Tras caer ante el Unicaja en las finales de la Supercopa y de la Copa del Rey , el Madrid ejecutó su venganza ante los malagueños y lo hizo a lo grande, en el mejor partido de su temporada (105-107). Poco importó que los locales batiesen el récord histórico de triples de la ACB, 23, o que Osetkowski y Carter rozaran la perfección en el plano individual. Los blancos, que llegaron al último cuarto 12 abajo, firmaron una remontada espectacular en la que estuvieron liderados por unos excelsos Garuba , Musa y Feliz . Su empeño, unido a las actuaciones de Tavares, Llull y Hezonja, fue incontenible para la falange andaluza, que acabó recibiendo 39 puntos nada menos. Carter tuvo un tiro ganador, pero el balón tocó el aro en tres ocasiones antes de ser expulsado. Unicaja 105 – 107 Real Madrid Jornada 25 de la liga ACB Unicaja de Málaga Perry (0), Taylor (11), Barreiro (3), Osetkowski (22), Sima (5); Carter (24), Kravish (5), Alberto Díez (3), Kalinoski (12), Tillie (5), Ejim (7), Tyson Pérez (8). Real Madrid Llull (13), Abalde (7), Deck (0), Garuba (18), Tavares (14); Musa (24), Hezonja (18), Feliz (10), Rathan-Mayes (3), Hugo González (0), Bruno Fernanfo (0). Árbitros e incidencias Antonio Conde, Jorge Martínez Fernándezy Javier Torres. El Unicaja batió el récord de triples anotados en un partido de ACB, 23 en 43 intentos (53%).Confirmada la baja de Campazzo tras su lesión en el duelo de Euroliga ante el Asvel, Mateo apostó por Llull como base improvisado. Bajo el mando del balear, el Madrid encontró una inesperada fluidez en su ataque, pese a que el protagonista absoluto en las primeras posesiones fue Garuba, que con un mate tras rebote ofensivo y una penetración demostró que su estado de forma es óptimo. El Unicaja enfocaba su juego al tiro exterior, hasta tres triples sumó Osetkowski en menos de cinco minutos (acabó la primera parte con cinco anotados), pero flaqueaba a la hora de proteger su aro, donde sus rivales mostraban un hambre voraz. Tavares dominaba sin oposición, Llull picaba con contundencia y cinco puntos consecutivos de Musa permitieron a los merengues rematar el primer cuarto con ventaja (21-25). La reacción malagueña llegó gracias a la gran defensa de Tyson Pérez sobre Hezonja. El Madrid, privado de su talento más diferencial, comenzó a ceder terreno, una situación que se volvió aún más comprometida cuando Bruno Fernando se retiró a los vestuarios tras lesionarse en el muslo derecho. Los triples del Unicaja era constantes y el sorpaso parecía cada vez más cercano, pero los visitantes siempre se las ingeniaban para mantenerse con una mínima ventaja, en parte gracias al gigante hacer de Tavares . Sin embargo, a falta de tres minutos para el descanso, un triple de Osetkowski dio la primera ventaja de la tarde para los andaluces. El estadounidense repitió poco después, aunque Llull y Garuba, también desde la larga distancia, invalidaron sus genialidades. Después del intenso tiroteo, el Unicaja encaró los vestuarios con dos puntos de ventaja (48-46). Tras la reanudación, Pérez se mostró impasible. Un triple del internacional seguido de un mate ante el gigante Tavares pusieron al Unicaja ocho arriba, la máxima del encuentro. Cuando más se le necesitaba, Hezonja comenzó a entrar en calor y, junto a Llull, mantuvo a los blancos en tensión competitiva. Buenas acciones que se hicieron invisibles por sus fallos a la hora de defender el triple. Ocho puntos consecutivos de Carter rebajaron sus esperanzas y, en un santiamén, el Madrid estaba once abajo. El estadounidense seguía desatado, como pez en el agua en el intenso ritmo que monopolizaba el duelo (anotó 13 en el tercer cuarto). Golpeaba una y otra vez a los visitantes, que no tenían a qué agarrarse para frenar la hemorragia. Siete puntos seguidos de Musa parecieron edificar un cambio de tendencia, pero un tres más uno de Taylor dejó al Madrid al borde del abismo antes del último acto (78-66). Taylor y Kalinoski eran los más letales francotiradores, pese a que los merengues sacaban bastante rédito de las transiciones comandadas por Feliz. Además, Garuba estaba fantástico en intensidad y lectura, extraordinaria madurez la del internacional español para detectar qué necesitaba su equipo en cada posesión. La combinación permitió a él y a sus compañeros colocarse a solo dos puntos. Ahora, los nervios estaban en el bando malagueño, que parecía haberse quedado sin ideas en ataque. El trance anotador de Carter les daba oxígeno, pero estaba claro que el abordaje del Madrid se hallaba a la vuelta de la esquina. La teoría se hizo efectiva tras un triple de Hezonja. Quedaban cinco minutos y había comenzado un partido nuevo, uno en el que los de Chus Mateo estaban lanzados a por la victoria. De tres en tres, ambos bandos brindaron unos minutos legendarios, de los mejores de la campaña, un intercambio de golpes del que salió victorioso el Madrid gracias a un triple de Musa y un dos más uno de Feliz. Dos tiros libres del bosnio pusieron a los blancos cuatro arriba a falta de un minuto y, abrumado, el Unicaja le obligó a llevarse el triunfo desde la línea de personal. La estrategia hizo efecto y Carter se jugó un triple lejano y a la desesperada que a punto estuvo de convertirse en la canasta del año. Sin embargo, en esta ocasión, la fortuna sonrió al Madrid.

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