Aunque este viernes no ha habido parte médico, ha dado nuevos detalles sobre la salud del Papa el cardenal argentino Víctor Manuel «Tucho» Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y uno de sus colaboradores más cercanos. Ha explicado que el Papa «casi tiene que aprender de nuevo a hablar», que cuando regrese al Vaticano « comienza una nueva etapa en la que habrá sorpresas », y descarta que vaya a presentar la renuncia.Víctor Manuel «Tucho» Fernández, de 62 años, es el principal colaborador del Papa Francisco, y ha trabajado con él en la preparación de sus documentos más importantes.«He podido estar en contacto con él, y estoy contento. E stá muy bien, físicamente . Sabía que su organismo habría reaccionado, su organismo está como antes», ha asegurado el purpurado al margen de la presentación de un libro con las ideas del Papa Francisco sobre la poesía.Noticia Relacionada Primera imagen tras su hospitalización estandar No Manos hinchadas, en silla de ruedas o problemas para deglutir: lo que nos cuenta la foto del Papa Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en Ciudad del Vaticano La imagen también muestra algunas mejoras físicas y ausencia de cánulas nasalesFernández ha explicado que el Papa «necesita una rehabilitación porque tanto tiempo con el oxígeno a alto flujo te seca todo y te cuesta hablar». «Casi debes volver a aprender a hablar», ha añadido sin precisar si lo ha visto , ha hablado con Francisco por teléfono o han intercambiado correspondencia. Según el purpurado, aunque el Papa «podría regresar (a Casa Santa Marta), los médicos quieren estar al 100 por 100 seguros (antes de darle de alta)». Además, ha asegurado que el Papa «tiene su modo de vivir, de usar el poco tiempo que le queda para cumplir su misión , y si vuelve al Vaticano, no podrá seguir los consejos de los médicos ». «Deberá cambiar su vida, pero no sé cómo», ha añadido.En su opinión, cuando Francisco salga del hospital «comienza una nueva etapa» del Pontificado, y «el Papa es un hombre de sorpresas». «Habrá aprendido muchas cosas en estos meses, y quién sabe qué sacará de la chistera, aún sabiendo que esto significa un esfuerzo muy grande para él, un momento difícil, será fecundo para la Iglesia y el mundo». Preguntado sobre si opina que el Papa presentará la renuncia, no parece tener dudas: «No creo…».«Que yo sepa, no se ha planteado la hipótesis de abandonar. En cambio creo que este tiempo de dolor, de cansancio, de limitación, es el inicio de una nueva etapa que será fructífera , formará parte de su pontificado», ha subrayado.Además, ha revelado que el Papa «no quería ir al hospital, le han convencido personas muy cercanas que no son ni obispos ni sacerdotes. No sé qué palabrota han usado para amenazarle… ». «Emotivamente, imagina cómo está. Imagina cómo es duro para él». Lo ha descrito como «un jesuita de los de antes, con una fuerza inmensa, una capacidad de sacrificio, de encontrar sentido a estos momentos duros».«Este mes ha sido muy duro para él, uno que ama entregarse por entero, estar en la cama del hospital sin poder ayudar ni dar una palabra de consuelo a otros… Pero tiene una gran capacidad para aprender de la vida , de lo que venga, de captar lo bueno incluso en los momentos oscuros. Por eso estoy seguro de que de esta experiencia saldrá algo muy hermoso, que no sabemos lo que será, serán las sorpresas del Papa Francisco», ha concluido.«La fisioterapia sirve para esto»Fuentes vaticanas han confirmado que el Papa tiene dificultades para articular palabras, ya que «cuando tienes menos oxígeno debes dosificar de modo diferente el aire para poder hablar, con una oxigenación diferente, se articulan las palabras de modo diferente ». «La fisioterapia respiratoria sirve a esto», añaden. Lo cierto es que el Papa lleva diez días sin recibir visitas, y que también ha suspendido sus llamadas a la parroquia católica de Gaza, que no ha hecho ni siquiera después de que Israel haya roto el alto el fuego. Por otra parte, desde la oficina de prensa de la Santa Sede aseguran que el Pontífice ha dedicado la jornada del viernes a la fisioterapia motora y respiratoria, a algunas tareas de trabajo y a la oración. « La condición clínica sigue siendo estable , con pequeñas mejoras en la motricidad y en la respiración», aseguran.Igual que el domingo pasado, el Vaticano distribuyó por sorpresa una foto del Papa Francisco, la primera después de 31 días en el hospital, no se descarta que durante el fin de semana haya alguna nueva sorpresa para mostrar la evolución positiva de la enfermedad.Los 27 segundos con dificultad Hace quince días el Papa Francisco envió una grabación de 27 segundos en la que pronunció con gran dificultad sólo 29 palabras, y permitió hacerse una idea de sus dificultades para hablar. «Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde las plazas. Los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias», dijo con voz muy débil y respiración entrecortada. El cardenal Fernández atribuye estas dificultades a la oxigenación a altos flujos que Francisco recibe desde hace un mes. Se la suministraron por primera vez el 22 de febrero, tras la primera crisis respiratoria en el hospital, y hasta esta semana no han comenzado a reducirla.El Papa Francisco cumplió este viernes cinco semanas en el Policlínico Gemelli , adonde llegó el viernes 14 de febrero a causa de una supuesta bronquitis que después se reveló como infección polimicrobiana y neumonía bilateral. Desde el martes 10 de marzo los médicos consideran que está fuera de peligro, y el pasado miércoles 19 de marzo, aseguraron que la neumonía y la infección polimicrobiana «se encuentran bajo control». Este miércoles los doctores le retiraron la «ventilación mecánica no invasiva», la máscara que usaba mientras dormía, y ahora recibe oxigenoterapia sólo a través de cánulas nasales. Además, alterna el oxígeno a alto y bajo flujo, que es otro paso hacia la recuperación.Por ahora no hablan de darle de alta y aseguran que «tampoco se ha tomado ninguna decisión sobre la Semana Santa del Papa». En el Vaticano se trabaja con la hipótesis de que Francisco necesitará aún dos o tres semanas de hospitalización, y se considera muy difícil que pueda participar en las ceremonias de Semana Santa, entre el 13 y 20 de abril, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. Ya está diseñado el «Plan B» , que no prevé un único delegado para todas las ceremonias sino turnos entre varios cardenales de la Curia vaticana para ceremonias específicas.

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