Los vecinos del barrio del Aeropuerto , en el distrito de Barajas, ya están acostumbrados a caminar entre lodo cada vez que ruge el cielo de la capital. «Esta vez no ha sido la peor de todas, pero en ocasiones el agua alcanza los 40 centímetros de altura, los portales se inundan y hay que tirar todos los muebles», asegura un grupo de jubilados del barrio. Ayer a mediodía aún había presencia de vehículos de emergencia y zonas acordonadas por la Policía, aunque esta vez parece que Martinho ha tenido piedad con ellos. Recuerdan inundaciones peores, como la de 2015, por ejemplo, que causó innumerables problemas en la zona de Mar de Cristal, la M-40, el Corte Inglés del Campo de las Naciones, la Alameda de Osuna, el barrio del Aeropuerto y la A-2; incluso tuvieron que cortar las autopistas. El problema, admiten, es recurrente: en los últimos años se han repetido de forma cíclica en 2017, 2019, 2023… Pablo Prado, que regenta la única peluquería de este barrio, asegura que ya son cincuenta años viendo cómo sale la «mierda» de las alcantarillas. «No sabemos dónde habrán estudiado la carrera los arquitectos, no puede ser que a poco que llueva se formen balsas en las aceras. ¿Qué cuesta hacerlas con un poco más de pendiente?». El problema de fondo, según informes del canal de Isabel II, es que la capacidad del colector de Rejas es insuficiente durante los episodios de tormenta. «Han construido muchos edificios y el alcantarillado no da abasto», apunta Jesús González, portavoz de la asociación Aeropuerto Participa, que creen que hay un mal planeamiento urbano. Noticia Relacionada estandar No Mapa ¿Cómo de históricas son estas lluvias de marzo en tu ciudad? Luis Cano«Si cuando yo era pequeño el colector de aguas ya daba problemas, imaginad ahora con el cambio climático», asegura visiblemente molesto Prado, que ayer preparó su peluquería para evitar daños, como ha ocurrido en muchas otras ocasiones, en las que el agua les ha llegado incluso a las rodillas. Esa misma sensación de hartazgo la comparte Juliana de Pablo, una vecina de la calle de Garganchón, que sí podía mostrar las huellas de la tormenta del jueves de madrugada: rastros de barro en las escaleras y el agua que ha entrado por el ascensor ha provocado inundaciones en su sótano. «Siempre nos prometen que van a solucionar el problema pero nunca hacen nada», expresa. El proyecto del Canal de Isabel II incluye, además de una nueva red de alcantarillado, una serie de tanques de tormentasEl propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida, reconoció ayer a primera hora que «no puede ser que cada vez que llueva se inunde esa zona» y afirmó que espera «no defraudar nuevamente ni decepcionar» a los vecinos que esperan desde hace tiempo la solución. Desde el consistorio, añadió, llevan tiempo trabajando en una solución tan esperada como consensuada: la creación de un nuevo colector en la zona. Un paso claveTras años bloqueada por la burocracia, esta infraestructura está ahora más cerca que nunca de ser una realidad gracias a un acuerdo firmado ayer por el Ayuntamiento de Madrid y Demarcación de Carreteras del Estado por el cual el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible cede al consistorio el tramo de la vía colectora de la A-2 comprendida entre los puntos kilométricos 0+000 y 3+773, sus conexiones con la avenida de la Hispanidad y la avenida Central y un tramo de la avenida de la Hispanidad (desde su intersección con la calle de Riaño hasta sobrepasada la traza de la galería de conexión con el aliviadero del futuro colector proyectado).La nueva titularidad municipal de estas infraestructuras, explican fuentes del área de Obras y Equipamientos, era «la única vía posible» para que el Canal de Isabel II aborde las obras del colector proyectado. Así, a partir de hoy, el Ayuntamiento de Madrid asume la conservación, mantenimiento y explotación de la vía cedida y todas las instalaciones e infraestructuras inherentes a la misma: señalización, balizamiento, acera, defensas, barandillas, pantallas fonorreductoras, alumbrado, semaforización, red de drenaje, canalizaciones de comunicaciones o servicios y arquetas para el equipo de control de tráfico, entre otros.Los ratros de la tormenta en el barrio del Aeropuerto tania sieiraPor su parte, la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se compromete a realizar en un plazo máximo de seis meses actuaciones en el alumbrado público (revisión de los elementos de alta tensión, inspección de las instalaciones y aportación de toda la documentación de puesta en servicio y acta de inspección de las instalaciones, así como la documentación del cambio de titularidad), obras en el paso superior de la vía colectora (rehabilitación de las juntas de dilatación y sustitución de los apoyos de neopreno) y asfaltado del lateral de la avenida de la Hispanidad junto a la Alameda de Osuna, entre la glorieta de la calle Bergantín y la A-2. En paralelo, mientras desde el ministerio de Óscar Puente desbloqueaban este enquistado problema, a nivel municipal el PSOE de Reyes Maroto presentaba una proposición para el próximo Pleno, que se celebrará el 25 de octubre, en el que instaban al Canal de Isabel II a presentar en tres meses un un proyecto definitivo y viable para la construcción del nuevo colector, realilzar un simulacro de inundación con avisos a la población y evacuación en el barrio del Aeropuerto y la Alameda de Osuna y una zonificación específica en el sistema de avisos a la población ES-Alert, entre otros.Fuentes del Canal de Isabel II explican a ABC que, con la supervisión del Ayuntamiento de Madrid (titular de la red de alcantarillado) han estudiado todo este sistema de Rejas para plantear una propuesta que contempla, «además del proyecto del colector, que ya ha sido redactado, una serie de tanques de tormentas que laminen el vertido, cuyos estudios previos está realizando Canal». Sin embargo, aún no se atreven a poner fecha a este plan: «Canal licitará y ejecutará las obras cuando disponga de las autorizaciones y permisos pertinentes».Sorpresa entre los vecinosLos vecinos se han mostrado sorprendidos porque el acuerdo se firme justo hoy –«el concejal del distrito, Juan Peña, ya nos dijo el pasado 17 de febrero que la vía colectora de la A-2 era municipal», apunta González–, pero celebran la «buena» noticia, pues es un paso más para construir el tan ansiado colector. «No obstante, aún hace falta modificar el proyecto del colector porque el anterior tenía el punto de alivio en el cauce del arroyo de Rejas y la Confederación Hidrográfica del Tajo no lo autorizó porque se superaría el caudal mínimo permitido por ley, así que está pendiente de modificación y de nueva solicitud de autorización «municipal», añade. Ojalá la de Martinho no sea la enésima inundación, sino la penúltima.

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