El fútbol sala español tiene desde este domingo una nueva gesta histórica que recordar. Su protagonista ha sido el Servigroup Peñíscola , el equipo de un pequeño pueblo turístico del norte de la Comunidad Valenciana, que se proclamó campeón de la Copa de España contra pronóstico al vencer en la final al Illes Balears Palma Futsal . Una sorpresa heredera de la que dio Jaén Paraíso Interior en 2015 en Ciudad Real y que nadie esperaba por mucho que el equipo dirigido por Santi Valladares fuese líder en la liga con un atractivo modelo de juego. Menos tras perder en cuartos de final por lesión a Quintela y a su goleador, Pani.Pero lejos de venirse abajo, Peñíscola se hizo fuerte como equipo bajo el liderazgo de Juanqui, Gauna y Gus . Eliminó en cuartos en los penaltis al vigente campeón liguero, Jimbee Cartagena, propinó una paliza de época a todo un Barcelona en semifinales, y culminó la hazaña imponiéndose en la final al vigente bicampeón de Europa. Una gesta que quedará grabada en el recuerdo de los aficionados y confirma que el fútbol sala español atraviesa una época de máxima igualdad.El Palma comenzó enérgico, acosando la portería rival e incluso tirando al palo a los 25 segundos, y antes del tercer minuto se lesionó Gus en un choque de rodillas con Bruno Gomes. El veterano meta toledano tuvo que retirarse al banquillo, pero el Peñíscola es un equipo plenamente convencido de lo que hace y, una vez más, en lugar de caerse se vino arriba y se adelantó por medio del argentino Gauna. Delirio de la afición azul, reubicada tras poner en peligro la integridad de la zona baja de la grada en semifinales, que se tornó en explosión cuando Gus regresó a la pista tras tratarse con los fisios. «El 22 es inmortal» , cantaron mientras se confirmaba que los porteros están hechos de otra pasta.Apretó entonces el Palma, incluso con alguna incorporación al ataque de su portero, Luan Muller, pero Peñíscola echó el cerrojo a su área y tiró de un recuperado Gus cuando los baleares encontraron algún resquicio. Y en ese escenario, otro picotazo de los castellonenses, obra de Sancho, en un saque de banda. 0-2 y primeros temblores en el banquillo de Vadillo.Los consiguió disipar ya cerca del final del primer acto Bruno Gomes, al tocar un envenenado disparo de su portero, superar a Gus y reducir distancias. Ahí el choque entró en un intercambio de golpes, pues casi de inmediato Luciano Gauna, el mejor de su equipo, hizo el 1-3 en una jugada ensayada, y le respondió Fabinho con un misil que supuso el 2-3 con el que se llegó al descanso.Heroica resistenciaComo en el partido de semifinales ante el Barça, cuando todo el mundo esperaba una rotunda reacción del equipo que iba por debajo fue Peñíscola el que anotó tras un gran pase de Gus a Pablo Muñoz, que definió con maestría. Mucho iba a tener que remar el conjunto balear para voltear el partido.El portero brasileño del Palma pasó casi a vivir en campo contrario, tratando de aprovechar su buen manejo de balón y disparo, y hundiendo a los de Santi Valladares en su área. En una de esas apareció Fabinho, que con fortuna y de rebote redujo diferencias y desbocó las pulsaciones de los animosos aficionados del Peñíscola, desplazados en masa hasta el Palacio de los Deportes de Murcia. La inercia de los baleares era buena y el conjunto azul comenzaba a acusar el esfuerzo.Noticias relacionadas estandar No Fútbol sala El «abuelo» que sostiene el milagro del Peñíscola Miguel Zarza estandar No Fútbol sala «En Movistar Inter ganar títulos es expediente cumplido» Miguel ZarzaAsí se llegó a los últimos tres minutos, que Antonio Vadillo preparó con un tiempo muerto antes de sacar el portero-jugador. Completamente agotados pero sostenidos por un pabellón volcado con su causa, los jugadores de Peñíscola se defendieron como gato panza arriba, forzando incluso la expulsión de Fabinho en una contra. Palma no se rindió, y tuvo el empate, pero una mano salvadora de Gus lo evitó, amarrando el choque y el título.Con la inyección de moral de haber plantado la bandera con su escudo en Murcia, el Servigroup Peñíscola ha dejado de ser la sorpresa de la temporada y coloca ya su nombre entre los candidatos a conquistar la liga y la Copa del Rey en lo que queda de curso . Su sueño es real y continúa, mientras que el de Palma de conquistar su primer título nacional deberá esperar.

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