Casi cinco meses después de la catastrófica dana del 29 de octubre, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha recibido por primera vez -que se sepa- a un grupo de cuatro afectados por las inundaciones, dos de ellos de la localidad de Catarroja.El encuentro improvisado, que no figuraba en la agenda oficial del jefe del Ejecutivo autonómico, se ha producido alrededor del mediodía, cuando estas personas -dos viudas y un hijo que perdió a su madre en la barrancada- protestaban a las puertas del Palau de la Generalitat con una pancarta con el lema: ‘No hicisteis nada’.A raíz de la protesta, han accedido a la sede del Gobierno regional, justo el día en el que se ha celebrado el pleno del Consell para aprobar el anteproyecto de los presupuestos autonómicos de 2025. Mazón siempre ha defendido que estaba en contacto permanente con las víctimas para todo aquello que pudieran necesitar.«Nos ha pedido perdón y se ha portado como un hombre al recibirnos», ha aseverado uno de los afectados, Juan José Monrabal, a su salida del Palau. «Se ha comprometido con nosotros a que va a recibir a todos los familiares de las víctimas aquí. Me comprometido con él para ir llamando a la gente, para ir trayéndolos de cinco en cinco», ha señalado, sobre una reunión que «llega tarde, pero más vale tarde que nunca».Según Monrabal, el presidente estaba «afectado»: «Nos ha dicho que la alerta llegó tarde» y que «no sabía nuestro números de teléfono». «Hoy le he visto que tiene un poquitín de corazón», ha agregado. Este afectado de Catarroja, que llevaba ya «muchos días» acudiendo a las puertas del Palau ha incidido en que «lo único» que quiere «es la verdad».«Mi madre, con 84 años, no entiende de teléfonos. A las 20.15h ya estaba muerta. A las 18.15h le llamé tres veces y decía que la calle estaba seca, que no había agua», ha lamentado.

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