Una maestra ha desatado la polémica en Italia después de que unos padres descubrieran que tiene una cuenta de OnlyFans. La escuela infantil católica donde trabaja ha decidido suspenderla de sueldo y empleo al considerar que su afición no se ajusta a los estándares éticos de la educación que imparten. Elena Maraga, de 29 años, se creó un perfil en OnlyFans hace apenas un mes, según ha asegurado ella misma en una entrevista concedida a ‘Corriere del Veneto’. La maestra aseguró que era consciente de lo que hacía con su cuerpo, y más allá de sus competiciones culturistas, quería mostrar su figura porque cree que es un «espectáculo hermoso» dado los grandes esfuerzos que hace cada día para lucir así. Los padres de sus alumnos fueron quienes descubrieron que la maestra de sus hijos tenía una ‘doble vida’, avisaron al director de la escuela, que habló con Maraga para pedirla que borrara el perfil porque estaba repercutiendo a la imagen de la guardería. Una madre al ver que no se producía movimiento alguno decidió escribir una publicación destapando el caso: «A partir de ahí, los rumores se extendieron, incluso la escuela me prohibió hablar públicamente del tema, pero estoy harta», reconoció en una de las diversas entrevistas que ha concedido estos días a la prensa italiana. La maestra de 29 años ha reconocido que estar trabajando en una escuela católica, en el municipio de Treviso, al norteste de Italia, y tener un perfil en OnlyFans podría causarle problemas. Sin embargo, ha asegurado que no es algo de lo que podría avergonzarse mientras su profesión se haga bien y «transmita valores comunes a los niños». Algunos padres se han posicionado a su favor instándola a que no dejara la guardería porque los niños «la adoran».Desde que salió a la luz esta historia, la cuenta de Instagram de Elena Maraga ha aumentado significativamente. La escuela infantil ha tomado la decisión de suspenderla de empleo por la polémica desatada, aunque ella ha reconocido que otro de los motivos por los que se creó el perfil en la plataforma para adultos es porque el sueldo de maestra de 1.200 euros no le bastaba. Tal ha sido la magnitud del caso que hasta el Ministerio de Educación ha anunciado que está preparando un código ético para que no vuelva a repetirse una situación similar. Desde Educación actualizarán el cógido de conducta, renovado por última vez en 2023, para regular el comportamiento de los empleados en las redes sociales. Uno de los artículos de la norma decreta que «al utilizar sus cuentas en redes sociales, el empleado deberá tomar todas las precauciones para garantizar que sus opiniones o juicios sobre acontecimientos, cosas o personas no sean en modo alguno directamente atribuibles a la administración pública a la que pertenece».
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