La comunidad británica tiene especial predilección por Benidorm y la Costa Blanca alicantina. Es una obviedad, pero no todos los turistas y migrantes llegados de Inglaterra y el resto de naciones de las islas desean sol y playa. Otros, como Sue y Andy Whaites , prefieren la paz del interior de la provincia, la tranquilidad de una vida junto a la montaña y el sentimiento de pertenecer a una pequeña comunidad.El caso de este matrimonio británico, originario de la localidad inglesa de Somerset, comienza en 2002, según publican medios locales como Inews y Somersetlive. Aquel año decidieron mudarse junto a sus dos hijos en busca de un nuevo estilo de vida que se pareciera «a la Gran Bretaña que creían que se estaba desvaneciendo».« Queríamos vivir en la verdadera España . Queríamos vivir la experiencia de un país extranjero en lugar de irnos de Inglaterra a un lugar que se parece a Inglaterra bajo el sol», en referencia a Benidorm, donde tenían familiares y conocidos.MÁS INFORMACIÓN noticia No Diques en el Tajo para que no inunde un hospital mientras Page maniobra para no trasvasar al SeguraAsí, se toparon gracias a un periódico con Villena , ubicada en el noroeste de la provincia de Alicante, con una población de 36.000 habitantes y a una media hora de distancia de la capital. «Un mundo a parte del turismo de la Costa Blanca, no había bares ni comunidades británicas», recuerdan.«No sabíamos ni dónde estaba, tuvimos que echar mano de un mapa», recuerda Andy Whaites, un mecánico de 63 años parcialmente jubilado. Junto a su esposa, de 61 años, adquirieron una casa en mala estado con cientos de años de antigüedad, pero con 10.000 metros cuadrados de terreno y por un precio de 93.000 euros .Villena, un pueblo históricoDe este modo, vendieron su casa en Reino Unido y se mudaron a España, concretamente a Villena donde destacan que viven al menos unos 200 británicos actualmente. «No vinimos a otro país para vivir la misma vida con un poco más de sol. Nos interesaban los valores familiares y vecinales », relatan. «Que todo el mundo te conozca y te salude y si no que hagan el esfuerzo por conocerte, es reconfortante», añade.Según describe el propio Ayuntamiento de la localidad, Villena es una población fronteriza, «portalón entre el Levante luminoso y la austera meseta», que ejerce también como «límite lingüístico por su condición castellana en la raya del antiguo Reino de Aragón».Uno de sus monumentos más emblemáticos es el castillo de la Atalaya , declarado conjunto histórico-artístico en 1931 y que fue edificado por los árabes en el siglo XII. Tiene dos líneas amuralladas que protegen la torre del homenaje. Entre sus festividades más importantes destaca las fiestas de Moros y Cristianos, que se celebran del 5 al 9 de septiembre en honor a la Virgen de las Virtudes.

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