Las votaciones del Congreso de los Diputados empiezan a parecer una quiniela de difícil pronóstico. Sus señorías marcan el 1, la X o el 2 sin certezas sobre el resultado. Sí, no o abstención. La moción del BNG, en la que los nacionalistas gallegos pedían rechazar las políticas de Donald Trump, sí, pero también el aumento del gasto en defensa promovido por la Unión Europea, se ha convertido en todo un caos parlamentario. Aunque con algo de lío, se ha confirmado algo que se constató el martes, durante del debate de la iniciativa: una nueva división del Gobierno de coalición.Mientras Pedro Sánchez está en Bruselas intentando convencer a la Comisión Europea de que sufrague el aumento del gasto en defensa de los países miembros, el partido con el que el PSOE comparte el Consejo de Ministros, Sumar, se ha unido a los planteamientos más radicales de la izquierda para no solo rechazar el incremento de la inversión en seguridad, sino incluso exigir la salida de España de la OTAN.En un contexto en el que la alianza atlántica vive con preocupación por la posibilidad de que Estados Unidos la abandone y cambie a sus aliados tradicionales por un acercamiento a Rusia —ya empezó a negociar la paz en Ucrania sin sentar al país agredido en la mesa—, el BNG planteaba que sea España la que salga de la OTAN. No solo se ha unido Sumar, donde Izquierda Unida ha pujado con fuerza por esa posición, sino también Bildu y Podemos. ERC, que consciente de la realidad geopolítica está en posiciones más pragmáticas en todo este asunto, se ha abstenido.Noticia Relacionada estandar Si El Congreso aprueba por primera vez una ley sin permitir el debate de enmiendas del Senado Juan Casillas Bayo El PSOE incumple el Reglamento al impedir que el Pleno discuta un cambio en el orden del díaLa votación ha sido idéntica en el punto que pedía al Gobierno que se oponga a la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, de crear un fondo de 800.000 millones de euros para la defensa comunitaria y la compra de armamento. De nuevo, mientras Sánchez intenta que la Unión Europea se haga cargo de la inversión para alcanzar el dos por ciento del producto interior bruto (PIB) en la seguridad nacional, Sumar sigue a la izquierda nacionalista para rechazar siquiera esa movilización económica a nivel europeo.ERC sí se ha adherido a la improvisada entente antimilitarista en el apartado de la moción que reclamaba al Gobierno renunciar a cualquier aumento del gasto militar que suponga una reducción de los recursos disponibles para políticas sociales e inversiones públicas. Estos tres puntos se han rechazado con el voto en contra del resto del Congreso, coincidiendo en todos ellos PP, PSOE y Vox, entre otros.La Cámara Baja sí ha aprobado los otros tres puntos de la moción impulsada por el BNG, que responden además a la interpelación que motivó esta iniciativa. Con el voto a favor de PSOE y Sumar, la abstención del PP y el voto en contra de Vox, el Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a rechazar las amenazas expansionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el canal de Panamá y Groenlandia (Dinamarca), a condenar el plan del mandatario estadounidense de convertir la franja de Gaza en un centro turístico tras «una limpieza étnica» y a optar por el camino del diálogo y la negociación para la paz. Estas peticiones, en todo caso, no son vinculantes para el Ejecutivo, cuya división, otra vez, se ha hecho patente.

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