El número 12 de la calle de El Yesero, en Villa de Vallecas, ha amanecido este martes acordonada y con varios furgones de la Policía Municipal de Madrid a su alrededor para ejecutar la orden desahucio de siete viviendas okupadas conflictivas, no vulnerables -o ambas- que residen en este bloque desde hace más de un año. En la calle, varias personas movilizadas por PAH Vallekas tratan de ejercer presión y evitar el desalojo.Este edificio, que cuenta con un total de 126 inmuebles, tenía 18 viviendas ocupadas ilegalmente. Esta mañana, se está produciendo el lanzamiento de 7 de ellas, en las que residían aquellos que hacían la vida imposible a sus vecinos , según indican a este periódico.La Policía Municipal llegado a primera hora hasta este bloque que conforman los número 12, 14 y 16 de la mencionada calle vallecana. Los grupos antidesahucios, llamados hasta el lugar por parte de la PAH Vallekas, han llegado sobre las 8.00 horas. En torno a mediodía ya habían sido desalojadas casi todas las viviendas usurpadas. Tras analizar la situación socioeconómica de los habitantes de todas las viviendas de su propiedad, informan desde Sareb, se han recuperado siete viviendas, tres de ellas estaban vacías y el resto se encontraban habitadas por personas con denuncias por conflictividad o no vulnerables. Tras recuperarlas, el ‘banco malo’ lo incorporará al parque público de vivienda social.Noticia Relacionada En Vallecas (Madrid) estandar No El doble castigo de Nuria por tener una okupa Amina OuldLa historia de esta okupación se remonta a antes de la pandemia, cuando la empresa propietaria quebró y los pisos pasaron a ser activos de la Sareb (la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria que nació en 2012). Al darse cuenta de esta situación, el cabecilla de este mercado okupa, un individuo al que los vecinos llaman ‘El Canario’, comenzó a tirar puertas, a cambiar cerraduras y alquilar ilegalmente pisos.Tal y como denunciaron los vecinos de esta urbanización a ABC, estos rentistas ilegales cobraban de 300 a 500 euros al mes por viviendas de una, dos o tres habitaciones. Una vez los ‘inquilinos’ se dieron cuenta de la estafa, muchos de ellos dejaron de pagar.Desde entonces, los vecinos, que se opusieron a esta situación ante las actitudes y actividades de los okupas, comenzaron a vivir una pesadilla, que hoy parece acabar.Este no se tata del primer lanzamiento ha habido en este edificio. En al menos una ocasión se ha intentado desahuciar a los okupas que ahí residen, pero fueron paralizados ante la falta de documentación que acreditara la vulnerabilidad de estas personas. Ocho viviendas de esta promoción, al haberse acreditado la situación vulnerable de sus ocupantes, se encuentran ya en régimen de vivienda social.
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