Las fuerzas de Moscú lograron quebrar las líneas logísticas de Ucrania e intensificaron su ofensiva para expulsar a los hombres de Zelenski de Kursk, provincia rusa. Una parte del contingente ucraniano desplegado en Sudzha, la principal ciudad controlada por Kiev en la provincia rusa, comenzó a retirarse de sus posiciones. En los últimos cinco días, Moscú había logrado cortar la línea de defensa en las inmediaciones de Sudzha. Esta localidad, un bastión clave para el Ejército ucraniano, está situada a unos 10 kilómetros de la frontera estatal ucraniana. Por ese tramo discurre la carretera que conecta a los ucranianos con su territorio nacional en la región de Sumy. Una vía de comunicación clave que ahora se encuentra bajo control aéreo de las tropas del Kremlin. «Formalmente, toda la logística está vinculada a la carretera asfaltada Sumy-Sudzha, que es muy fácil de controlar, porque las distancias (al enemigo) allí no son muy grandes», explicó el militar retirado Viktor Kevliuk al ‘Kyiv Independent’. La capital ucraniana lanzó esta operación dentro de Rusia con el objetivo de intercambiar territorios en unas eventuales negociaciones con el Kremlin.Las fuerzas rusas desplegaron en la zona a sus mejores operadores de drones y soldados de asalto durante las ultimas semanas. Una gran parte de estos vehículos aéreos no tripulados están conectados a cables de fibra óptica que evitan las contramedidas de guerra electrónica. Mientras que se desarrollaban las conversaciones de paz auspiciadas por Washington, Rusia incrementó la presión sobre la guarnición ucraniana que logró controlar parte de la provincia rusa de Kursk desde agosto de 2024.Noticia Relacionada estandar Si Éxodo o muerte en el frente con Rusia Alfons Cabrera A solo diez kilómetros de las líneas del Kremlin, bajo el estallido de las bombas y el zumbido de los drones, la ONG East SOS rescata ancianas antes de que la guerra llegue a sus casasFue una de las operaciones más sorprendentes e inesperadas del mando del Kiev en el transcurso de la guerra a gran escala. Rusia ha destinado más de 50.000 efectivos para tratar de expulsar a los ucranianos de Kursk. Y al esfuerzo de Moscú también se sumaron unos 12.000 soldados norcoreanos.El grupo ucraniano de análisis y monitoreo DeepState confirmó este martes que las fuerzas de Moscú habían logrado penetrar en Sudzha y estaban atrincherándose a medida que los combates en las afueras de la urbe continuaban. Fuentes del medio ‘Ukrainska Pravda’ apuntan que los militares ucranianos están retrocediendo en esta zona, pero señalan que la presencia militar de Kiev continua dentro de la provincia rusa. El comentarista militar ucraniano Skadovskyi Defender, dijo en su cuenta de Telegram que «las Fuerzas Armadas de Ucrania abandonan Kursk. No habrá soldados ucranianos allí el viernes».El soldado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Artiom Karakin, afirmó en sus redes sociales ayer que los rusos no habían controlado la totalidad de la Sudzha. «Si estuviera completamente bajo su control, todo el mundo ya habría visto docenas de fotos… Nuestra aviación y artillería han estado trabajando activamente sobre las unidades rusas que avanzaban durante todo el día». Karakin señaló que parte de la guarnición se había visto obligada a retirarse a pie, ante el incesante acoso de los drones rusos. Ucrania arrebató del control de Rusia hasta más de 1.300 kilómetros cuadrados en los primeros compases de la incursión en Kursk. Pero durante las pasadas jornadas, la contraofensiva rusa logró arrebatar dos tercios de todo el territorio tomado dentro de la Federación de Rusia. Los avances de Moscú coincidieron y, en parte se vieron favorecidos, por la pausa en el intercambio de inteligencia impuesta por Washington tras la bronca en el despacho oval el 28 de febrero. Ucrania y Rusia han incrementado sus ataques aéreos cuando comenzaron los contactos de ambos países con la Administración Trump. Un día antes del encuentro entre las delegaciones de Washington y Kiev en Arabia Saudí, las fuerzas ucranianas lanzaron el mayor ataque de drones contra Rusia de toda la guerra. También Rusia ha continuado con sus bombardeos con misiles contra las ciudades ucranianas.Salvar vidasEl Estado Mayor ucraniano confirmó los avances enemigos en Kursk, pero no se publicó ninguna información oficial sobre la retirada en curso. El presidente Zelenski comentó la situación en el frente ayer en un encuentro con periodistas y dijo: «Nuestras tropas en la región de Kursk están cumpliendo con su misión. Los rusos intentan ejercer la máxima presión sobre nuestras tropas. El mando militar [de Ucrania] está haciendo lo que debe: salvar el máximo número de vidas de nuestros soldados», manifestó el líder ucraniano. Fue precisamente Zelenski uno de los principales valedores de la operación de Kursk. Una hazaña que no estuvo exenta de críticas ya que se realizó mientras las fuerzas de Putin tensionaban el frente oriental en clara ventaja numérica. El mandatario ucraniano defiende que esta incursión sirvió para evitar el agrupamiento de las tropas enemigas en otras áreas del frente. El objetivo final era llegar a un intercambio del territorio con Rusia. Aunque, el Kremlin siempre negó esta posibilidad. La aventura de Kursk llega a su fin mientras el liderazgo ucraniano está a la espera de la respuesta de Putin sobre el alto el fuego de 30 días acordado en Yeda. Zelenski enfatizó que «no confiaba en Moscú», pero dio su visto bueno a la tregua parcial para mostrar a Trump su disposición hacia la paz. Sin embargo, Zelenski ha recalcado las líneas rojas de Kiev ante cualquier proceso de paz: «No reconoceremos ningún territorio ocupado como perteneciente a Rusia. Esto es un hecho. Nuestro pueblo luchó por esto, nuestros héroes murieron… Esta es la línea roja más importante», manifestó.

Leave a Reply