La vicepresidenta del Gobierno y secretaria general del PSOE en Andalucía, María Jesús Montero , ha protagonizado este domingo el programa ‘Lo de Évole’, de La Sexta. Calificada por el programa como «la mujer con más poder político en España», Montero ha aprovechado la entrevista para pedir la aplicación de la amnistía al prófugo Carles Puigdemont, para que su retorno al país cierre «un capítulo tan triste para Cataluña y España» y ha elogiado a uno de los socios más fiables del actual Ejecutivo, Bildu, al asegurar que «se han reconvertido como ningún partido» en España.Esos dos, junto a sus referencias a su excompañero de gabinete, José Luis Ábalos (del que ha dicho que «está haciéndonos mucho daño»), podrían ser los dos grandes titulares de una entrevista que buscaba, sin ambages, posicionar a Montero en la carrera electoral andaluza, como uno de los ministros ‘a media jornada’ que relataba en este diario Iuri Pereira en referencia a los miembros del Gobierno que compaginan sus labores con los roles de líderes socialistas en sus autonomías.Filmada durante dos días en el Parador de Carmona por elección de la vicepresidenta, donde se redactó el Estatuto de Autonomía de Andalucía en 1981, la entrevista remarcaba su perfil sanitario y como hija de profesores, su orgullo y compromiso andaluz y «muy de izquierdas» incluso dentro de su partido, pero también como cristiana y «creyente» (en una comunidad donde la tradición religiosa es clave en su identidad), pero que tiene «momentos de fe» aunque «ya no vaya a misa».Pero más allá, ha tocado numerosos temas de actualidad.Noticias relacionadas opinion Si El Constitucional ya prescinde de la doctrina del escándalo de los ERE Juan Fernández-Miranda estandar Si La falta de personal se cronifica y ahoga a las Fuerzas Armadas Pilar De la CuestaAmnistía a PuigdemontPreguntada por el expresidente prófugo de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la amnistía, Montero ha asegurado que ella le aplicaría «inmediatamente» la amnistía porque es la «voluntad del legislativo» y serviría además para «terminar este capítulo tan triste para España y Cataluña» y que eso no ocurriría hasta que regrese el expresidente. Además, ha añadido que Puigdemont «vive una situación personal muy complicada» por vivir fuera del país.Ha reconocido contactos, «por videoconferencia» con Puigdemont al que asegura conocer poco, pero del que dice que le da la impresión de ser un hombre convencido «de sus ideas» y de que lo hizo en el procés «fue lo correcto».Sobre las negociaciones de Junts para la cesión de las competencias de inmigración en Cataluña, la vicepresidenta ha asegurado que son «razonables» y ahondan en la línea de autogobierno en la que el Ejecutivo lleva trabajando «desde el primer momento».Sobre Ábalos: «Nos está haciendo mucho daño»Sobre su excompañero de gabinete, José Luis Ábalos, Montero ha asegurado que «no da crédito», que «se quedó de piedra», al saber de sus comportamientos, que no se explica, y que además, ha reconocido, «que les está haciendo mucho daño».Ha asegurado que «no se explica» qué pudo llevar a Ábalos a esos comportamientos, y aunque reconoce indicios y pruebas, ha asegurado que le gustaría saber «finalmente que es lo que realmente pasó». «Tenía un relación normal con él y él no daba síntomas de todo esto . Me quedé de piedra cuando me enteré», ha relatado la vicepresidenta. Eso sí, Montero ha negado que su salida del Gobierno fuera por ese motivo (o al menos, que el presidente Pedro Sánchez lo transmitiera) y que no «nadie sabía nada de esto» cuando Ábalos fue en las listas del PSOE en la Comunidad Valenciana. «Las dos manos en el fuego» por Carlos MorenoSobre su jefe de Gabinete, Carlos Moreno, que reconoció una reunión con el comisionista del ‘caso Koldo’, Víctor de Aldama, para el aplazamiento de una deuda, la ministra de Hacienda ha sido mucho más tajante. Ha afirmado que sigue poniendo «las dos manos en el fuego por él» y se ha preguntado si realmente se aplazó esa deuda, porque si no ha sido así, «de qué tratos de favor está hablando Aldama», al que ha calificado de «presunto delincuente». «Este señor no tiene credibilidad», ha cargado Montero, «esto para él es humo porque su mayor problema está en el fraude fiscal de los hidrocarburos, que inició Hacienda y por eso nos la tiene jurada».Para Montero, los ataques a su mano derecha tienen un objetivo de «caza mayor»: «Yo soy el objetivo» . Y ha asegurado que Moreno «se conduce por valores y principios incuestionables».Elogios a BilduAl referirse a uno de los principales socios del Gobierno en los últimos tiempos, el partido heredero de Batasuna, Bildu, la vicepresidenta que no ha querido tildarles de «fáciles» para negociar, ha elogiado a la formación asegurando que « no hay ningún partido que haya tenido su recorrido, han aprendido los caminos que no se deben tomar y que sus aspiraciones no son para mañana». Ha llegado Montero ha asegurar que «algún día se estudiará su incorporación política» y ha recordado las palabras de Rubalcaba cuando dijo que «cambiabamos bombas por votos».Gasto en defensa y envío de tropas a UcraniaNo quiso obviarse en la entrevista el tema candente en todo el continente y en nuestro país en los últimos días: el incremento del gasto en defensa, que pactó Pedro Sánchez en la Unión Europea tras el cambio de paradigma que ha supuesto la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus negociaciones con Putin para cerrar la guerra de Ucrania. A Sánchez le está costando convencer a sus socios de Legislatura como se vio el pasado jueves tras su ronda de conversaciones de la que excluyó a Vox.Montero ha defendido línea a línea el argumentario de su presidente: que este gasto no va a «compentir con el estado de bienestar» y que «España no invierte en armamento, sino en tecnología híbrida, de doble uso militar y civil, en los nuevos conceptos de seguridad y defensa», que ha hecho, como informaba Pilar de la Cuesta en ABC, que el Gobierno arrincone en este tema a la ministra de Defensa, Margarita Robles , y muestre como portavoz al de Exteriores, José Manuel Albares.Eso sí, la vicepresidenta ha asegurado que « aún no se ha planteado el envío de tropas españolas a Ucrania » y que cree que «ese momento está lejos» y que espera «que no se produzca».Ha mandado un mensaje a los socios como Podemos, cuando ha dicho que «somos un país pacifista y el PSOE aboga siempre por el diálogo y la paz, pero, a veces, para conseguirlo hay que reforzar las capacidades militares».Eso sí, Montero ha despegado cualquier duda sobre la posibilidad de un pacto con el PP, que sí que está dispuesto a aumentar el gasto en defensa: «Es imposible, se ve en el día a día ; se oponen a todo; da igual lo que se diga, si lo ha dicho Pedro Sánchez, es malo», ha explicado.En ABC, Mariano Alonso ya informaba de que Moncloa cerraba las puertas al acercamiento con Feijóo , sobre todo por el caso Begoña.Sobre las críticas de Felipe GonzálezMontero también se ha referido a las habituales críticas del expresidente Felipe González, que ha calificado de «referente indiscutible», a su Gobierno. Ha asegurado Montero que «a veces» le «dan pena» esas críticas , aunque ella cree que él hace convencido y no porque sea «desleal». Eso sí, ha reconocido que dentro del Gobierno ya «no se comenta tanto, aunque al principio sí lo hacían».Y ha anunciado que invitará a González a participar en su futura campaña. Preguntada por si no cree que criticaría al Gobierno en los mítines, ella ha contestado que si está convencida de que, si esa fuera su intención, no acudiría.Pedro Sánchez, el mejor presidente; Aznar, el peorHablando de presidentes, Montero ha asegurado que si hubiera que hacer un ránking de los mejores presidentes del Gobierno de España en democracia pondría el primero a su jefe, Pedro Sánchez, porque es el «referente de la socialdemocracia en el mundo» y que está haciendo «un trabajo magnífico».En segundo lugar, duda entre Zapatero, «del que le gusta aún más como lleva el cargo de expresidente», y González. Y después colocaría a Rajoy, porque para ella «Aznar ha sido el peor presidente de la historia».En todo momento, Montero ha exhibido una fascinación por Sánchez, al que considera «amigo», con continuos elogios. Ha asegurado que los cinco días de abril de 2024 en los que el presidente, tras una carta abierta, se planteó su continuidad, ha sido « el acto de honestidad política más importante que se ha producido en nuestra historia ; no fue friqui, fue muy auténtico».Además de definir a su presidente como «valiente» o «decidido» también ha asegurado que no tiene ninguna intención de adelantar elecciones.

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