Borja Jiménez, ambición de figura: «Agradezco al Rey el detalle de visitarme en la enfermería»

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Borja Jiménez, ambición de figura: «Agradezco al Rey el detalle de visitarme en la enfermería»

En silencio se quedó la plaza de Valencia tras la escalofriante cogida que sufrió Borja Jiménez al entrar a matar al segundo de la tarde. El sevillano volvió a nacer, ante la mirada del Rey , que acudió a la barrera a ver el mano a mano entre Román y Borja, con una encastada corrida de La Quinta. Su Majestad pudo disfrutar de un excelente quite por chicuelinas que dejó el de Espartinas en el toro que abrió la tarde, y de un extraordinario inicio por bajo al único toro que pudo estoquear. Pese a todos los intentos de Borja por salir, era imposible. Se impuso la razón, mientras se daba gracias por el milagro de que estuviera, dentro de, bien -porque ya era un milagro que estuviera vivo-, y fue trasladado al hospital. Se quedó Román con los seis toros, entre ellos un Famoso de vuelta al ruedo que iba en el lote de Jiménez. Pero la raza de Jiménez fue más allá: intentó reaparecer en Olivenza, acompañando a Morante en su esperada vuelta a los ruedos, junto a Emilio de Justo. El temporal se lo impidió, y ha ido a descansar un par de días a su casa. «Descansar» en torero, porque está deseando volver a los ruedos, y mañana retomará los entrenamientos. Porque, para llegar donde quiere, no hay descanso.-¿Cómo se encuentra?-Dentro de la paliza y los porrazos, pues bien. Sobre todo la parte de los lumbares está muy dolida. También la espalda, parte del hombro y del pecho, por donde tengo los porrazos. Pero los fisios ya se encargarán de ponerlo bien.-¿Has visto el vídeo de la cogida?-Sí, esa misma noche en el hospital lo vi para analizar un poquito por qué había sido. El toro no hizo ningún gesto como para coger la muleta, se vino directamente para mí.Noticia Relacionada estandar No Suspendida la reaparición de Morante en Olivenza: su vuelta será el 29 de marzo en Almendralejo Rosario Pérez Después de más de doscientos días apartado de los ruedos, la fecha de su regreso se retrasa una semana por el mal tiempo, con Extremadura en alerta-Y, pese a estar muy dolorido, quería estar toreando en Olivenza menos de 24 horas después de recibir el alta.-Ayer me dieron el alta, y ya tenía preparado el tema de los medicamentos que me tenía que tomar para quitar el dolor para poder torear en Olivenza. Cuando estábamos saliendo de Valencia para allá, me llamaron diciendo que se había suspendido.Borja Jiménez en el hospital ABC-¿No cree que le ha venido bien la suspensión?-Yo quiero ponerme delante de la cara del toro lo antes posible, no quiero que pase mucho tiempo. Para recuperarme del todo me va a venir bien, porque tengo unos días más, pero prefería torear que descansar.-Seguro que tampoco va a descansar mucho.-El sábado y el domingo ya toreo dos festivales. Uno en Coria y el domingo en Chinchón. Ya la siguiente corrida de toros. En apenas cinco días ya toreamos.-Se dejó al toro crudo en el caballo. ¿Pudo repercutir?-Sí, lo hice queriendo. Lo dejé sin picar. El toro tenía esa violencia con el capote, pero para apostar hay que dejar a los toros un poco crudos a veces. Los dos puyazo fueron dos picotazos simplemente. El toro cuando le di los doblones se sintió podido, y en vez de romper a bien, se fue orientando cada vez más, y como estaba un poco picado, no se le quitó esa violencia.-Ese inicio por doblones fue excelente.-El toro necesitaba un inicio de faena por bajo para que se sintiera podido y no desarrollará cada vez más sentido. Le vino bien, porque si no le hubiese hecho eso, seguramente se hubiese puesto más complicado y hubiese repuesto muchas más veces.-Y todo esto con un espectador de lujo: S. M. Felipe VI, al que pudo brindar el toro.-Eso es bueno para el toreo. Me siento un privilegiado y orgulloso de haber podido brindar un toro al Rey. Después tuvo el detalle de entrar a la enfermería, que por lo que me comentaba era la primera vez que entraba en la enfermería a visitar a un torero. Estuve charlando allí un rato con él, y estuvo muy cariñoso conmigo, dándome muchos ánimos. Me dijo que hará todo lo posible para volver a verme en una corrida de toros, así que bien. Cuando estaba allí en la enfermería, en esos momentos estaba contrariado por no poder salir, por la impotencia de querer y no poder, y el Rey me tranquilizó mucho.-Pese a no poder, ¿usted intentó salir?-Lo primero que hice nada más que me estabilicé un poquito, porque cuando entré en la enfermería no podía respirar bien, y cuando me tranquilicé un poco pedí a mi gente que le dijera a Román que matara a los suyos, que le dejara los dos míos para el final, para poder salir a matarlos. Me pusieron dos botes de calmantes que no me hicieron efectos, y aún así me intenté levantar para cambiarme, y apenas podía andar. Incluso me mareé cuando estaba intentando ir por allí, y el porrazo de la espalda no me dejaba apenas moverme. Era totalmente imposible. Era una locura salir otra vez a la plaza.-Al quinto de la tarde, que le hubiera correspondido a usted, se le dió la vuelta al ruedo, ¿lo vio?-Lo he visto. Me alegro por Román, porque al final se echó la tarde a sus espaldas, y no es fácil que a un compañero en un mano a mano lo coja un toro de esa manera tan desagradable, y tener que quedarse con la corrida eterna. Es para darle la enhorabuena por el esfuerzo tan grande que hizo. Sinceramente, ya que no lo pude hacer toreando yo, me alegra que le embistiera el toro y pudiera triunfar, después del esfuerzo que estaba haciendo.-Era su primera corrida de La Quinta. ¿Será la última?-Me gustaría acartelarme otra vez con esta ganadería para quitarme esta espinita. Además yo tengo muy buena amistad con los ganaderos desde muy niño. Y el primer toro que mato pasa lo que pasa… Sí quiero superar eso mental.-¿Le ha agradecido el capote que le echó la Virgen de los Desamparados?-Fue un milagro lo que pasó. De la manera tan fuerte que me cogió, y por dónde pasa el pitón de un lado a otro… Tuve muchísima suerte. Fue un milagro por todos los lados. Estaba muy agradecido de que no me haya pasado nada, y lo primero que hice nada más salir del hospital fue a llevarle un ramo a la Virgen, porque creo que hay que pedir, y también hay que agradecer.-¿Estrenaba vestido esa tarde?-Sí, me lo hice para esa ocasión. Es un vestido muy torero, es la primera vez que me ponía azabache. Ya está arreglándose, que en cuanto esté arreglado me lo voy a poner otra vez de nuevo para quitarles esos fantasmas de la corrida.-¿Retira usted los vestidos que pueden traer mal bajío o los sigue poniendo?-Éste se queda. Cuando ya termine de ponerme las veces que me lo tenga que poner, tiene que estar en un sitio privilegiado porque fue con ese traje con el que me salvé de lo que podía haber sido algo muy duro.Borja Jiménez PLAZA DE TOROS DE VALENCIA-Ha tenido un inicio de año accidentado, pero viene una temporada ilusionante.-Estoy feliz de los carteles que estamos cerrando. Están llamando de muchísimos sitios. Tengo por delante una temporada muy importante. Dios quiera que salgan las cosas muy bien. Sevilla tres tardes, Madrid, tres tardes, ahora Zaragoza, que también iré a final de año… Voy prácticamente a todas las ferias, así que estoy contento. Es un año donde se va a apostar fuerte. Siempre he demostrado que apuestas fuertes me gustan y me motivan, y creo que los toreros tienen que hacerlas.-Las apuestas las hacen las figuras. ¿Se lo considera?-Eso es algo que se verá con el tiempo, si Dios quiere. Yo de momento sigo con el camino que tengo en la cabeza que quiero seguir: ser fiel a lo que quiero, no dejarme condicionar por algunas situaciones que hay, y seguir mis pasos. De momento van bien encaminados. Pero para llegar a lo más alto de la escalafón y estar arriba del todo obviamente hay que hacer cosas fuertes.-¿Es consciente de ser el próximo llamado a mandar?-Mi única preocupación ahora mismo es entregarme a cada embestida de cada toro en la plaza. Lo que venga después, Dios dirá…Y en lo mas alto del escalafón se está colocando por méritos propios el sevillano , que hace bien no dejándose condicionar por ninguna situación. Cuando se hacen los carteles, pasan muchas cosas, pero cada uno tiene que ir a su lío, para que, cuando salga el de las patas negras, el público se emocione. Lo demás ya va cayendo por su propio peso.

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