El presidente de Prisa se rearma tras la guerra con Contreras

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El presidente de Prisa se rearma tras la guerra con Contreras

Tras un año de tiras y aflojas en el seno de Prisa –aunque muchos lo alargan algo más en el tiempo–, y en principio resuelto tras la salida obligada de algunos de sus protagonistas, las aguas siguen sin volver a su cauce. Ahora, para unos y otros, el objetivo más inmediato es involucrar a todos los accionistas en la próxima junta del grupo de medios prevista para el mes de junio, si no antes. Pero, aún así, las espadas siguen en todo lo alto, sobre todo entre el presidente, Joseph Oughourlian , y los accionistas críticos con su gestión, capitaneados por el que fuera su director de Contenidos en Prisa Media, José Miguel Contreras.El caso es que, según fuentes de la compañía, no hubo jamás empatía alguna entre Oughourlian y Contreras, lógico heredero en el cargo del tristemente fallecido Miguel Barroso , el 13 de enero de 2024. Todo cambió en las relaciones entre aquel que gestionaba el negocio –el presidente de Prisa– y el ‘jefe’ del contenido editorial –desde entonces, Contreras–, hasta el punto de costarle el puesto hace casi un mes, como a su superior inmediato, el también dimitido Carlos Núñez, consejero de Prisa Media, tras la última de las desavenencias con presidencia, en esta ocasión, por la puesta en marcha de un nuevo canal de televisión en abierto.Las fuentes consultadas destacan que la relación de Oughourlian con Contreras no era, ni por asomo, similar a la que mantuvo con su antecesor en el cargo. Barroso –entre bambalinas políticas y de medios de comunicación conocido como el alma del dúo ‘los Migueles’ junto a Contreras, artífices de buena parte de la estrategia que sirvió a Pedro Sánchez para remontar en las encuestas tras el resultado negativo de las elecciones municipales y autonómicas de 2023– había alcanzado, sin duda, con la llegada al poder del sanchismo, la cumbre de su larga trayectoria profesional al ser nombrado consejero editorial del Grupo Prisa. Y fue precisamente esa buena relación le que validó como el representante en el consejo del fondo Amber de Oughourlian, titular del 29,8% del capital del grupo, quien precisamente le otorgó poderes plenipotenciarios en la gestión de la línea editorial de ambos medios .Noticia Relacionada estandar Si Sánchez quiere crear una red de medios de comunicación por si se va a la oposición Mariano Alonso La fallida televisión de Prisa y el canal en YouTube de Ferraz forman parte de una estrategia de futuroTodo parecía indicar que la relación con su sucesor, Contreras, no tenía por qué cambiar. Pero no fue así. Las fuentes del entorno del dueño de Amber Capital apuntillan que Contreras no logró interiorizar nunca que la llegada de Oughourlian al sillón presidencial en diciembre de 2020 –llevaba como accionista desde 2010 y como consejero dominical desde 2015– fue «por puro negocio. Se juega su dinero y su reputación. Un empresario que no es ni de izquierdas ni de centro izquierda, ni de derechas. Solo es eso, inversor y firme defensor de los que han apostado y han metido su dinero en la compañía», a los que –dicen los que le rodean– «no va a dejar tirados ni va a traicionar jamás». Una postura que ponen en duda los que forman parte del grupo de accionistas y directivos afines a La Moncloa: «No hay que olvidar que es un fondo y busca rentabilizar su inversión, nada más. Si recibiera una oferta que considere adecuada por su paquete accionarial, venderá fijo». Y la oferta se puso sobre la mesa , pero… no fue la adecuada.No en vano, estas mismas fuentes recuerdan que en verano de 2023, Oughourlian trasladaba la idea de que ante la nefasta salud del grupo era necesario poner a la venta la división de los medios de comunicación (‘El País’, ‘La Ser’, ‘Cinco Días’ y ‘As’…), un extremo que los críticos entendieron como el detonante del inicio de una larga batalla que acabaría sin duda en guerra total meses después por cualquier otra decisión no consensuada, como fue la propuesta de esos mismos accionistas al presidente de Prisa de poner a la venta la editorial Santillana o la puesta en marcha de un nuevo canal de televisión digital. «Aquello de querer deshacerse de los medios nos hizo caer en pánico, ponernos ojo avizor y reaccionar», dicen las fuentes.En aquel agosto, los accionistas afines a La Moncloa le plantearon ya una oferta que volvieron a poner en febrero pasado sobre la mesa del presidente del grupo en paralelo al ‘totum revolutum’ de la nueva TDT: 450 millones por la división de medios y mantener la gestión de Santillana, recibiendo 100 millones de euros y los 350 millones restantes para reducir la deuda del grupo, de unos 800 millones. Además, en el plan metieron la renegociación del vencimiento de la deuda con Pimco, extendiendo el plazo de 2026 a 2029. Pero les dijo «no». El precio no bajaría de los 1.800 millones, «por poner una cifra que nos fuera inasumible del todo».Pero la espinita clavada y «la obsesión de Contreras por volver a tener bajo su control una televisión», añaden las fuentes próximas al presidente del grupo, fue su tumba, y acabó por romper la relación. Para el entorno de Oughourlian, en el último año Contreras ha ido tensando la cuerda e inyectando su propio sueño en la cabeza del presidente del Gobierno. El directivo, artífice del nacimiento de La Sexta con un marcado sesgo socialista, intentaba replicar la fórmula con la nueva televisión de Prisa . «En todo este tiempo, Contreras ha convencido a Pedro Sánchez de crear una nueva Sexta (o la Séptima o como quisieran llamarla). La idea que le transmite al presidente es que todas las teles se han ido a la derecha, incluso la propia Sexta, que claramente hoy emite para molestar e ir en contra del Gobierno, haciendo el trabajo a la derecha», explican las fuentes. Por eso, se antojaba urgente el nacimiento de una televisión propia, con el firme objetivo de captar la cuota de mercado de La Sexta, un 2%, una cadena que tuvo unas pérdidas de 750 millones antes de vendérsela a Atresmedia. «Cuando plantearon a nuestro presidente la nueva licencia, sin entusiasmarle la idea desde sus inicios, les dijo que adelante siempre y cuando encontraran un socio que la soportase, con capital y conocimiento. El propio Oughourlian buscó entre varios actores internacionales expertos , serios y de éxito en sus países, pero Contreras y Núñez se negaron. Querían un socio, sí, pero español», añaden las mismas fuentes.Reacción al ‘no’ a la TDTLos acontecimientos se empezaron a precipitar aún más si cabe al arrancar 2025. Ya no había marcha atrás. Si este presidente «no tragaba» con la licencia para revivir la nueva Sexta, habría que buscar a otro y, mientras, buscarían en paralelo y urgentemente el apoyo del resto de accionistas para derrocarlo, con encuentros «secretos» con las cúpulas de Vivendi, Santander, con la familia Polanco e incluso con Carlos Slim. Pero Oughourlian lo sabía todo , le dio tiempo a reaccionar, buscar aliados y armarse de razones para seguir al frente de la gestión. El pasado 14 de febrero, el CEO de Vivendi (con casi un 12% del capital de Prisa), Arnaud de Puyfontaine –según el semario francés Le Point– se puso en contacto con Oughourlian para ponerle sobre aviso: el recién nombrado presidente de Telefónica, Marc Murtra, le estaba amenazando , primero por teléfono, y luego en una cita después aprovechando la cumbre de IA en París, a la que acudió también el ministro Óscar López el día 12 de febrero, con retirar la publicidad de la operadora en Havas (filial de Vivendi) si no vendía su participación a los accionistas afines al PSOE (al Grupo Alconaba en concreto, de Andrés Varela Entrecanales, con el 7,34% de Prisa; al presidente de Balearia, Adolfo Utor, que tiene el 5,4% y a Diego Prieto, con el 3,12%). Reciben el «no» por respuesta. El error fue «que no remataron la jugada: solo amenazas y nada a cambio de que vendieran ese paquete».Noticia Relacionada Según ‘Le Point’ estandar Si El Gobierno y Murtra presionaron a Vivendi para que vendiera su participación de Prisa a sus afines José María CamareroY mientras «a sus espaldas» buscaban financiación y afines a la causa, Carlos Núñez le dice al presidente que va a publicar una entrevista en ‘El País’ el 16 de febrero para anunciar que lo de la licencia de la tele en abierto es ya un hecho. Oughourlian le da su OK – a pesar de saber que no había aún ni licencia, ni avales, ni dinero– para ganar tiempo y preparar el consejo del martes 25 de febrero. Ese día, con los apoyos logrados a lo largo de esa semana, el presidente de Prisa echó por tierra el proyecto y provocó la dimisión de Núñez y la salida de Contreras. Un día después, concede una entrevista a ‘Expansión’ donde explica el por qué de su rechazo a la TDT.El movimiento de Oughourlian en el consejo de administración fue decisivo para tumbar la iniciativa televisiva y acabar con los ‘rebeldes’ de un solo golpe. Lo que viene ahora se torna complicado pero se trata de llegar con una «mayoría cómoda» a la junta de accionistas y ganar la votación de todo lo que se plantee y, sobre todo, reafirmar su continuidad y dar señales de fuerza al frente del grupo de medios. Después, quién sabe si «volveremos a hablar y si quieren vender la empresa. Eso sí, lo tendrán que hacer por el 100% del grupo, y si a él le interesa vender, venderá y se irá. Pero tendrá que haber dinero para todos. No solo para él». Algunos ya deslizan que el Gobierno planea que sea la Telefónica de Murtra quien lance una opa total a un precio, como mínimo, de 0,67 euros por acción, lo que supondría una prima de más del 40% a precios actuales de mercado. El as en la manga de cada bando en Prisa pasa por lograr apoyos entre los accionistas e ir a la junta con la solución definitivaEl problema, puntualizan fuentes conocedoras de este plan, es que Murtra tiene su junta en un par de semanas y ya tiene bastante con lidiar con la recomendación del poderoso ‘proxy advisor’ ISS para que se rechace su nombramiento como presidente de Telefónica. El viaje a París y la presión a Vivendi –continúan– ha dejado a algunos expuestos y, sobre todo, ha enfadado a Sánchez, quien ha vuelto a comprobar que las tareas arriesgadas «solo las puede hacer él personalmente si no quiere quedar en evidencia».El as que se guardan en la manga cada bando pasa en cualquier caso por conseguir apoyos entre los accionistas e ir a la junta con la solución clara para sus intereses. El recién nombrado también presidente de ‘El País’ confía en que varios tenedores de bonos convertibles los cambien por acciones antes de esa fecha clave, y así poder contar con más apoyo frente a los ‘rebeldes’, cuyo reto es alcanzar al menos un 51% de apoyo para destituirle, para lo que están negociando de forma paralela con la familia Polanco, que mantiene un 7,6% de Prisa; Carlos Slim, con un 7% y el Santander, con otro 4%. Las fuentes explican que varios de los inversores institucionales que el propio Oughourlian logró atraer para comprar dichos bonos le han asegurado que le apoyarán en su batalla contra los accionistas que a día de hoy cuentan en estos momentos con tan solo un 17% conjunto, en torno al Grupo Alconaba.En definitiva, la guerra por el control de Prisa –y no por la profesionalización del medio como se pactó bajo una cogobernanza también rota desde el aterrizaje en la presidencia del empresario franco armenio– viene de lejos, y se ha ido librando batalla tras batalla, sin haber aún a día de hoy un claro vencedor .

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