Los palestinos exiliados en España, contra la ‘Gaza dorada’ de Trump

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Los palestinos exiliados en España, contra la ‘Gaza dorada’ de Trump

Llegaron a España en noviembre de 2023 huyendo de la guerra en Gaza y, desde entonces, han intentado rehacer sus vidas mientras su tierra y los familiares que dejaron atrás seguían bajo las bombas de Israel . Con optimismo por la primera fase del alto el fuego y el intercambio de rehenes, pero incertidumbre sobre las negociaciones de la segunda, los hispanopalestinos exiliados en España contemplan el futuro con una mezcla de esperanza en que por fin se alcance la paz y temor a que continúe la contienda.Al mes de estallar esta nueva guerra por los salvajes atentados terroristas de Hamás el 7 de octubre de 2023, el Gobierno español evacuó de Gaza a 139 hispanopalestinos que tenían la doble nacionalidad . De ellos, 85 contaban con un pasaporte español y 54 eran sus familiares. Tras más de un año alojados en centros de acogida repartidos por Extremadura, Madrid, el País Vasco y Asturias, afrontan una nueva etapa de su exilio buscando trabajo o subsistiendo con el salario mínimo que les corresponde a quienes tienen la ciudadanía española. Con dicha ayuda, cifrada en 1.184 euros, y alguna otra prestación autonómica, subsisten familias de hasta diez personas mientras sus miembros más jóvenes encuentran un empleo.Entre los repatriados destacaban una docena de catedráticos, académicos y médicos que se formaron de jóvenes en España y regresaron a Gaza en la década de los 90, cuando los Acuerdos de Oslo y la cumbre de paz en Camp David alimentaron la esperanza en el fin del conflicto con Israel. Con optimismo, volvieron a la Franja para participar en la fundación de universidades y centros de enseñanza.Noticia Relacionada estandar Si Los mensajes de Trump en el vídeo de Gaza Javier Ansorena Trump recreó en un vídeo con IA la Gaza que sueña: dinero del cielo, su estatua dorada, Musk comiendo humus y con Netanyahu en la piscinaA las familias de los profesores Salah Awad el Sousi y Riad Ali el Aila las vimos llegar a El Cairo desde Gaza el 14 de noviembre de 2023 y, dos días después, tomar un avión rumbo a España. Un año y medio más tarde, nos reencontramos con ellos en Pilas , a 30 kilómetros al oeste de Sevilla , en pleno ramadán y añorando a los parientes con los que lo celebraban en Gaza.De Gaza a la plaza de BelénTras escapar de allí, el destino ha querido que Riad Ali el Aila, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Al Azhar que estudió en la Complutense entre 1973 y 1983, acabe viviendo en un piso con balcón a la bonita plaza de Belén, presidida por su iglesia. «Gracias a la ayuda de unos amigos españoles que nos avalaron, encontramos esta casa en diciembre, justo antes de que se nos acabara el subsidio del Gobierno gestionado por la ONG católica Accem , que nos permitía vivir en el hotel Lantana , también aquí en Pilas. Por el alquiler y la luz pago unos 650 euros y, con el resto, mantengo a mi familia, de seis personas», explica Riad ante la gran bandera palestina que decora su salón. De joven, este experto en la historia palestina estuvo en una cárcel israelí por pertenecer a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y, de mayor, impartiendo clase a todo tipo de alumnos, desde los cuadros de Al Fatah hasta los cabecillas de Hamás.El lunes de la semana pasada, cuando lo visitamos en Pilas, Riad, su hijo y su amigo Salah Awad el Sousi, doctor en Farmacia que llegó para estudiar en España en 1969, veían las noticias en Al Yazira sobre el Oscar al mejor documental para la cinta palestina ‘No other land’ . Una buena noticia para su causa. Por el contrario, en las últimas semanas les ha indignado el vídeo creado con inteligencia artificial (IA) de la ‘Gaza dorada’ que planea Trump para convertir la Franja en la ‘Riviera de Oriente Próximo’ .« Trump está pensando y soñando en una cosa: en el dinero nada más. ¿Cómo puede ganar más dinero? Por ejemplo, lo que hemos visto sobre Ucrania con su presidente en la Casa Blanca. Este tiene que vender todo lo que está en la tierra. No sabe cuánto, pero Trump debe tener el 50 por ciento. Por eso, él solo busca la riqueza, cómo ser el más rico del mundo», critica El Aila.UNA NUEVA VIDA EN SEVILLA Las familias de Salah Awad el Sousi (con gorra en la imagen superior y con su esposa e hija arriba a la izquierda) y de Riad Ali el Aila (con su hijo) han empezado una nueva vida en el municipio sevillano de Pilas. Allí, los nietos de El Sousi acuden al colegio para aprender castellano, sus hijos menores siguen estudiando a distancia en la universidad de Gaza y los mayores buscan trabajo PABLO M. DÍEZA su lado, el doctor El Sousi también se queja de que este plan de Trump «demuestra que ese señor es un comerciante, un magnate, pero con una ignorancia total y no tiene ningún tipo de cultura. No puede hacer emigrar a dos millones de personas , porque traerá problemas para los mismos palestinos y para los países que los van a acoger. A pesar de las millonadas que quiere pagar, seguirán siendo refugiados y el palestino vuelve siempre a su territorio, y a resistir esté donde esté».Más allá del controvertido proyecto , los verdaderos problemas para estos exiliados son otros: que sus nietos aprendan castellano en el colegio, que sus hijos menores terminen la carrera, que siguen cursando a distancia en Universidad de Al Azhar en Gaza, y que los mayores encuentren trabajo en España o en Oriente Próximo.«Diez sobrinos muertos»Y, por supuesto, la seguridad de los familiares que dejaron en la Franja. « La situación en Gaza sigue siendo catastrófica. Todos los que siguen allí resisten como supervivientes. Han soportado lo que no podía aguantar ningún ser humano… Con el alto el fuego, hay un poco de esperanza. Pero la política es la política. Los gazatíes intentan sobrevivir y demostrar que están en su propia casa, en su tierra. Están intentando rehacer su vida como pueden», desgrana El Sousi. Con diez hermanas en la Franja, cuenta que «han muerto diez sobrinos míos y de mi mujer y hemos perdido mi casa y las dos de mis hijos».La familia de su amigo El Aila también ha sufrido las mismas pérdidas humanas y materiales, pero eso no le impedirá regresar cuando sea posible. «Cuando podamos vivir allí, volveremos, pero antes deberíamos tener una casa porque la nuestra está destruida», se lamenta paseando por las calles de Pilas.Ya conocidos en el pueblo, donde los vecinos los saludan amablemente al cruzarse con ellos, a veces se sienten como en casa por las muchas similitudes culturales que guarda el sur de España con Oriente Próximo por los siete siglos de Al Andalus . Pero lo que más le sorprende a El Sousi es «por qué podemos convivir con cristianos y judíos aquí en España y no en Gaza». Reivindicando la solución de los dos Estados, el palestino y judío, cree que el problema es que «los políticos usan la religión para sus intereses».

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