Con un baño de masas en su reciente visita al Centro Nacional de Conocimiento para la Intervención Temprana y la Investigación Familiar de Copenhague, la Reina Mary de Dinamarca evidenciaba que el pequeño bache de salud que le había llevado a cancelar su agenda la pasada semana ya lo ha superado. «Su Majestad la Reina , como muchos otros en estos momentos, ha enfermado y, por lo tanto, lamentablemente no puede asistir a la ceremonia de entrega de premios de la Asociación Danesa del Corazón», se hizo eco la prensa danesa del momento que atravesaba la monarca. Sonriente en su reaparición, dejaba claro que no existía gravedad en su estado de salud.Pero para los medios internacionales, la preocupación actual no recae en las posibles afecciones que puedan padecer los monarcas, sino en su propia seguridad e integridad. Serían los problemas internos del equipo que protege a la Reina Mary y al Rey Federico X los que sí pondrían en jaque a la Corona al verse directamente perjudicada por lo que ocurre en Palacio. Si el reinado de Federico lleva siendo objeto de las críticas y el descontento de la población durante los últimos meses, las últimas revelaciones de la prensa internacional no dan tregua a la Casa Real para mejorar su imagen cuando se preparan para celebrar en los próximos meses el cumpleaños de la Princesa Isabella y el crucero de verano.te recomendamos estandar No Preocupación por su salud Isabel Pantoja recibe el alta hospitalaria tras ser ingresada de urgencia estandar No Kiko Rivera revoluciona las redes sociales y se vuelve viral con su último movimiento en X Daniella BejaranoSiendo sus miembros cuidados en todo momento por los soldados que conforman la Guardia Real de la Vida, un vídeo al que tuvo acceso la pasada semana ‘Se og Hør’ demostraba que los guardias pueden no estar cumpliendo sus funciones con todas sus facultades. Tal y como se aprecia en la prueba que hizo pública el diario nórdico, un par de guardaespaldas vestidos con el uniforme real consumen estupefacientes sobre un sable dentro del cuartel. Una imagen que, además de poner en duda su capacidad protectora de los monarcas, esconde una realidad oculta más delicada de lo que parece. Este miércoles, un documental del canal nórdico ‘TV 2’ arrojaba luz al asunto con el que convive la Familia Real . «Detrás de los icónicos uniformes se esconde una cultura juvenil que se ha salido de control. las fiestas, el alcohol y las drogas eufóricas son un cóctel peligroso junto con las armas. ¿Pone en peligro la seguridad? ¿Y cómo es posible que ocurra algo así en una institución tan prestigiosa?», rezaba la sinopsis de ‘El guardaespaldas drogado’ (‘Livgarden på stoffer’ en su idioma original) que prometía contar con el testimonio de dos personas que formaron parte en los últimos años de la Guardia Real de la Vida y desentrañar cómo es posible que los monarcas miren para otro lado. Por un lado, uno de ellos ( Viktor Thomsen ) recuerda su época con sentimientos encontrados. Por el otro, el segundo ( Niklas Hladik ) aboga por que el equipo de seguridad de la Corona sea examinado con mayor frecuencia para comprobar si existe consumo de sustancias. Y aunque los altos cargos aseguren en el documental estar al tanto de que no existe descontrol en quienes protegen a los reyes, los mismos lo confirman. «Estaba de servicio con alguien que no estaba listo para empezar su turno», expresa Thomsen. De 151 exguardias con los que se habló para la realización del formato, un 64% reconoce el consumo generalizado de drogas en ambiente de armas cargadas. «El servicio puede ser muy estresante. Con otras personas, yo esnifaba cocaína hasta tres veces por semana. Todos sabían que los compañeros estaban de guardia y drogados», dice otro exguardia.«No es muy tranquilizador cuando la gente está bajo los efectos de alguna sustancia durante el trabajo», advierte uno más. De ellos, 110 confirman su afición por salir varias veces a la semana abandonando las labores de seguridad, pues consideraban que debían hacerlo para formar parte de «la comunidad». Muchos afirman haber consumido sustancias nocivas entre una y tres veces por semana estando de servicio en Amalienborg, y que incluso era sencillo pasar desapercibido al no haber ningún control impuesto por parte de la Casa Real. El documental recuerda la ilegalidad que supone vigilar Palacio drogado y que desde 2023 sólo en caso de sospecha se somete a los soldados a pruebas. «El guardia de la vida no reconoce la imagen dibujada en el documental. ‘TV 2’ basa el documental en entrevistas con 151 exguardias que sirvieron en el período 2018-2024. Durante el mismo período, alrededor de 7.000 completaron su servicio. El documental también aborda el problema de la falta de controles sin previo aviso de alcohol y drogas. En el año 2024, se han realizado pruebas a 3.500 personas y se han registrado 13 casos, una cifra que demuestra que solo una proporción muy pequeña infringe nuestras normas. Cada año, el Servicio de Guardavidas recibe una amplia muestra representativa de una cohorte de jóvenes, y sabemos que algunos traen hábitos desafortunados. Implementamos una clara tolerancia cero en materia de influencia durante las horas de trabajo. Las infracciones se gestionan de inmediato. La Guardia Real es una institución tradicional con una gran responsabilidad, y nos tomamos esa responsabilidad muy en serio», respondía la institución al documental en LinkedIn antes de su emisión dejando claro que son conocedores de la situación. Los Reyes de Dinamarca , por su parte, no se han pronunciado sobre el asunto que les salpica directamente.Esta no es la primera vez que se relaciona a una Casa Real europea con las actitudes descontroladas. En 2020, tres miembros del equipo de seguridad del palacio danés iniciaron su labor bajo los efectos del alcohol y las drogas, lo que les supuso una penalización de casi 500 euros de multa y la prohibición de participar durante un tiempo en los actos oficiales. Dos años después, en la Casa Real noruega 30 guardias reales fueron procesados por consumo de drogas durante una fiesta privada según recogió ‘Associated Press’. Casi al mismo tiempo, seis soldados de la Reina Isabel II eran detenidos por tráfico de drogas y apartados de la agenda al no tolerar el ejército británico comportamientos ilegales; años antes, varios guardias reales acabaron en el calabozo por acudir a una fiesta ilegal en posesión de estupefacientes. El documental sólo tiene un objetivo claro, exponer una situación para que se prevenga el problema en lugar de silenciarlo, postura que ha tomado la propia Corona.

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