El 22 de febrero, un convoy de la Policía Nacional dio el alto a una furgoneta de siete plazas en la carretera de Barcelona (A-2), a su entrada en Madrid. El vehículo acababa de salir de una especie de hangar aleñado a la carretera, en la calle de Ezequiel Peñalver (Barajas), que no es otra cosa que la sede o ‘club house’ del capítulo de los Ángeles del Infierno (Hell’s Angels) de Madrid y su corona metropolitana. El otro grupo de esta banda criminal de moteros está en la Sierra. En una operación conjunta con Guardia Civil, la Sección de Organizaciones Criminales Transnacionales de la Udyco Central desbarataba los dos años de fuga de Michael Matthews Murray. Con 35 años, es uno de los peces gordos de esta mafia internacional. Se le buscaba, entre otras cosas, por un envío de media tonelada de cocaína a su país, Nueva Zelanda, y encargar el asesinato de un miembro de otra banda rival, en Rumanía. En Madrid llevaba al menos un año, haciendo una doble vida con documentación falsa de Eslovaquia, tomando el Metro y el Cercanías, con su propio abono transporte, y, cómo no, apuntado al gimnasio. Con nombres y fecha de nacimiento también irreales. Vivía en la exclusiva zona de Conde de Orgaz, muy cerca de la sede principal de Ángeles del Infierno, gracias a la cobertura brindada por los cabecillas de este ‘motoclub’ en la capital. Tras ese operativo, duerme en la cárcel, a la espera de su extradición.Noticia Relacionada estandar No La última juerga del capo fugado de «Los Ángeles del Infierno» Enia Gómez Fue localizado en una fiesta que uno de los ‘capítulos’ de la banda llevó a cabo en MadridLas bandas criminales de moteros llevan en España desde 1997, primero en Barcelona y Valencia. Los Ángeles del Infierno son los principales, nacidos en los años 50 del siglo pasado en Estados Unidos. Cada uno de los dos capítulos en Madrid tiene un mínimo de cinco miembros, al menos en su estructura jerárquica, que se divide así, explican a ABC fuentes policiales: presidente, vicepresidente, secretario/tesorero, capitán de ruta y sargento. Luego, están los miembros de base y los ‘prospects’ o aspirantes, que pueden esperar años para ser integrantes plenos de la banda.En España, aparecen en el registro de asociaciones del Ministerio del Interior, como las alrededor de cien entidades de moteros de todo el panorama nacional. De ese centenar, hay una parte que se mueve y se financia con actividades claramente delictivas. En nuestra región, además de los Ángeles del Infierno, están Bandidos (el segundo grupo en importancia), No Surrender, Satudarah, Orkos, Comancheros, Rebels… «Cuando alguien quiere poner en marcha un motoclub, debe pedir permiso a los más grandes, los Ángeles del Infierno», explican. Es lo que hizo Orkos en 2002, con sede en Móstoles.Foro ‘Desguace’Las ‘club houses’ son los puntos de reunión físicos, pero no podían faltar los virtuales, como Instagram, Facebook o el foro ‘Desguace’. Se calcula que en la región hay diez de estas organizaciones criminales, en Torrejón de la Calzada, Mejorada del Campo o Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, además de en las ciudades ya mencionadas. Son bandas exportadas, por ejemplo, de Australia y con ideología neonazi. Es el caso de Rebels y Comancheros; sorbre esta última, la Policía Nacional llevó a cabo una operación en 2023 contra sus líderes, que cayeron en la sede, en Guadalajara, y tienen conexiones internacionales en Australia, Turquía, Francia y Alemania. En nuestras fronteras, otra banda motera importante es Coraceros, que cuenta con miembros de Suburbios (radicales escindidos del Frente Atlético) y también se ha detenido a ultras de los Boixos Nois. Pese a su carácter fascista, no es difícil encontrar a algunos integrantes marroquíes incluso con la esvástica tatuada.Michael Matthews Murray, arrestado en Madrid hace tres semanas / Líder de Los Ángeles del Infierno en Europa, Necati Arabaci, turcoalemán / Arsenal incautado al grupo Comancheros por la Policía Nacional ABCKrakens, Black Ravens, Comanches, Vippers… La nómina de organizaciones criminales es amplísima, con alrededor de cien personas moviéndose en la esfera madrileña. Su actividad delictiva predilecta es el tráfico de drogas, aprovechando precisamente esos tentáculos con otros países y la posición geográfica ideal de nuestro país en la órbita del narco. «El hachís, por ejemplo, lo traen de Marruecos hasta las costas de Huelva o Cádiz, y en vehículos caleteados los trasladan a otros países europeos, donde su precio, que está entre 1.500 y 2.000 euros el kilo, se duplica», explica un inspector al mando de uno de los grupos de la sección policial. Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica e Irlanda son los destinos más repetidos, con el caso de Finlandia en el tráfico ilegal de anabolizantes.Sol, playa y lujo horteraEl control de discotecas, como se ve en la Costa del Sol (uno de los lugares con mayor implantación) es fundamental, pues quien lleva las riendas de la seguridad tiene también el de la droga que se mueve en esos ambientes nocturnos. Madrid supone un escenario principal en el paso de estupefacientes, aunque la mayor presencia es en el litoral malagueño, la Costa Blanca y Cataluña. De hecho, pese a estar implantados en todos estos lugares, sus principales miembros en España siguen siendo de Suecia, Dinamarca, Inglaterra y Alemania (en este país, los Ángeles del Infierno son ilegales, a diferencia del nuestro). Buscan, además de una estrategia geográfica como puerta de entrada de la droga al continente, un clima y unas condiciones de vida mucho más cómodas. Se rodean, de hecho, del lujo más opulento y hortera.Como ocurre con los grupos ultras del fútbol, su afición a las motos no deja de ser una excusa para hacer proselitismo y enmascarar sus actividades criminales. Muy a menudo, los locales de Madrid donde tienen sus sedes sociales se convierten en veladas de boxeo ilegales, conciertos de rock y lo que publicitan como «shows eróticos», con chicas desnudas practicando el baile en barras americanas o ‘pool dance’. El machismo campa a sus anchas entre los clubes moteros, donde ellas no tienen cabida en las estructuras de liderazgo y su presencia más allá es marginal.Arsenal incautado por la Policía Nacional ABCLos ajustes de cuentas están a la hora del día. Por ejemplo, actualmente existe un conflicto abierto entre los Ángeles del Infierno y Comanches, un club creado hace un año en Barcelona y Marbella con ‘desertores’ de los primeros. Las traiciones se pagan como en las sectas, a sangre. Se han producido cacerías recientes entre rivales, cobros de deudas o el tiroteo de dos miembros de Bandidos. Incluso un motero se quemó con un cóctel molotov cuando intentaba hacer arder una de las sedes de los Ángeles del Infierno, hace unos meses.

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