, con Femke Bol, siempre imperial, liderando ante Amber Anning. Pero a la madrileña le salió una rival inesperada. La checa Lurdes Gloria Manuel, cuarta en la final individual, justo detrás de Paula Sevilla, hizo un cambio sensacional y en el primer 200 ya había superado a la española. No hubo tiempo ni fuerzas para recuperar. Bol, mientras, no necesitó exprimirse para cerrar los campeonatos con su segundo oro.Al margen de los relevos, las otras opciones de medalla fallaron por poco. A Marta García , valiente como ninguna otra, se le escapó en el 3.000 femenino por un puesto después de una carrera muy accidentada en la que sufrió una caída al poco de empezar. Aun así, la palentina recuperó y dio la cara, asumiendo el liderazgo de la prueba a falta del último ‘mil’, con cinco vueltas por delante. Quiso replicar el ‘estilo Ingebrigtsen’ que tan bien le fue en la semifinal. Pero el final se le hizo cuesta arriba. Logró poner al pelotón en fila de a uno, pero a falta de dos curvas ya la habían superado la irlandesa Sarah Healy, oro, y la británica Melissa Courtney-Bryant, plata. En la última recta la remató la portuguesa Salomé Afonso, que ya fue plata en el 1.500.Josué Canales también pinchó en la final de 800, enredado durante más de media prueba con el neerlandés Ryan Clarke por ganar la posición, y sin fuerzas para cuando de verdad había que pelearla. El catalán, de origen hondureño, llegó a la recta final a la estela del belga Eliott Crestan, pero sucumbió ante tres atletas en ese corto espacio de pista, entre ellos el neerlandés Samuel Chapple, que se acabaría llevando el oro, y el irlandés Mark English, bronce. Crestan sí mantuvo la plata.Ingebrigtsen, de récordJakob Ingebrigtsen sigue reinando. Doble oro. De nuevo. 1.500 el viernes. 3.000 hoy. Tres Europeos seguidos, tres dobletes consecutivos. Siete títulos individuales en pista cubierta. Igual que Valeriy Borzov en la década de los setenta del siglo pasado, cuando los Europeos eran anuales. La cuenta empieza a ser difícil de seguir.Fue lo mismo de siempre, de la misma manera. Ritmo lento al principio, control absoluto, zancada fluida. Acelerón en el último kilómetro. Y adiós. Nadie puede con él.George Mills lo intentó. Primero quiso imponer el ritmo de la prueba, y cuando el nórdico lo rebasó se pegó a su espalda, aguantó el tirón. Pero cuando Ingebrigtsen cambió, la carrera se acabó. Últimos 800 metros en 1:49. No hay respuesta para eso. El noruego voló, el resto sobrevivió.7:48.37. Oro. Otra medalla, otro récord personal en su interminable colección. George Mills, plata con 7:49.41. Azzedine Habz, bronce con 7:50.48. Pero el protagonista es el de siempre. Noruega, Ingebrigtsen, superioridad absoluta.Lo avisó con su estilo de siempre. Mirada fría, control total. Pasó los primeros 1.000 en 2:52. Sin prisa. En los 2.000, tercero, observando. Luego llegó la aceleración. La explosión. El final inevitable.No pierde en un campeonato de Europa desde que tenía 17 años. Lo suyo no es solo talento, es una dictadura en el tartán. Cada final es suya. Bajo techo, al aire libre, en cualquier superficie. Corre, deja atrás al resto y suma oro tras oro.

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