Esta semana, Isabel Pantoja tuvo que ser ingresada de urgencia en la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid, tal y como desveló Antonio Rossi en Telecinco. Casualmente, la noticia se dio a conocer cuando la tonadillera ya había recibido el alta hospitalaria tras pasar tres días en dicho centro. Con este, ya son tres los ingresos que lleva Pantoja en poco más de un año , motivo que la obligó a suspender algunos de los conciertos de su gira 50 aniversario.En aquel momento, se especuló sobre los problemas de salud que sufría la artista e incluso se barajó la posibilidad de que emitiera un comunicado informando de su dolencia. Pero este no llegó nunca y, en su lugar, se publicó una nota en la que se informaba de que Isabel estaba «recuperada completamente y había recibido el alta de su leve indisposición, por lo que la gira se reanudaría según lo programado» . Y así fue hasta hace unos días, cuando los problemas de salud volvieron a aparecer. Según su entorno más cercano, no le ha hecho ninguna gracia que haya trascendido este ingreso. Un secretismo que no se entiende cuando se trata de una dolencia que la artista lleva arrastrando desde hace muchos años.te recomendamos Junco y Pinocho unen fuerzas contra el clan Pantoja Daniella Bejarano Isabel Pantoja presenta una demanda de desahucio contra Junco y le pide 45 mil euros Daniella BejaranoQuien escribe estas líneas recibió en agosto de 2015, cuando la tonadillera se encontraba cumpliendo condena en la prisión de Alcalá de Guadaíra, un informe médico que avalaba sus frecuentes salidas e ingresos hospitalarios . Mucho se criticaron estos permisos extraordinarios que le otorgaba la jueza de Vigilancia Penitenciaria, pero estaban más que justificados por los informes forenses cotejados con el hospital Infanta Luisa de Sevilla, por entonces su hospital de cabecera.«La paciente sufre una nefropatía diabética provocada por elevados niveles de glucemia», diagnosticaban estos informes. Aprovecharon su ingreso para realizarle pruebas que determinaron el alcance que esta descompensación había provocado en sus riñones. Pantoja fue tratada entonces por dos eminencias médicas en la materia: el doctor Francisco Giráldez, jefe de la Unidad de Urología, y el doctor Carlos Fernández Andrade, nefrólogo experto en terapias renales. La evolución fue positiva, pero, al parecer, tal y como aseguran a este periódico, la artista ha seguido sufriendo recaídas que la han llevado a ser tratada por otros médicos en Córdoba y ahora en Madrid.«La nefropatía es una afección de la diabetes que aparece cuando no se han controlado bien los niveles de azúcar y, por tanto, comienzan a dañar el órgano. Si no se estabiliza y controla, puede conllevar la necesidad de diálisis o, incluso, en algunos casos, un trasplante de riñón », explican fuentes médicas consultadas por ABC.Nueve años después de aquel diagnóstico, la artista parece no haber superado esta dolencia, para la que se le habría planteado una solución médica que no ha sido de su agrado. Está dispuesta, mientras pueda, a agotar la terapia farmacológica. La ingesta prolongada de diuréticos con efectos adelgazantes podría ser uno de los motivos que han desencadenado esta dolencia en la artista.Su hermano Agustín y su promotor no se han separado de ella en ningún instante y se muestran tranquilos con su evolución médica. Al parecer, el promotor estaba al tanto del historial médico de la artista y tendría contratado un seguro que cubriría cualquier pérdida en caso de que tuviera que anular algún concierto de la gira 50 aniversario. El único concierto confirmado para este año es el próximo 5 de julio en el recinto San Miguel Tarraco Arena de Tarragona .Sus hijos se han enterado del ingreso hospitalario de su madre por los medios de comunicación. Desde hace mucho tiempo, la relación entre ellos es nula. Kiko Rivera salía corriendo cuando era preguntado al respecto por un reportero, mientras que su hermana Isa Pantoja respondía así de rotunda este viernes en el programa Vamos a ver, en Telecinco, donde colabora: «No esperéis que vaya a ir a ningún sitio, a no ser que se me necesite o se me pida exclusivamente» . Además, ha querido descartar cualquier gravedad, ya que el ingreso ha sido breve.Salvación económicaSus deudas con Hacienda, que rondarían los 4 millones de euros, la eterna venta de su finca Cantora y la nula relación con sus hijos han provocado un mayor hermetismo respecto a las cuestiones que tienen que ver con su vida privada. Pantoja se crece en el escenario, pero se esconde fuera de él. Esa vida de luces y sombras podría ser desvelada pronto por la propia Isabel, quien anunciaba a principios de este mes la firma de un acuerdo con Mediacrest Entertainment S.L. para el desarrollo de dos series sobre su vida: una de carácter documental y otra de ficción, que contará con siete episodios, desde su infancia hasta el momento actual.Se trata de un millonario acuerdo que, sin embargo, no garantiza que ambos proyectos vean la luz ni siquiera que sean grabados, ya que, al menos de momento, no hay compromiso de emisión por parte de ninguna cadena ni plataforma. En estos casos, lo normal es esperar a ver el resultado y conocer si desvela los grandes secretos y leyendas que circulan sobre ella, para poder analizar su rentabilidad.La última maniobra financiera confirmada es la intención de poner a la venta su piso en el barrio sevillano de Triana, que hasta hace poco no estaba a nombre de la artista. Pantoja habría presentado una demanda de desahucio contra Junco , la viuda de su hermano Bernardo, a la que también obligaría a pagar 45.000 euros en concepto de alquiler por los meses devengados desde el fallecimiento de su hermano. A día de hoy, Junco continúa viviendo en este domicilio y asegura no haber recibido ninguna demanda. Además, se muestra tranquila, ya que, por su edad y su situación de vulnerabilidad, no cree que la puedan obligar a abandonar la casa.Por el momento, ni la gira por América, ni el millonario contrato con Mediaset, ni la venta de algunas de sus propiedades han servido para saldar o menguar esa millonaria deuda que, cada año que pasa, parece ir in crescendo.Mientras tanto, y harta de que se hable a diario de ella, ha encontrado una nueva vía de financiación que hasta ahora había utilizado poco: emprender acciones legales, a través de su nuevo abogado, Eduardo Urbano, contra aquellos medios de comunicación, colaboradores y programas que hayan vertido o viertan informaciones falsas y calumnias que atenten contra su imagen y reputación.No les ha hecho gracia que haya trascendido el ingreso ni quieren alertar sobre los problemas de salud de la artista, ya que esto podría perjudicarla de cara a la próxima gira y su proyecto audiovisual.
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